El español localizado en Italia tras 17 años de búsqueda desaparece otra vez
Carlos Sánchez Ortiz de Salazar vivía como un ermitaño en un bosque de la Toscana
Su familia lleva buscando a Carlos Sánchez Ortiz de Salazar desde hace 17 años y hace unos días creía haberlo encontrado en Italia, donde vivía como un ermitaño en un bosque. Sin embargo, tendrá que seguir su búsqueda, ya que ha vuelto a desaparecer.
Carlos vivía en una especie de refugio fabricado a partir de una tienda de campaña en una zona alejada de todos en el bosque de Scarlino, una pequeña localidad de la Toscana, en el centro de Italia. Hace unas semanas fue localizado por unos buscadores de setas que aseguraron que, en el encuentro, Carlos les mostró algunos documentos que indicaban que era español. En concreto, un carné de la biblioteca y otro de la Facultad de Medicina de Sevilla de este antiguo psiquiatra de 46 años, y que huyó de casa cuando tenía 26.
"Soy español, mi nombre es Carlos y vivo aquí desde hace 20 años. Ahora tengo que volver a marcharme”, les dijo a los excursionistas, que narraron lo sucedido al Corriere della Sera.
Ante la noticia, la madre y el padre de Carlos Sánchez viajaron este mismo fin de semana a Italia, según ha informado a EFE Antonio La Scala, director de la Asociación italiana Penelope, que da apoyo a las familias de desaparecidos y ha seguido este caso. Sus familiares visitaron su pequeño refugio en una zona que se asoma al mar entre cala Violina y Scarlino y, según fuentes de esta asociación, "se emocionaron mucho" al ver el lugar.
La Scala ha explicado que volver a localizarlo será una tarea difícil, ya que esta persona ha vuelto a desaparecer y desde hace 15 días no se tienen noticias sobre su paradero.
Los habitantes y agentes de policía de la localidad toscana han asegurado a la familia española que en el momento en el que lo vuelvan a ver hablarán con él y le explicarán la situación, mientras los padres han asegurado "que solo quieren verle y que le dejarán tranquilo".
Carlos Sánchez Ortiz de Salazar, natural de Bilbao, se ausentó de su último domicilio en Cazalla de la Sierra (Sevilla) y no tenían noticias de él desde el 13 de abril de 1998, según consta en el Boletín Oficial del Estado español. Carlos, que se había licenciado como médico, desapareció de casa a los 26 años y, debido al tiempo que ha pasado, ha sido declarado oficialmente muerto.
Tanto la Guardia Forestal como los vecinos del pueblo le habían visto en alguna ocasión merodeando por los alrededores desde hace unos seis años y lo describen como una persona tranquila, que no quería hablar.
