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El almacén de desechos nucleares de Cuenca pierde el apoyo de la Junta

El pacto de PSOE y Podemos en Castilla-La Mancha deja en el aire este proyecto "El ATC está herido de muerte política y técnicamente", sostienen los socialistas

Manuel Planelles
Terrenos de Villar de Cañas donde está previsto el almacén nuclear.
Terrenos de Villar de Cañas donde está previsto el almacén nuclear. bernardo pérez

Un nuevo problema se gesta en los aledaños del almacén de residuos nucleares previsto en Villar de Cañas (Cuenca): la oposición al proyecto de PSOE y Podemos, que esperan firmar su acuerdo la próxima semana para que el PP deje de gobernar Castilla-La Mancha y para que el socialista Emiliano García-Page sea presidente de la comunidad.

Ambos partidos firmaron justo antes de las elecciones autonómicas un escrito en el que se comprometían a dar "todos los pasos legales posibles" para paralizar esta infraestructura, que también arrastra dudas técnicas sobre la idoneidad de los suelos elegidos. José Luis Martínez Guijarro, portavoz del PSOE en las Cortes en la anterior legislatura y secretario general de los socialistas de Cuenca, sostiene que una de las primeras mociones que se presentarán en el Parlamento regional será la petición para que "se paralice esta infraestructura". Este silo –que cuenta con un presupuesto de unos 1.000 millones de euros– es competencia del Gobierno central.

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La elección de Villar de Cañas para albergar el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares fue una de las primeras decisiones que tomó el Ejecutivo de Mariano Rajoy nada más llegar a La Moncloa. No fue una selección puramente técnica, Villar de Cañas era la cuarta opción en una lista de ocho posibles ubicaciones. Fue una decisión política, ya que la instalación en Villar de Cañas contaba con el apoyo de María Dolores de Cospedal (PP), presidenta hasta ahora de la Junta.

Con la salida de Cospedal, este proyecto se queda sin uno de los principales apoyos políticos y administrativos. "El ATC está herido de muerte política y técnicamente", opina Martínez Guijarro. "Con el Gobierno regional en contra es difícil que salga", añade. Además de Podemos y los socialistas, otros cuatro partidos en Castilla-La Mancha ratificaron el escrito en contra de esta instalación. Solo el PP y Ciudadanos se negaron a firmarlo.

Pero está por ver el margen de maniobra que tendrá el nuevo gobierno regional del PSOE. Martínez Guijarro reconoce que todas las autorizaciones del proyecto son estatales. Pero recuerda que, durante la tramitación de la evaluación ambiental, la Junta tendrá que emitir un informe con su posición. Al margen de si la Junta logra o no paralizarlo, lo cierto es que aumenta la inseguridad. Martínez Guijarro apunta también a un posible cambio en el Gobierno central después de la generales como otro factor determinante.

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La pérdida de apoyo político en el Gobierno castellano-manchego se une a las dudas sobre la idoneidad de los suelos que tienen los técnicos del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), sin cuya autorización el proyecto es inviable. Desde finales del pasado año, el CSN está solicitando información adicional y cuestionando los estudios geológicos realizados. Ante estas dudas, Enresa, la empresa pública que se encarga de pilotar este proyecto, mantiene paralizada la adjudicación de la obra principal del ATC.

La adjudicación se congeló cuando empezaron a surgir las dudas sobre los suelos elegidos. "Los terrenos son yesíferos, por lo que se pueden disolver, y lutíticos, expansivos", detalla Luis Suárez, presidente del Colegio Oficial de Geólogos. En un acta de inspección del proyecto, los técnicos del CSN resaltaban que el estudio de caracterización de los suelos no estaba completo. Para designar Villar de Cañas, sostiene Suárez, "se siguieron criterios políticos y sociales, pero el criterio geológico no fue tenido en cuenta de forma eficiente".  

Consejo de Seguridad Nuclear

Las previsiones del Ministerio de Industria eran que el proyecto recibiera el permiso de autorización de emplazamiento previa por parte del Consejo de Seguridad Nuclear a finales del primer semestre de este 2015, es decir, este mes. Pero, de momento, no hay noticias de ese permiso. Fuentes conocedoras de este proceso indican que ese documento podría estar antes de agosto. Luego, el ATC debe recibir la autorización para la construcción, también por parte del CSN, y la declaración de impacto favorable, por parte del Ministerio de Medio Ambiente.

Las dudas sobre los suelos no parece que hagan inviable la instalación del cementerio nuclear en Villar de Cañas. "Pero incrementarán de forma importante los gastos de cimentación", sostiene Suárez. El primer permiso del CSN podría ser determinante en este capítulo, ya que, según las fuentes consultadas, incluirá las características técnicas que debe tener el proyecto para salvar la inestabilidad de los suelos. A partir de esos requerimientos, se podrá hacer una estimación del sobrecoste de este almacén, pensado para albergar los residuos de las  centrales nucleares. Y el Gobierno tendrá que decidir si lo asume o no. Enresa se financia, fundamentalmente, a través de las tasas que cobra a las eléctricas propietarias de las centrales nucleares. Un informe del Tribunal de Cuentas de febrero alertaba de los problemas de financiación que se podrían generar en el futuro en el fondo del que se nutre el Plan General Residuos Radiactivos, debido al desfase entre ingresos y gastos.        

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Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

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