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El debate de EL PAÍS consolida las opciones de cambio para el 20-D

Sánchez, Rivera e Iglesias han intercambiado ataques, han confrontado sus propuestas y han discrepado sobre yihadismo, política territorial, economía y regeneración

Foto: reuters_live | Vídeo: Uly Martín

Los tres candidatos del cambio, Pedro Sánchez (PSOE), Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias (Podemos), han confrontado durante casi dos horas sus propuestas en el debate organizado por EL PAÍS, el primero en Internet entre líderes con posibilidad de llegar a La Moncloa. Los tres han expuesto una batería de propuestas en todos los bloques analizados, pero también han mantenido agrios enfrentamientos cruzados, aunque dentro de un tono y un estilo nuevos con gestos como, por ejemplo, el tuteo entre los tres o el uso del nombre de pila. Hubo enfrentamiento entre Sánchez y Rivera cuando el primero ha identificado a Ciudadanos con la derecha y el PP, y entre el socialista e Iglesias cuando este ha insistido en la presencia de exaltos cargos del PSOE en consejos de administración de grandes empresas.

Los tres aspirantes a ser alternativa al PP protagonizaron un debate con propuestas, vivo, ágil, sin el encorsetamiento de los anteriores y ante el atril vacío de Mariano Rajoy, candidato del PP, que se negó a participar. Los tres candidatos del cambio consolidaron sus opciones y dejaron al presidente del Gobierno fuera del escenario, al menos de forma momentánea y por su propia voluntad. Iglesias y Rivera pugnaron por la bandera de la nueva política y se esforzaron en intentar identificar al PSOE con el PP y atribuir a los socialistas muchas de las disfunciones del sistema al cuestionar su credibilidad. Sánchez procuró presentarse como el líder del partido que más tiempo ha gobernado en España y que levantó el Estado de bienestar. "Los socialistas somos los arquitectos del Estado de bienestar", ha asegurado el candidato socialista.

Y el socialista y el de Podemos coincidieron en buscar empujar al de Ciudadanos hacia la derecha. Ninguno de los tres cometió ningún error grave y los tres pudieron poner en funcionamiento sus estrategias preparadas.

Entre el orgullo, la derecha y los socialistas de corazón

Pedro Sánchez: “El contrato único de la derecha de Albert Rivera supone precarizar más el mercado de trabajo”.

“Francia puede contar con la solidaridad de España en la lucha contra el terrorismo”.

“Los socialistas somos arquitectos del Estado de bienestar. Me siento orgulloso de lo que hemos hecho”.

Albert Rivera: “Europa luchó unida contra el fascismo y ahora toca para ganar a los terroristas estar unidos, con consenso y mandato de la ONU”.

“No he oído ni una sola propuesta sobre empleo de PSOE y Podemos, solo la crítica de lo que ha hecho el PP. No podemos volver a la locura del PP y el PSOE”.

“Hay que hacer un pacto por la educación. No basta con derogar lo que ha hecho mal el PP. Ya está bien de leyes que hace uno y otro partido”.

Pablo Iglesias: “El PSOE es distinto cuando hace campaña y cuando gobierna. Apelo a los socialistas de corazón”.

“Adiós 1978, hola 2016”.

“En Afganistán, Irak, Yemen, Siria no sirvieron para nada los bombardeos. Rivera está con Aznar y Sanchez no está con Zapatero. Convocaría un referéndum”.

La primera discrepancia se ha producido en el bloque referido al yihadismo y la posibilidad de que España tenga que intervenir en un conflicto bélico en Siria y Libia. Rivera ha explicado que con consenso y con respaldo de la legalidad internacional de la ONU es preciso ayudar a Francia. Sánchez también ha defendido el apoyo a Francia y ha recordado que el PSOE cambió la ley para que sea necesaria la autorización del Parlamento. Iglesias se ha desmarcado de los dos, explicando que los bombardeos no sirvieron para nada en Afganistán, Siria, Yemen o Irak y comprometiéndose a celebrar un referéndum antes de actuar.

En este punto llegó el primer ataque directo de Iglesias a sus dos oponentes al identificar a Rivera con Aznar y la Guerra de Irak y al contraponer la posición de Sánchez con la de José Luis Rodríguez Zapatero, reacia a las intervenciones militares.

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En el siguiente bloque, el de las propuestas económicas, el principal punto de disconformidad ha sido el compromiso de Rivera para establecer un contrato único. Tanto el líder del PSOE como el de Podemos rechazaron esta idea con el argumento de que se trata de una propuesta de derechas. Las propuestas económicas del líder de Ciudadanos fueron el complemento salarial, el contrato único, la reforma del régimen de los autónomos, la rebaja del IRPF y el cambio del modelo laboral". Las de Iglesias la lucha contra el fraude fiscal, la bajada del IVA, impuestos a transacciones financieras y la renovación del modelo productivo, con uso de energía limpia y renovable.

Sánchez se ha comprometido de nuevo a derogar toda la reforma laboral del PP y ha hablado de un "proyecto claro, progresista y realista" y la protección de los desempleados sin prestaciones, además de exponer lo que calificó de logros del PSOE en el estado de bienestar.

El cruce de reproches en este caso vino del rechazo al contrato único propuesto por Ciudadanos y el intercambio entre Iglesias y Sánchez. El líder de Podemos puso en duda las propuestas de Sánchez y acusó al PSOE de hacer propuestas en campaña que luego no cumple en el Gobierno. Y el socialista respondió con ironía: "Pablo quiere hacer lo que hicimos nosotros hace cuatro años".

"¿Con consejos y puertas giratorias o sin ellas?", le contestó el líder de Podemos en un primer asalto entre ambos sobre la salida de los socialistas de la actividad pública. El choque siguió cuando Iglesias reprochó a Sánchez que la exministra Trinidad Jiménez vaya al Consejo de Administración de Telefónica y el socialista lo negara. Y mucho más adelante cuando el líder del PSOE recordó al de Ciudadanos que fue a unas elecciones con la formación ultraderechista Libertas. "Rivera no es de derechas, es de lo que haga falta", ha rematado Iglesias.

Han coincidido en proponer acabar con el voto rogado de los emigrantes y en un plan de retorno de los jóvenes que han tenido que irse a trabajar al extranjero. El líder de Ciudadanos ha aprovechado su propuesta de acuerdo nacional para la educación para reprochar al PP y al PSOE las sucesivas leyes. "No basta con derogar lo que ha hecho mal el PP", le ha dicho Rivera a Sánchez. El socialista también ha atacado a Rivera por proponer en su programa copagos.

Otro de los puntos de enfrentamiento ha sido el de la política territorial. Rivera ha expuesto su idea de España en la que se aplica la ley frente al independentismo; Sánchez su oferta de reforma constitucional e Iglesias su compromiso de referéndum en Cataluña. "Ciudadanos tiene que ganar las elecciones el 20 de diciembre para decirle a Mas que hasta aquí hemos llegado", ha asegurado Rivera. Sánchez ha aprovechado para arremeter contra Iglesias: "Ninguna constitución recoge el derecho de autodeterminación, salvo el de la URSS, tu modelo, Pablo". "Ese es argumento de la caverna mediática", ha respondido el líder de Podemos, utilizando como referencia el referéndum de Escocia aprobado por el británico conservador David Cameron.

El capítulo de regeneración democrática terminó con un duro cruce entre los tres, arrojándose a la cabeza casos y actuaciones de cada uno. Ha abierto Rivera con propuestas como el fin de los aforamientos o listas abiertas, entre otras, que se recogerían en un pacto contra la corrupción. Sánchez se ha comprometido a que se persiga toda la corrupción "afecte a quien afecte".

Iglesias ha insistido en la crítica a las puertas giratorias y el proceso revocatorio de altos cargos, entre otros, y ha incluido un reproche al PSOE: "Los que nos han metido en casos como la Púnica o los ERE no pueden librarnos de la corrupción". Y el socialista ha atacado a Rivera por apoyar al PP en la Comunidad de Madrid, donde se han producido numerosos casos de corrupción. También por tener como asesor a Luis Garicano que estaba en el consejo de administración de un banco intervenido.

Rivera contestó también con la referencia a los ERE; Iglesias con el apoyo de Ciudadanos al PSOE en Andalucía; Sánchez al de Podemos por tener por cabeza de lista por Jaén a alguien condenado por pegar a un concejal e Iglesias al primero por tener a un diputado autonómico en Madrid acusado de falsificar su currículum.

En el cierre, en el llamado minuto de oro, Rivera ha apelado a "recuperar el orgullo de ser español con un nuevo proyecto común para España"; Iglesias ha pedido que se lean los programas y se diferencie entre "inmovilistas y los que quieren cambio" y Sánchez ha reivindicado los "avances logrados juntos con gobiernos socialistas para liderar la España de las oportunidades, porque sabemos hacerlo y vamos a volver a hacerlo".

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