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Aparente normalidad en un día complicado en La Zarzuela

El Monarca mantiene su habitual actividad de despacho "aunque no es ajeno a nada de lo que sucede en España", aseguran fuentes de la Casa del Rey

Miquel Alberola
Felipe VI el pasado 3 de enero.
Felipe VI el pasado 3 de enero.SAmuel Sánchez

El día de inicio del caso Nóos, en el que se procesa a su hermana Cristina y a su cuñado Iñaki Urdangarin, el Rey no tuvo agenda oficial. Según fuentes de la Casa del Rey, Felipe VI estuvo trabajando en su despacho de La Zarzuela en asuntos relacionados con la Jefatura del Estado, sin que requiriese ningún servicio informativo extraordinario sobre el juicio. De cómo pasaron el día doña Letizia y los Reyes eméritos, al carecer de actos oficiales, nada ha trascendido.

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El Rey trató de aparentar normalidad en un día en que la tensión informativa apuntaba sobre la infanta Cristina, procesada en el caso Nóos como colaboradora necesaria en los delitos fiscales derivados de los negocios de su marido, Iñaki Urdangarin, que se juzgan desde este lunes en Palma de Mallorca. Pero, como hermana de Felipe VI, La Zarzuela no quedaba al margen de la presión de la jornada.

Según explicaron este lunes fuentes de la Casa del Rey a requerimiento de este periódico, Felipe VI pasó gran parte del día en su despacho concentrado en sus obligaciones de jefe del Estado, sin que se hubiese habilitado ningún dispositivo especial para suministrarle información sobre de los detalles del juicio.

A diferencia de otras veces, en que La Zarzuela ha comunicado alteraciones en la agenda oficial para que el Rey pudiera seguir determinados acontecimientos importantes desde su despacho, en esta ocasión la Casa del Rey selló todas las grietas acerca del interés personal que el Monarca pudiera tener sobre el juicio de un caso en el que se juzga a su hermana y a su cuñado por delito fiscal.

Antes al contrario, la imagen que quería transmitir este lunes La Zarzuela era la del Rey absorbido en el complicado momento político que vive España, con un Gobierno en funciones y sin claras posibilidades de estabilidad parlamentaria ante una nueva legislatura igualmente incierta. Y con la dificultad añadida del desatasco de la situación catalana, cuyo propósito independentista abre un momento de mayor incertidumbre ante la debilidad del Gobierno central.

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La Casa del Rey tampoco aportó ninguna información respecto a si la reina Letizia siguió de algún modo el transcurso de la primera sesión judicial de Palma, en la que un miembro de la familia real, algo que no había pasado hasta ahora, se sentaba en el banquillo de los acusados.

Ni siquiera sobre cómo vivieron la jornada los padres de la infanta, los Reyes eméritos, don Juan Carlos y doña Sofía. Solo trascendió que Juan Carlos I estuvo centrado en los preparativos de su viaje a Guatemala para representar a España en la toma de posesión del presidente electo, Jimmy Morales Cabrera, cuyos actos se celebran los días 13 y 14.

Sin embargo, pese a la aparente normalidad que se vivió este lunes en La Zarzuela, el caso Nóos sigue provocando una honda inquietud en el entorno del Rey, que este lunes vivió con preocupación el impacto que el juicio estaba teniendo en los medios internacionales, en los que la imagen de la infanta era indisociable de la familia real, pese a que desde la proclamación de Felipe VI ha dejado de formar parte de ella.

Nóos ha sacudido los cimientos de la Corona y ha producido un profundo desgarro en la familia real. La institución ha perdido el blindaje del que se revistió tras el intento de golpe de Estado del 23-F, a pesar de que con la llegada al trono de Felipe VI se ha recuperado gran parte del crédito perdido. Sin embargo, la imagen de la Infanta en el banquillo en los telediarios reabre dudas acerca el papel de la Corona en los supuestos negocios irregulares de Urdangarin, así como sobre la utilidad de la institución.

Los escándalos de otras monarquías

Reino Unido. El segundo hijo varón de la reina Isabel desató la polémica al vender su residencia de campo a un magnate de Kazijistán por 19 millones de euros, 4 millones por encima del precio de salida.

Bélgica. El hijo menor de Alberto de Bélgica, Laurent, fue implicado como presunto cómplice por un oficial acusado de desviar 2,1 millones de euros de la Marina.

Holanda. El padre de la reina Beatriz, Bernardo, fue acusado de mediar en la compra de aviones de combate F-104 y embolsarse un millón de dólares.

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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