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Los nuevos grupos reabren el debate de la utilidad del Senado

Barberá, Rudí y Fabra se unen a la Cámara tras perder las elecciones

J. J. M.
Alberto Fabra, Rita Barberá y José Ramón Bauzá, en el Senado.
Alberto Fabra, Rita Barberá y José Ramón Bauzá, en el Senado. Juan M. Espinosa (EFE)

Rita Barberá (67 años), Luisa Fernanda Rudi (64) y Alberto Fabra (51), todos ellos cargos del PP derrotados en las elecciones municipales y autonómicas del 24-M, se estrenaron ayer como senadores. Su llegada a la Cámara Alta coincidió con la de los representantes de Ciudadanos y Podemos, que plantean reformas que conviertan a la institución en “una verdadera cámara de representación territorial” y coinciden en su pretensión de reducir el número de representantes.

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La Cámara Alta, que consumirá 52 millones de euros de las arcas públicas en 2015, completó ayer la renovación de una veintena de miembros tras la cita electoral de mayo. Que sus nuevos integrantes consoliden la tendencia a incorporar al Senado a los expresidentes autonómicos del PP y del PSOE —tienen acta, por ejemplo, José Montilla (Cataluña); Joan Lerma (Valencia); Juan José Lucas (Castilla y León); Marcelino Iglesias (Aragón); Pedro Sanz (La Rioja) o Francesc Antich y José Ramón Bauzá (ambos de Baleares)— disparó las críticas de los partidos emergentes. En consecuencia, los nuevos senadores llegaron precedidos por la polémica y listos para defender su capacidad de trabajo.

Tanto Fabra, expresidente de la Comunidad Valenciana, como Barberá, que fue alcaldesa de Valencia durante más de 20 años, coincidieron en señalar que el Senado no es una “cámara de elefantes” y defendieron sus años de gestión como “un aval”. “La renovación política no es un problema de gente joven nada más”, argumentó Barberá. “Estamos en una madurez importante para voltear la política”, añadió.

“A lo mejor se han sentido aludidos por la expresión cementerio de elefantes, o por la de retiro espiritual, pero lo importante no es la edad”, opinó el senador Tomás Marcos, de Ciudadanos, al que ayer se unió Luis Crisol, de 67 años. “Lo que importa es si vienen con proyectos de reforma para el Senado. ¿Sí o no?”, continuó el representante del partido de Albert Rivera, que ha formado una comisión de expertos para estudiar el futuro de la institución. “Pues no. En cuatro años de mayoría absoluta del PP, no lo han hecho. Tienen experiencia, pero lo penoso es que la utilizan para seguir haciendo lo mismo”, lamentó.

La Cámara, por otra parte, aprobará hoy la reforma de la ley de enjuiciamiento criminal (Lecrim), que cambia el término “imputado” por “investigado” en una primera fase y por “encausado” si se mantiene la acusación a medida que avanza la investigación. Este mes, además, el Senado afronta la polémica votación de la reforma de la ley del aborto, en la que un grupo de senadores del PP ya ha anunciado que se posicionará en contra de su formación.

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Sobre la firma

J. J. M.
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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