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Radicalización exprés: De roquera a yihadista en menos de un año

La última detención de una mujer española captada por el ISIS evidencia la eficacia de la campaña del Estado Islámico y la rapidez de la conversión al islamismo más extremo

Patricia Ortega Dolz
La joven onubense de 22 años detenida cuando intentaba viajar a Turquia.
La joven onubense de 22 años detenida cuando intentaba viajar a Turquia.Julián Pérez (EFE)

Maria Ángeles no tenía uno sino tres pretendientes. Tres combatientes del Estado Islámico (ISIS en sus siglas en inglés) que la mantenían enganchada a su ordenador desde hacía meses. En su cuarto, en la casa de su madre de Almonte (Huelva), a escondidas y a puerta cerrada, se transformaba en Maryam Al-Andalusiya (María de Andalucía), una joven de 22 años que se había convertido al islam en secreto, en una mezquita de Sevilla en abril de 2015, y que se dejaba seducir por las palabras —en inglés— y la imagen de unos hombres barbudos que le prometían una vida en “el paraíso de los hermanos”.

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“Hablaban —con mensajes encriptados— de la responsabilidad de Occidente en el conflicto sirio, de la importancia de las mujeres en el nuevo estado”, cuentan los investigadores.

En menos de un año, y sin salir de casa, pasó de colgar en sus perfiles de las redes sociales vídeos de Metallica, uno de sus grupos musicales preferidos, a lecciones de cómo ponerse el hijab (velo) con estilo. Con esa vestimenta islámica, tras un proceso de “radicalización exprés”, fue detenida el pasado miércoles en el aeropuerto de Barajas, cuando estaba a punto de subirse a un avión con destino a Estambul (Turquía). Aparte de un Corán en español —sólo le había dado tiempo a recibir algunas clases particulares de árabe—, llevaba varias direcciones y teléfonos de quienes, ya en Turquía, la ayudarían a cruzar la frontera siria para reunirse con sus captores en el califato de Abu Bakr al-Baghdadi.

Tres combatientes la mantenían enganchada a su ordenador

Su caso ha alertado especialmente a los investigadores de la lucha contra el terrorismo islamista de la Guardia Civil por la rapidez y la radicalidad de la conversión: “Es relativamente comprensible que una mujer de cultura islámica pueda dar un paso hacia el radicalismo, pero una chica cristiana, de una familia normal, que no sabe nada de cultura islámica... Es como pasar del estado sólido al gaseoso y en tiempo récord”. A su juicio, el caso evidencia la brutal campaña que está llevando a cabo el ISIS en las redes sociales —tienen unos 44.000 perfiles en Twitter— para sumar mujeres a sus filas y dar estabilidad con la creación de familias a ese autodenominado estado que, en cuestión pocos años y sembrando el terror a su paso, se ha anexionado de buena parte de Irak y Siria. El último número —el undécimo— de la revista Dabiq, editada digitalmente en varios idiomas por el ISIS, incluye por primera vez un mensaje para las mujeres y ensalza su rol de madres y esposas para hacer la Yihad.

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Pasó de colgar videos de Metálica a lecciones de cómo ponerse el 'hijab'

En España son ya 18 —según las últimas cifras actualizadas del Real Instituto Elcano— las mujeres que han sido detenidas como captadoras o captadas desde que comenzase la vertiginosa escalada del califato en 2013. De ellas otras dos eran conversas, como una chilena que detuvo la policía en Barcelona que se había “enamorado” de un muyahidín afincado en Siria pero de origen francés. La casuística de contactos es infinita en un mundo global en el que ya se habla de Internet como el sexto continente. Hasta 2012 no había ninguna condenada por yihadismo. Ahora hay 13 en prisión, según el juez de la Audiencia Nacional, José Luis Castro.

En la intimidad de su habitación Maryam al-Andalusiya vivía otra vida. Y aunque nadie de la familia sospechó nada, su hermano reconoció a los agentes que la había visto viendo vídeos de terroristas. “Está rara, pasa mucho tiempo con el ordenador”, les contó una compañera del instituto Doñana donde estudió. La venían “monitorizando” desde hace casi un año, tras observar contactos con direcciones “de riesgo”.

El lunes pasado salió de casa “con ropa normal”. Cogió un autobús a Sevilla. Y después otro hacia Madrid. Al llegar a Barajas ya llevaba un pañuelo negro hasta los pies y un billete de turista sólo de ida. “Habría dado igual que hubiese reservado también la vuelta, ninguna ha regresado”, aseguran los investigadores. Nuevas cuestiones se abren paso en el seno de este caso: ¿Es víctima o verdugo? ¿Es detención o salvación?

Un cinturón de explosivos como 'dote'

P.O.D.

Se habían conocido por Internet, pese a haber sido vecinos toda la vida. Ella vivía en Ceuta. Él, antes de unirse al Estado Islámico, en Castillejos (Marruecos). Ella tenía 20 años y estaba en paro. Él ocho más. Ambos cayeron en la cuenta de que tenían conocidos comunes cuando empezaron a chatear. Él le contó las maravillas de "una vida libre" con la Sharia (ley islámica) como único código. Le explicó las condiciones de ese "paraíso" en el que las mujeres desempeñaban un papel fundamental, como garantes de la familia y de la moral que reinaba en ese nuevo "estado" idílico creado por "el califa de los musulmanes" Abu Bkr Al-Baghdadi. Ella compró el lote romántico completo. Sintió que se enamoraba, que su vida cobraba sentido. Y, a los pocos meses, en abril de 2014, se casaban por poderes, bajo el rito y los parabienes de un imán afincado en Siria. Él, a modo de dote, le regaló un cinturón de explosivos. Ella viajó a Casablanca y emprendió su viaje más radical. Su primer hijo nació ya hace más de un año en el califato.

Es una de las diez historias de jóvenes españolas (o residentes en España) de las que tienen constancia los servicios de Información de la Policía Nacional, gracias a los contactos que mantienen con conocidos o familiares. Desde 2013 la policía ha detenido a 14 mujeres. Reclutadoras y reclutadas. Y se estima que unas 550 —de entre 14 y 32 años— de toda Europa han alcanzado ya los territorios del ISIS.

Fuentes policiales de la lucha antiterrorista reconocen que en estos momentos existe una clara campaña por parte del Estado Islámico para incluir elementos femeninos en sus filas. Hablan de “un canal de comunicación muy potente” y de la “posible existencia de un aparato de hombres dedicado a captar mujeres, como mecanismo de trabajo pensado y necesario para ellos, son procesos sistemáticos que van cobrando intensidad progresivamente, desde el momento en que empiezan a ser observadas hasta que chatean en foros restringidos o personalmente, mediante mensajes de WhatsApp”.

El papel de la mujer es doble. De un lado, son las garantes de la familia y, en consecuencia, del crecimiento de la organización terrorista. “Son esposas y/o esclavas sexuales”, señalan las mismas fuentes. Pero el mensaje de “la familia”, cala: “Van convencidas de que están haciendo lo correcto”. Y, por otra parte, se han convertido en vigilantes de la moral, en educadoras y adoctrinadoras, una especie de policía de la moral o de inquisición. De hecho —así lo señalan los últimos estudios británicos—, existe una brigada compuesta solo por mujeres y denominada Al-Khanssaa para defender rígidamente la Sharia. De momento la lucha armada sigue estando vetada para ellas.

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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