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España se queja a Venezuela por los insultos de Maduro a Rajoy

Exteriores traslada su malestar al embajador de Caracas en Madrid

Miguel González
Nicolás Maduro toma una taza de café durante su visita a la sexta Feria del Libro en Caracas este sábado.
Nicolás Maduro toma una taza de café durante su visita a la sexta Feria del Libro en Caracas este sábado.CARLOS GARCIA RAWLINS (REUTERS)

La incontinencia verbal del presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha vuelto a colmar la paciencia del Ministerio de Asuntos Exteriores, que ha convocado en la tarde de este lunes al embajador de Caracas en Madrid, Mario Isea, para trasladarle su “rechazo y malestar por los inaceptables insultos” contra el presidente español, Mariano Rajoy. En una intervención televisada, el pasado sábado, a propósito de la crisis griega, Maduro calificó al presidente español de “sicario del pueblo” y añadió que la ley de Seguridad Ciudadana es “una puñalada a la democracia que ha dado Rajoy a nombre de Franco con la ley mordaza”.

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El embajador venezolano ha sido recibido por el director general para Iberoamérica, Pablo Gómez de Olea, quien le ha trasladado “el firme rechazo y el malestar del Gobierno español por las afirmaciones y calificativos injuriosos” contra Rajoy. La Oficina de Información Diplomática ha difundido una nota en la que lamenta además que Maduro “recurra reiteradamente a afirmaciones irrespetuosas que en nada ayudan a mejorar la relación”.

No es la primera vez que Exteriores convoca al embajador venezolano para quejarse de los improperios de Maduro. Ya lo hizo el pasado 15 de abril, cuando el presidente venezolano traspasó la línea roja de la descalificación personal tachando de “racista” a Rajoy. Una semana más tarde, las relaciones entre ambos países llegaban a su punto más bajo con la llamada a consultas del embajador español en Caracas, Antonio Pérez-Hernández, después de que Maduro insistiera en acusar a Rajoy de apoyar el terrorismo en Venezuela y formar parte de una conjura internacional contra su Gobierno.

A principios de mayo, tras unas declaraciones conciliadoras de Maduro, España mandó de vuelta a Caracas a su embajador. Venezuela, por su parte, mantuvo al suyo fuera de Madrid desde octubre hasta febrero pasados. El detonante del nuevo encontronazo diplomático ha sido la reciente visita de una delegación parlamentaria española a Caracas, integrada por los senadores Dionisio García (PP), Iñaki Anasagasti (PNV), Ander Gil (PSOE) y Josep Maldonado (CiU), a quienes se negó el permiso para visitar al líder opositor encarcelado Leopoldo López, aunque sí pudieron ver al alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, en arresto domiciliario.

Maduro no ocultó su malestar por la visita y dijo que “es muy irritante que venga gente de España a decirle a Venezuela qué debemos hacer. Eso es vomitivo […]. No necesitamos que venga la ultraderecha de Rajoy a trazarle a Venezuela, 200 años después de la independencia, cuál debe ser nuestro rumbo”. En el telón de fondo está la convocatoria de elecciones legislativas en Venezuela el próximo 6 de diciembre y el temor de la comunidad internacional a que Maduro maniobre para evitar un eventual triunfo de la oposición.  

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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