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Rubalcaba: “El PP siempre ha logrado fracturar a la izquierda”

El exsecretario general del PSOE cree que los candidatos de Ciudadanos y Podemos no están preparados para llegar a la presidencia del Gobierno

El despacho de Alfredo Pérez Rubalcaba (Solares, Cantabria, 1951) en la Facultad de Químicas de la Universidad Complutense llama la atención por una fotografía de gran tamaño que escenifica su despedida del Parlamento. Están de pie sus compañeros de partido. Están sentados los de IU. Y parece ser que eludieron levantarse algunos colegas del PSOE, pero la imagen final recorta el desplante y restringe el espectro de la bancada socialista tanto como las encuestas restringen ahora las expectativas de Pedro Sánchez. El sucesor de Pérez Rubalcaba también lo será en el debate televisivo de esta noche frente a Mariano Rajoy.

Pregunta. ¿Considera verosímil que el CIS haya manipulado la última encuesta, tal como denunciaba Sánchez?

Respuesta. La singularidad de estas elecciones consiste en que hay muchos españoles que dudan. ¿Votar con el corazón o con la cabeza? Habiendo tanta incertidumbre, la cocina de una encuesta también tiene un peso superior. Y este CIS está muy cocinado, con toda seguridad.

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P. ¿Y qué sensación le produce que un mal resultado como el que usted tuvo, 110 diputados, se observe ahora para el PSOE como un milagro?

R. La realidad política es muy distinta de la de entonces. Hay dos partidos nuevos en liza, emergentes. Con cosas en común. Y, aunque parezca lo contrario, implican la consolidación de la izquierda y la derecha. La aparición de Podemos ha sido contrarrestada con Ciudadanos. Izquierda y derecha, pero muy maquillados ambos. Albert Rivera pretende hacernos creer que es un político de centro, como Iglesias pretende disimular que es un comunista haciéndose pasar por un socialdemócrata. Los dos han caído en la trampa del PP.

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P. ¿Cuál es la trampa del PP?

R. Hacerlos competir no por derrotar a Rajoy sino por derrotar a Pedro Sánchez. ¿Por qué no va Rajoy a los debates? Porque no yendo, plantea un debate entre segundos. Y para confirmarlo, incluso, manda a Soraya. Su segunda. Nos demuestra que él se ha escapado del pelotón. Y que sus perseguidores se pelean entre sí, dándole a él más ventaja, disputándose la segunda plaza. Ciudadanos y Podemos han renunciado a ganar al PP. Y es el juego en que no puede entrar el PSOE.

P. ¿Está ganando Rajoy la campaña, entonces?

R. La cuestión de fondo debería ser si gobierna Rajoy o no gobierna Rajoy. Por eso sobreviene la técnica de fracturar. El PP, la derecha, siempre ha conseguido fracturar a la izquierda. O la izquierda se ha fracturado sola. Y gobierna el PP sobre esa estrategia. ¿Pagará caro Rajoy no haber ido a los debates? No pagará nada. Seamos sinceros. Ha creado la imagen de tres tipos pegándose, trasladando la sensación de que el ya ha ganado.

P. ¿Qué se juega Pedro Sánchez en su cara a cara con Rajoy?

R. Elegimos al presidente de España. Y se trata de gobernar. Desde mi escrúpulo institucional, pienso cómo serían de presidentes los candidatos. Y veo que Albert Rivera no es posible. Todo lo que dice es buñuelo, todo lo que dice es gas. Y cuando lo pinchas, aparece el contrato único. Que es lo más de derechas que se puede proponer. O nos hablan de equilibrar la ley de violencia de género, como si hubiera una simetría entre las mujeres y los hombres asesinados. Pablo Iglesias no puede ser presidente de España y defender a la vez la autodeterminación. Es incompatible. Una parte de España no se puede fracturar sin consultar a la otra. Y, en cambio, veo en Pedro Sánchez un proyecto, un equilibrio, un reformista.

P. ¿Y ve un partido detrás de él? ¿Está siendo leal el PSOE?

R. En conjunto sí. Otra cuestión es que en los partidos, sobre todo en los de la izquierda, haya debates, discusiones. Hay un sentido crítico. Y a veces se confunde la crítica con la falta de lealtad o de unidad. El PSOE está detrás de Pedro Sánchez como un reloj.

P. ¿No es una contradicción criticar a Podemos después de haber pactado con ellos y con sus plataformas afines en ayuntamientos y comunidades?

R. Hablemos de Madrid. Había que dejar gobernar a Manuela Carmena. Lo contrario, hubiera sido dejar gobernar a Esperanza Aguirre. En política no hay decisión que no tenga sus contraindicaciones, pero esta opción, como otras, se ha atenido a la normalidad. Como ha ocurrido con Podemos apoyando al PSOE en otros escenarios. Por eso Iglesias se contradice cuando no reconoce que hay ya una izquierda.

P. ¿Comprende a los socialistas que dudan votar a Podemos?

R. Entiendo que haya dudas entre votar al PSOE o Podemos. Pero hay que repensarlo. Sobre todo por la mutación de Iglesias. Ha pasado del comunismo, el anticapitalismo, antieuropeísmo y el antiatlantismo, a la socialdemocracia danesa. Es un salto en el vacío. A un presidente hay que pedirle solvencia. Es difícil de aceptar que se confunda autonomía con autodeterminación (se refiere Rubalcaba al desliz de Iglesias con el referéndum andaluz en el debate televisado de Atresmedia), que es como si yo confundo el carbono con el boro. Esta mal no saber mencionar a Kant. Y me parece una expresión muy machista la operación Menina, como me sorprende la manera en que tratan de borrar las huellas de su relación con Maduro o Chávez.

P. ¿Comprende a los socialistas que dudan votar a Ciudadanos?

R. Se entiende mal. Rivera es muy conservador detrás de las capas de maquillaje. Ahí está la prueba del contrato único, de acuerdo con el cual cuanto antes echas a un empleado, más barato te sale. Es una barra libre para los empresarios. El no va más de la derecha laboral. A Rivera no hay que escucharlo. Que habla bien. De Rivera hay que leer su programa.

P. ¿Puede ganar Pedro Sánchez las elecciones? Las encuestas lo contradicen unánimemente.

R. Las encuestas se han convertido en gigantescas máquinas de crear opinión. Pero fallan. Y más pueden hacerlo en un estado psicopolítico como el actual, Aquí se trata de resolver tres crisis superpuestas. La económico-social. La institucional, que empieza en los propios partidos. Y la territorial, con Cataluña en el centro. ¿Quién está mejor preparado? Yo digo que Pedro Sánchez.

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