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Primer consejo de Rajoy a los jóvenes: “Hablad bien de España”

El líder del PP usa la alianza de 700 cooperativistas de Mora como metáfora ante la incertidumbre de la desaunión en Cataluña

Javier Casqueiro

El PP improvisó ayer viernes un acto para hoy de Mariano Rajoy en Mora de Toledo, cerca de la residencia oficial de Quintos de Mora, en la que suele pasar puentes y fiestas, para lanzar algunos mensajes en su gira de precampaña por toda España ante las elecciones generales del 20 de diciembre. El formato fue una supuesta charla del presidente-candidato con un grupo de 100 jóvenes en el centro de cultural de una población de 11.000 habitantes donde el PP suele arrasar en las urnas. Es decir, un foro cómodo. Muy confortable. Los chicos le preguntaron sobre todo por su futuro. Rajoy les alentó en primer lugar a hablar "bien de España". Luego utilizó su visita a una cooperativa de aceite local, que congrega a 700 agricultores locales, para hacer una metáfora de que con la unión de todos Cataluña evitó "la bancarrota" y ahora nos irá mejor a todos.

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El presidente del Gobierno tiene ya una agenda tan apretada que hasta en el único puente festivo que tenía programado hasta enero se reservó un hueco para lanzar un mitin. Eso sí, en territorio amigo. Rajoy ha visitado esta mañana una cooperativa aceitera en Mora de Toledo, donde el PP dispone de 10 de sus 17 concejales, y en una comarca agrícola en la que sumó el 40% de los votos en las últimas elecciones autonómicas, donde perdió el poder en la comunidad. El acto fue tan improvisado a última hora que hasta imposibilitó la presencia de la líder del PP en esa región, María Dolores de Cospedal, que se ausentó por motivos personales.

Rajoy comentó que se lo había pasado "pipa" durante la mañana y usó la fusión de los 700 cooperativistas locales para subrayar, ante el escenario que se vive en Cataluña, que "la unión hace la fuerza y la división lleva a la bancarrota y a las malas noticias".

El presidente-candidato piensa realizar una larga precampaña por toda España, con la idea de pisar el terreno que considera real de los ciudadanos y votantes, fuera y alejado de las cuitas de Madrid, porque entiende que en esos foros se puede explicar mejor y ser más entendido sobre todos los retos que ha tenido que afrontar en esta difícil legislatura. Una población agrícola como Mora de Toledo es en esa estrategia un escenario perfecto.

El líder popular se agarró a los últimos datos de las agencias de calificación de deuda sobre la situación económica de España, que auguran tiempos optimistas frente al pesimismo para Cataluña. Y fue ahí cuando enfatizó su "moraleja" de que "la gente necesita seguridad y certidumbre y no cambios radicales" que "rompan la baraja" y que según su criterio "generan problemas mayores, incertidumbres e inestabilidad".

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El encuentro se pensó para que los chavales le plantearan al presidente directamente algunas de sus inquietudes. No le pusieron, desde luego, en apuros. El primero que habló le animó para que convenciera a los chicos que están fuera de España para que voten el 20-D. Rajoy soltó su mitin, justificó sus acciones de estos años críticos y prometió una Formación Profesional mejor. Fue en ese punto cuando cuestionó que puedan volver tras las elecciones las políticas del pasado y marcha atrás que siempre achaca al PSOE pero también advirtió contra las nuevas opciones "que aparecen ahora por todas partes". Sobre Ciudadanos, una fuerza en auge que nunca menciona, contrarresta que el PP sí es un partido de verdad, de bases, que está en toda España implantado y que no se creó en un plató de televisión.

Para Rajoy, el PP es un partido "solvente, serio, y con experiencia que se renueva constantemente". Luego le interrogaron sobre la importancia que da a la agricultura. Y la consideró un sector prioritario, el segundo en exportaciones con la industria del automóvil. También le planteó Mónica los problemas de la burocracia para facilitar la tarea a los emprendedores y Pablo las carencias educativas del país. Fue Irene, al final, la que contó su experiencia en Finlandia, donde cursó magisterio, y donde sus amigos siempre identificaban a España con un país de "sol, playa, crisis y desempleo". A Rajoy ese símil le molestó. Y aconsejó a la joven a que para empezar a cambiar esa percepción de España lo primero que hay que hacer es "hablar bien" pese a la "tendencia" que observa de "castigarnos, ver lo mal que va todo y considerarnos inútiles".

El presidente del Gobierno sacó ahí todo el catálogo de la marca España para presumir de que es el país con más visitantes de Erasmus, el segundo receptor de turismo, el segundo en líneas de Alta Velocidad, con un sistema universal y gratuito de sanidad y de educación, con un 40% de gasto en pensiones, con atención gratis a los enfermos de ébola y un largo etcétera. Y acabó: "Yo creo que el juicio justo ya no es tanto lo que está mal, porque vivimos en un gran país, somos una gran nación, y vamos a recordar las cosas buenas".

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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