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El PP prefiere ir a otras elecciones y sumar más entonces con Rivera

Los populares se agarran a las encuestas que confirman su aguante y que suben las expectativas de Ciudadanos por su papel de árbitro tras las elecciones

Javier Casqueiro

Perdido el vértigo a declinar la primera investidura de Rajoy ante el Rey y la sociedad, el PP se ha puesto a calcular sus opciones. Todas son malas y ninguna parece estar en su mano. El equipo que rodea a Rajoy está convencido de que Pedro Sánchez no les permitirá gobernar con la abstención de los diputados socialistas y de que de ese bloqueo solo se sale con otras elecciones. No lo pueden expresar en público pero ese es su escenario preferido y se agarran a las encuestas que reflejan que PP y Ciudadanos sumarían más que ahora.

Rajoy y Cospedal hoy en la reunión del Comité de Dirección del PP.
Rajoy y Cospedal hoy en la reunión del Comité de Dirección del PP.

“La llave está en Pablo Iglesias y Podemos, en si permiten o no el Gobierno de Pedro Sánchez o vamos a otras elecciones”. “Nuestra única opción es que Sánchez recapitule, ceda, que los barones y las figuras históricas del PSOE le digan que no puede gobernar con partidos que quieren dividir España, y sino ir a otras elecciones”. “El debate está entre un Gobierno del PSOE y todos los demás y unas elecciones y yo prefiero otras elecciones, que son la expresión de un fracaso, pero en las que seguro no íbamos a ser los peor parados”. Estas frases son el resumen de la situación actual que hacen para EL PAÍS distintos vicesecrerarios del PP y un ministro, y que repiten otros dirigentes.

El que lo ha expresado abiertamente en público esta misma semana ha sido el titular de Exteriores, José Manuel García Margallo: “Las elecciones no me parecen el mejor remedio, pero me parecen un remedio mejor que una coalición heterogénea en la que se incluyesen partidos que no asumen las reglas escritas y no escritas de la globalización, que no asumen las reglas escritas y no escritas de la pertenencia a la UE”. Esa opinión es la generalizada ahora en el PP.

Durante las primeras semanas tras las elecciones del 20-D en el entorno de Rajoy se sostenía que repetir las elecciones sería, además de la constatación del fracaso de los políticos en esta teórica nueva etapa de la negociación, los pactos y el diálogo, la utilización de un recurso extremo para volver al punto de partida. Es decir, que los resultados de esas nuevas elecciones ofrecerían un panorama muy parecido al actual. Ahora ya no piensan exactamente igual y para ello se agarran de las encuestas, las públicas y las que manejan en privado.

La primera sorpresa la ofreció el sondeo de Metroscopia, realizado para EL PAÍS, que apuntaba para el PP una subida de apenas tres décimas (29%) y otra de 2,7 puntos para Ciudadanos (16,6%). Podemos (22,5%) superaba al PSOE (21.1%), el único partido que caía. Miembros de la dirección del PP interpretaron entonces el aguante del partido naranja en su papel de árbitro para la negociación de los puestos de la Mesa del Congreso. En la encuesta de Metroscopia para EL PAÍS de este fin de semana Albert Rivera, su líder, es el que resulta más valorado de todos con diferencia.

Tampoco se fían de Rivera

En el PP concluyen que otras elecciones, en estas circunstancias, les permitiría no solo sostener sino aumentar su volumen de votos y escaños y subir los 123 actuales hasta 130 o más y el aguante de Ciudadanos podría reportarles algo más de los 40 escaños actuales, lo que dibujaría una hipotética alianza muy cercana a los 176 escaños que marca el límite de la mayoría absoluta de la cámara.

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Ese análisis claramente ventajista parte de la premisa de suponer que Rajoy y el PP no sufrirían ningún coste por el fracaso de no haber sido capaces de negociar antes con nadie, de no haberse atrevido a acudir al debate de investidura ante el temor a ser derrotado y vapuleado por todos todos y por forzar el actual papel inédito del Rey en estas y futuras negociaciones.

En el PP, además, no se fían ahora ni tampoco entonces después de otras elecciones de las verdaderas intenciones políticas de Albert Rivera. Un miembro de la dirección nacional del partido lo explica así: “Mucho me temo que Ciudadanos tampoco tiene un especial interés en apoyarnos ni en permitir que gobierne ni Rajoy ni otro dirigente popular porque lo que Albert Rivera quiere es convertirse en el verdadero referente de la oposición, ganar terreno y experiencia como alternativa y preparar a su organización para ocupar en su día el espacio que tiene ahora el PP”.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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