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Diputados en el hostal a la espera del Gobierno

Los parlamentarios comienzan el trabajo de forma provisional hasta que se resuelva la investidura

Diputados y senadores de En Marea se reúnen en un restaurante cercano al Congreso el día previo a la constitución de las Cortes.
Diputados y senadores de En Marea se reúnen en un restaurante cercano al Congreso el día previo a la constitución de las Cortes.

Sin despachos y sin casa. Mucho es provisional aún en la vida de los 600 parlamentarios (350 diputados y 250 senadores) de la XI legislatura, cuyo trabajo comenzó oficialmente el pasado 13 de enero. La incertidumbre del escenario político y la posible repetición de las elecciones ha trastocado su desembarco normal en la Cámara: casi 20 días después de la constitución de las Cortes, casi ninguno se atreve aún a alquilar una vivienda. Las reuniones se improvisan en cualquier lugar ante la ausencia de espacios de trabajo, mientras los debutantes (el 60%) aprenden su cometido y aterrizan en un mundo nuevo.

A 40 euros la noche. La diputada de En Comú Podem Marta Sibina (Barcelona, 1973) presume de una especial habilidad para encontrar alojamientos “buenos, bonitos y baratos”. Por eso es la encargada de buscar los hostales y pensiones en los que están durmiendo estas semanas los parlamentarios de la coalición catalana socia de Podemos. “Ahora estamos en uno por 40 euros la noche en uno de la calle Príncipe, al lado del Congreso”, relata. De momento, el grupo de 12 diputados de En Comú está a la espera de las negociaciones de Gobierno para decidir su residencia en Madrid. “La opción más económica saldría compartir piso todos. Pero no hemos empezado todavía a mirar porque no sabemos qué va a pasar”, admite la parlamentaria. Su compañero Marcelo Expósito (Puertollano, 1966), secretario cuarto de la Mesa, extiende las dudas más allá de la investidura. “Incluso si hay Gobierno, es tan inestable la legislatura que no vamos a poder alquilar un piso por cuatro años. Habrá que ver, según los pactos que haya. Buscaremos quizá un alquiler por meses”, apunta.

“Te sientes pequeña e importante”. Sofía Castañón, diputada de Podemos por Asturias, planea volver todos los fines de semana a Gijón, donde viven su pareja y su hijo, de tres años. Ahora está “tirando de la amabilidad de los amigos asturianos que viven en Madrid”. Al entrar por primera vez en el Congreso experimentó sensaciones encontradas, relata esta realizadora audiovisual y pequeña empresaria —tiene una productora— de 32 años. “Entras en un edificio muy grande y tú te sientes muy pequeña. Pero también es un sitio suntuoso, con alfombras muy buenas y pinturas, por tanto, te sientes también importante”. Nagua Alba, otra de las diputadas de Podemos, nacida en 1990, concede por su parte que le ha sorprendido la posibilidad de “charlar con gente de los demás partidos” y poder “ampliar el foco” sobre la actualidad política.

Incluso si hay acuerdo, con esta inestabilidad no sabemos si alquilar

La soledad del apartahotel. Ignacio Prendes (Gijón, 1965), secretario segundo de Ciudadanos en la Mesa, vive en un apartahotel en el que se cocina la cena cuando vuelve de la Cámara Baja. Reconoce “la soledad”. Ya le ha dado tiempo de acumular anécdotas. “Salí una noche casi a las 11.00, con las luces apagadas, y me tuvo que sacar del Congreso un policía, porque ya se había ido todo el mundo. No era casi capaz de abrir la puerta”, se ríe. También le ha dado tiempo a comprobar la eficacia de los servicios de la Cámara. Un día se le ocurrió comentarle al secretario general del Congreso que el retrato que colgaba de su despacho de Secretario no tenía nombre. Al día siguiente ya tenía sobre la mesa la documentación que le informaba de que era Don José Moreno Nieto, diputado del siglo XIX.

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Algunos como Miguel Gutiérrez (Madrid, 1964), secretario general del grupo parlamentario, echan de menos más orientación para los nuevos. “Ha sido incómodo no tener despacho para que trabajemos”, dice Gutiérrez, que viene de trabajar en la empresa privada. “Al final, tienes que salir fuera del Congreso para tener una reunión”.

Los que ya residían en Madrid, como Marta Rivera de la Cruz (Lugo, 1970), hacen de cicerones para sus compañeros diputados que vienen a trabajar a la capital. “El primer día en el Hemiciclo todos tuvimos un pellizco de nervios, emoción y responsabilidad”, dice. Por su casa ya han ido todas las diputadas de Ciudadanos a cenar, y en su sofá cama ya ha dormido algún compañero de partido, como la diputada canaria Melissa Rodríguez, cuando las reuniones son tempranas, o cambia a última hora la agenda de trabajo. Todos, recuerda, asisten estos días a cursos para desempeñar mejor su trabajo.

Ajustan gastos y se reúnen en restaurantes. Aún no tienen despachos

Una senadora “precaria”. A la espera de su primer sueldo público (que ascenderá a 1.950 euros al mes más 800 de dietas, por la limitación del código ético de su organización), se encuentra Vanesa Angustia, (Pontevedra, 1980) parlamentaria de la coalición En Marea, que se define a sí misma como “la senadora precaria”. Los últimos meses han sido “un poco difíciles, de hacer muchos números”, relata. “Aunque no es algo que no vivan diariamente los trabajadores”, se apresura a añadir. Historiadora del Arte, su situación laboral era complicada, con trabajos a tiempo parcial y periodos de paro. Ahora está quedándose en casa de unos familiares en Boadilla del Monte, a 14 kilómetros de Madrid, para no hacer mucho gasto. “Tardo una hora hasta el Senado en metro y metro ligero. Aprovecho el trayecto para hablar con la gente”, cuenta. Cuando haya Gobierno cambiarán las cosas. “Tenemos la idea de buscarnos un piso juntas todas las compañeras de En Marea, cuatro diputadas y senadoras”, relata. Los representantes de En Marea ya han encontrado a compatriotas en Madrid. “Tengo un mesón buenísimo de coruñeses en Boadilla, y hemos localizado un restaurante en Lavapiés”. Las primeras reuniones las hicieron entre plato y plato.

“Estamos cansados de las quinielas”. De los 119 diputados que el PP tiene finalmente en el Congreso, hay 36 que son de fuera y se estrenan en la Cámara. Emilio del Río va y viene desde La Rioja. “De momento me estoy quedado en un apartahotel que hay cerca del Congreso, pero mi idea sería compartir un piso con otros diputados cuando pase esta incertidumbre”. Del Río espera que se solucione pronto el Gobierno porque esa provisionalidad “afecta a todo”. “Desde las comisiones, a no poder presentar preguntas”.

Águeda Reynés, exalcaldesa de Mahón y diputada por Baleares, vive ahora entre Menorca y Madrid. “Solo hay un vuelo de ida a las 7 de la mañana y otro de vuelta a las 8. De momento solo me he quedado un día a dormir en Madrid, pero estoy pendiente de buscar algo”. Su compañero Miguel Ángel Viso, viticultor, de 45 años, ha dejado su cargo como presidente del consejo regulador de la denominación de origen Ribeiro para probar en la política. Es diputado por Ourense y también se está quedando en un hotel. “Mi idea es ir viendo sobre la marcha, todos estamos pendientes de ver cómo se resuelve esto. La situación es anómala pero para todo el mundo, esperemos que se resuelva pronto para empezar con la dinámica de trabajo propia de la legislatura por el bien del país. Estamos un poco cansados de las quinielas”.

Comidas “de bandeja” y cursos. A la espera de que se aclare el escenario, la socialista María Such, que con sus 25 años es la diputada más joven, pernocta en los alrededores del Congreso. “Me he decantado por un hostal en la plaza de Santa Ana”, cuenta esta abogada y licenciada en Políticas. Diputada por Valencia, Such come “de bandeja” en el restaurante del hemiciclo y cena fuera. “Lo malo de un hostal es que las comidas son siempre fuera”, asiente tras asistir en Madrid a unas jornadas de formación junto al resto de diputados, a los que estos días se ha explicado el funcionamiento de la Cámara. Otra debutante, Pilar Cancela, licenciada en Derecho de 48 años, está reservando estos días una habitación en un hostal por los alrededores de Ópera y la Puerta del Sol “con precios asequibles”. Gonzalo Palacín, parlamentario novel por Huesca, es vecino de Such: está “probando” en diferentes hostales y hoteles por la zona de la plaza de Santa Ana. “Mi idea no es alquilar un piso; pretendo prestar la atención que merece a la provincia que represento al menos una vez por semana", apunta. De los 202 municipios de Huesca, 112 tienen alcalde socialista.

Información elaborada por Elsa García de Blas, Juan José Mateo, Francesco Manetto, Natalia Junquera y José Marcos.

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