Sánchez apela a la épica para ser presidente ante el “tridente anti-PSOE”

Pedro Sánchez ha elegido Fuenlabrada, la hebilla socialista del tradicionalmente conocido como cinturón rojo del sur de la Comunidad de Madrid salvo la pasada legislatura, en la que el PP llegó a gobernar en 140 de los 179 municipios de la región, como colofón de una campaña que en teoría comenzó hace 15 días, pero que el candidato del PSOE arrancó "hace tres años", cuando la renuncia de Cristina Narbona le abrió las puertas del Congreso. Fue entonces cuando el líder del PSOE, entonces un diputado raso, se conjuró para convertirse, primero, en secretario general de los socialistas españoles en julio de 2014 y, un año después, en el aspirante de Ferraz a la presidencia del Gobierno. Un salto adelante que podría parecer imposible para cualquiera salvo para Sánchez, que dice crecerse en la adversidad y sacar lo mejor de sí mismo cuando la presión aprieta. "¡Ista, ista, ista, España es socialista!", ha sido recibido entre los vítores "presidente" de los 4.000 simpatizantes en el pabellón Fernando Martín.

Fuenlabrada, la capital de los socialistas madrileños por sus políticas sociales, con un programa de ayudas de comedor y desayuno escolar reconocido entre bambalinas por los dirigentes del PP de Madrid, o con un banco municipal de libros pionero en España, representa las políticas que el PSOE propone trasladar al Gobierno regional, que perdió en 1995.Desde entonces el PP manda en Madrid, aunque en mayo perdió, por primera vez en 20 años, la mayoría absoluta a la que Génova estaba acostumbrada. "El espíritu de Fuenlabrada te va a llevar a La Moncloa como presidente", ha enardecido a la grada Manuel Robles, una figura respetada en el PSOE madrileño, donde se le conoce como El Alcalde. Así, en mayúsculas. Así lo ha reconocido Sánchez, que ha recordado que Robles fue "el primer alcalde en toda España que abrió una oficina antidesahucios".

Los dirigentes socialistas han hecho especial hincapié en cómo el Ejecutivo de Cristina Cifuentes aprobó este jueves, a tres días de las elecciones y con el voto a favor de Ciudadanos, los presupuestos para 2016. PSOE y Podemos votaron en contra. "Ciudadanos es la derecha complaciente del PP", resumía la víspera Sanchez. "Rivera está siendo coherente con lo que ha venido defendiendo los últimos meses. Lo que hace es frenar el cambio donde puede y apuntalar al PP. Tenía la posibilidad de apostar por alguien ejemplar como Ángel Gabilondo, podíamos haber liderado ese cambio en Madrid, y no ha podido ser. Demuestra que Ciudadanos no tiene una verdadera hambre de regenerar la vida democrática en la Comunidad de Madrid, se queda en la superficie, sin entrar en los lugares de poder económico que el PP ha construido los últimos 20 años", concluía.  

"Tenemos la obligación de ganar, de no ser tibios y responder a este desafío. Unos quieren ratificar lo que hay, nosotros lo queremos rectificar. Por eso tenemos que ir en serio. Si algunos se creen que vamos en broma, no nos conocen", ha animado al "voto útil" Ángel Gabilondo, portavoz en la Asamblea de Madrid, quien ha condenado la agresión a Rajoy apelando a los "valores" del PSOE: "No queremos violencia ni un puñetazo, ¡nuestro grito no es a las armas, nuestro grito es a las aulas y a las urnas!", ha dicho ganándose la ovación de la grada.

"Siento un amor profundo por un partido que ha acogido con un cariño enorme a un intruso", ha cautivado a la grada Gabilondo, que no es militante del PSOE, mientras recalcaba, en referencia al apoyo de Ciudadanos a los presupuestos recién aprobados en el Parlamento regional, que "hay algunos que de tanta ilusión se han convertido en ilusionistas y han conseguido un cambio de 360 grados en la Comunidad de Madrid. Es decir, hemos vuelto adonde estábamos", ha enfatizado durante su intervención en un acto que estaba previsto para las 22.00 y ha comenzado con una hora de retraso. El público ha hecho tiempo entre una chocolatada y música rock mientras aguardaba la llegada del secretario general del PSOE. Sánchez ha amanecido hoy en Málaga, dado un mitin en Zaragoza al mediodía y protagonizado por la tarde el precierre de la campaña en Barcelona, la única provincia junto a Sevilla donde los socialistas fueron los más votados en la debacle de las generales de 2011. En ellas, el PSOE perdió cuatro millones de votos y obtuvo el 28,7% de los sufragios y 110 escaños.

Sara Hernández, elegida secretaria general del PSOE-M en julio en un congreso extraordinario, también ha animado a la movilización para que España "tenga el primer presidente madrileño". "Todos temen al Partido Socialista, y en base a ese temor no han dudado en mentir y no han dudado en falsear la realidad, porque saben la fuerza que impulsa al PSOE, de lo que somos capaces cuando gobernamos", ha expresado Hernández en alusión del "frente anti-PSOE" al que Sánchez y todos los dirigentes territoriales se han referido en la campaña, en la que PP, Podemos y Ciudadanos compartirían un mismo interés: debilitar al PSOE y repartirse su electorado.

Hernández, que compagina la secretaría general de la federación madrileña con la alcaldía de Getafe, ha aludido al "pacto no escrito entre las derechas, que han permitido aprobar unos presupuestos de la Comunidad de Madrid antisociales".

 Los últimos datos del CIS no auguran un buen resultado del PSOE en la región, la tercera comunidad autónoma que más escaños reparte (36) al Congreso de los Diputados tras Andalucía (60) y Cataluña (47). Con cinco diputados —la mitad que en 2011—, los socialistas se verían desplazados a la cuarta posición superados por el PP y los emergentes. Mientras los populares caerían de 19 a entre 13 y 14 escaños, Ciudadanos lograría su mejor resultado en una circunscripción con 10 diputados. Podemos le seguiría de cerca, con seis o siete escaños. Todo un hándicap para el candidato socialista, el único de Madrid además de Pablo Iglesias (Podemos). En caso de confirmarse las estimaciones del CIS, Rafael Simancas, quinto en la lista, sería el último que entraría en el Congreso. También lo haría Irene Lozano, procedente de UPyD y muy crítica con el PSOE antes de su fichaje como número cuatro. Zaida Cantera, excomandante del Ejército y sexta de la lista como independiente, y Eduardo Madina, candidato en las primarias a la secretaría general del PSOE y el séptimo colocado, se quedarían fuera. El cierre de Fuenlabrada no ha transmitido la inquietud de Ferraz, sino más bien lo contrario. "Ha sido un chute de adrenalina", resumía un dirigente de la Ejecutiva socialista que añadía, "como dice Pedro", que "España necesita vitaminas".