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Margallo y Junqueras preparan un cara a cara para el día 23

El ministro de Exteriores aparca su propuesta de reforma constitucional

Miguel González

El líder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Oriol Junqueras, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, protagonizarán el que puede ser debate estrella de la campaña electoral catalana, aunque el primero ocupa el quinto puesto de la lista Junts pel Síy el segundo ni siquiera se presenta. Ambos praparan ya el cara a cara que mantendrán el día 23 sobre la situación internacional en que quedaría una hipotética Cataluña independiente.

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Margallo aseguró el pasado jueves que la independencia unilateral dejaría a Cataluña fuera de la ONU y la UE y Junqueras le retó a explicar “en qué tratado, directiva o simple artículo se habla de la exclusión automática de un territorio” que ya forma parte de la Unión. Margallo recogió el guante y aceptó el reto. “Hay que debatir con quien manda”, argumenta el ministro.

El ministro ha restado importancia este martes a las críticas que ha recibido desde su propio partido y al desmarque del Gobierno de su propuesta de reforma constitucional para facilitar el encaje de Cataluña en España y un nuevos sistema de financiación para las comunidades autónomas.

“Roma locuta, causa finita” [Roma ha hablado, caso cerrado] , ha dicho Margallo a su llegada al Congreso para defender los presupuestos de su departamento, aludiendo a que el presidente Mariano Rajoy ya ha dicho que no se dan las condiciones para un reforma constitucional, opinión que él comparte, y que el nuevo sistema de financiación autonómica queda para la próxima legislatura. Ante esa declaración, ha añadido, a él solo le queda ponerse “en primer tiempo de saludo”.

Eso sí, ha reivindicado su derecho a expresar sus opiniones personales “en un momento en que lo importante es evitar el suicidio de Cataluña y un daño enorme para España” y ha añadido que el hecho de que estas sean o no recogidas por otros le resulta “indiferente”. Sí ha querido matizar, no obstante, que la reforma constitucional que defendió tenía dos condiciones: que se consiga “un consenso similar al del 78”, cuando se aprobó la Carta Magna, y que se haga “por los procedimientos previstos en la Constitución”. En estos momentos, ha reconocido, “no se dan esas condiciones y no estoy nada seguro de que se den en el futuro”.

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En realidad, las ideas que expuso el ministro el pasado jueves ya las ha defendido públicamente en numerosas ocasiones, con escaso eco; la diferencia es que lo hizo en Barcelona y en vísperas del arranque de la campaña del 27-S, introduciendo una voz discordante dentro del discurso monocorde de dureza que el PP quiere transmitir a los electores. En el acto, no obstante, estaba el candidato popular a la Generalitat, Xavier García Albiol, quien no expresó ningún malestar.

 

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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