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Bruselas investiga la alteración de la declaración de Juncker sobre Cataluña

La Comisión confirma que el presidente contestó al eurodiputado Santiago Fisas que a la institución no le corresponde pronunciarse sobre la organización interna de los Estados

Claudi Pérez
El Presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en Estrasburgo (Francia), el 9 de septiembre de 2015.
El Presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en Estrasburgo (Francia), el 9 de septiembre de 2015.FREDERICK FLORIN

Bruselas no ha negado al Parlamento catalán su capacidad para declarar la independencia. La Comisión Europea ha atribuido hoy a "un error interno" la respuesta a la Eurocámara de su presidente, Jean-Claude Juncker, en la que advertía que un parlamento autonómico no puede declarar unilateralmente la independencia de una parte del territorio de un Estado miembro. Bruselas ha reconocido hoy que hay dos versiones (en castellano y en inglés) de esa respuesta parlamentaria de Juncker. La única versión correcta es la inglesa, según fuentes comunitarias. Y en ella Juncker se lava las manos: "No le corresponde a la Comisión manifestar su opinión sobre cuestiones de organización interna relacionadas con las disposiciones constitucionales de un Estado miembro en particular". Bruselas investiga qué ha pasado exactamente con la alteración.

Respuesta de Juncker en inglés

No le corresponde a la Comisión manifestar su opinión sobre cuestiones de organización interna relacionadas con las disposiciones constitucionales de un Estado miembro en particular.

Bruselas, sin embargo, envió "por error" de un funcionario una segunda versión en castellano mucho más extensa y con mayor enjundia, publicada por este periódico, en la que niega a un Parlamento autonómico la validez legal de la declaración de independencia. El argumento se basa en que "la determinación del territorio de un Estado miembro está únicamente establecida por el Derecho constitucional nacional, y no por una decisión de un Parlamento autonómico contraria a la constitución de dicho Estado".

"Esa versión en castellano nunca debió enviarse", ha reconocido el portavoz de Juncker, Margaritis Schinas. El citado portavoz, sin embargo, reitera que la posición de Bruselas sobre Cataluña no ha cambiado un ápice desde 2004, tal y como aseguró la semana pasada. "Si una región se independiza de un Estado miembro los tratados dejarán de aplicarse en ella por el hecho de esa independencia", ha reiterado a este diario. "Se convertiría de nuevo en un país tercero y debería solicitar su ingreso" en el club, según la tesis que mantiene el Ejecutivo comunitario desde los tiempos de Romano Prodi como presidente, y que luego han reiterado tanto José Manuel Barroso como los portavoces de Juncker.

Respuesta de Juncker en la versión española que se publicó ayer

No le corresponde a la Comisión manifestar su opinión sobre cuestiones de organización interna relacionadas con las disposiciones constitucionales de un Estado miembro en particular.

La Comisión recuerda en este contexto que, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 4, apartado 2, del TUE, la Unión debe respetar la «identidad nacional [de los Estados miembros], inherente a las estructuras fundamentales políticas y constitucionales de éstos, también en lo referente a la autonomía local y regional. Respetará las funciones esenciales del Estado, especialmente las que tienen por objeto garantizar su integridad territorial». La determinación del territorio de un Estado miembro está únicamente establecida por el Derecho constitucional nacional, y no por una decisión de un Parlamento autonómico contraria a la constitución de dicho Estado.

Aun así, el brazo ejecutivo de la UE se ha desmarcado al 100% de la respuesta en español y ha resaltado que habrá una investigación para encontrar a los responsables del error, justificado por el hecho de que Bruselas trabajaba con "varios borradores" y al final decidió decantarse por la versión en inglés.

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La oficina del eurodiputado de CiU Ramon Tremosa detectó la diferencia entre las dos versiones en ambas lenguas. La Comisión Europea se ha limitado hoy a subrayar que la única versión "verdadera", según fuentes comunitarias, es la inglesa, y ha anunciado la puesta en marcha de una investigación.

Bruselas envió la respuesta en español al eurodiputado catalán Santiago Fisas (PP), que no ha recibido aún ninguna explicación por parte del Ejecutivo comunitario acerca de las divergencias entre las dos versiones, según fuentes del PP europeo. Ambas respuestas, en los dos idiomas, han desaparecido de la web del Parlamento Europeo.

Ante esta confusión, que según fuentes de la Eurocámara es la primera de estas características en aproximadamente 6.000 preguntas parlamentarias que se han efectuado en 2015, la representación catalana ante la UE ha emitido un comunicado en el que exige a la Comisión que investigue y clarifique cuanto antes "cómo, dónde y por quién se ha llevado a cabo esta manipulación".

Cuando un europarlamentario hace una pregunta a la Comisión puede utilizar su propia lengua materna, en cuyo caso el órgano Ejecutivo de la UE debe responder en ese mismo idioma que, en este caso, era el español que se traduce al inglés. Una vez Bruselas aprueba la respuesta, le llega automáticamente al eurodiputado. La Comisión es la responsable de las traducciones de sus propias respuestas, que se introducen en un sistema informático que las remite directamente a la Eurocámara.

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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