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Los ‘barones’ del PP asumen que Rajoy debe tener otra oportunidad

Los dirigentes territoriales populares solo creen que se abrirá el debate de la sucesión tras otro resultado electoral similar

Javier Casqueiro
Mariano Rajoy se abraza a Juan Vicente Herrera.
Mariano Rajoy se abraza a Juan Vicente Herrera.CESAR MANSO (AFP)
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El poder territorial del PP, sus dirigentes al mando y en la oposición de las autonomías más importantes, asume que Mariano Rajoy debe tener otra oportunidad para intentar ser presidente del Gobierno. Los populares admiten ahora como lo “razonable, lógico y sensato” gobernar en coalición con el PSOE pero si no es posible están dispuestos a que su líder se presente otra vez a las elecciones. Si los resultados se repiten y Rajoy no gobierna comenzarían los debates para sustituirlo y utilizar las primarias para elegir quién debería hacerlo.

El PP no es el PSOE, no tiene su cultura de debate interno público, ni sus barones territoriales disponen ni ejercen el mismo poder de contrapeso con la dirección nacional. El PP es por historia un partido presiencialista que no discute al líder en ejercicio, y menos aún cuando gobierna y controla todos los resortes de una organización debilitada por los últimos cinco varapalos electorales. Rajoy lo sabe, se benefició de esa estructura para llegar al mando, para mantenerse durante las derrotas y afianzarse en la victoria. En el PP, ahora, no hay relevo, ni se vislumbran dirigentes de peso capaces de sostener ningún pulso.

Consultados por EL PAÍS sobre la situación actual de Rajoy, media docena de los máximos dirigentes del PP en las principales organizaciones territoriales del partido, tanto en el poder como en la oposición, coinciden en concluir que el líder se ha ganado por ahora la opción de presentarse de nuevo a las próximas elecciones si éstas se tienen que anticipar. No hay discrepancias.

Una de las figuras más relevantes del PP al mando de una de las organizaciones más relevantes en número de militantes y de compromisarios a un hipotético congreso cuestiona incluso que ese debate se vaya a producir ni ahora ni antes de esas presuntas elecciones: “Si el PSOE no entra en razón y no permite con su abstención que el PP gobierne nuestro candidato a las elecciones será otra vez Rajoy, porque ganó el 20-D, porque sacó mucha diferencia al siguiente pese a la situación complicada en que ha gobernado y porque es una obligación moral para nosotros”.

Otro de esos barones territoriales del PP, en este caso en la oposición pero en una región trascendente por su peso específico, añade a esa tesis la idea de que la situación podría variar si, tras presentarse, el resultado es muy similar y el escenario se vuelve a encallar: “Entonces podríamos empezar a discutir un relevo pero yo creo que sería el propio Rajoy el que daría un paso al lado y se apartaría”.

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Lo que sí aseguran al menos cuatro de los responsables del PP en las principales organizaciones del partido es que el sustituto de Rajoy, cuando toque afrontar ese envite, no se elegirá como hasta ahora por el método del dedazo: “Eso se acabó, ni nosotros lo permitiríamos ni creo que a nadie en la dirección del partido se le podría ocurrir abordar ese asunto sin algún tipo de primarias”.

En la última Conferencia Política del PP, el verano pasado, el presidente del partido en Andalucía, Juan Manuel Moreno, propuso con la aquiescencia de la dirección nacional que en el siguiente congreso se afrontaría la discusión de sus primarias. La presidente de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, una de las figuras ahora con más proyección, no solo le secundó sino que es firme defensora de ese método, lleva tiempo proponiéndolo sin éxito con enmiendas en los cónclaves internos, y ya en el poder ha secundado una serie de reformas de regeneración democrática con Ciudadanos en ese sentido.

Rajoy, que sostiene que nadie en el PP le ha pedido a la cara que se vaya y que ha avanzado que si hay elecciones volverá a pedir la confianza del partido para repetir, sí ha tenido conversaciones privadas con algunos de sus barones sobre escenarios de futuro. Los consultados coinciden: si tras las próximas elecciones la situación sigue igual Rajoy se irá y su recambio será elegido en un congreso del PP muy abierto porque no hay sucesor claro.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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