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Tres muertos en Formentera tras chocar su yate contra las rocas

El barco, incontrolable por el oleaje y el viento, chocó contra la costa y se hundió Las víctimas, dos hombres y una mujer de unos 50 años, son de nacionalidad belga

Rescate de los supervivientes tras el choque de un yate en Formentera.Vídeo: ELPAIS-LIVE!

Tres de los seis ocupantes del velero Be happy —dos hombres y una mujer de nacionalidad belga y de unos 50 años—, perecieron ahogados en el naufragio ocurrido al alba del viernes en las costas de la isla de Formentera. Seis personas disfrutaban de sus vacaciones, en el mar, a bordo del barco propiedad de uno de ellos. Un súbito vendaval de norte con gran oleaje les sorprendió, el ancla de fondeo perdió su agarre y no pudieron efectuar maniobras de evasión hacia alta mar, lejos de las rocas y los bajíos del litoral

Dos mujeres y un hombre, también de nacionalidad belga y en la cincuentena como los fallecidos, pudieron ser auxiliados por vecinos de la zona de Es Caló, una pequeña cala, refugio natural, escenario del accidente marítimo. Los residentes, que otean el mar de la pequeña isla con frecuencia, se movilizaron al detectar cómo la embarcación era arrastrada hacia la isla por el mar embravecido. Tras dar el aviso de alerta, los testigos observaron que el barco perdía la quilla al chocar contra una roca, y que se abrían vías de agua en el casco. La nave empezó a hundirse. Del barco siniestrado, que tenía 11 metros de eslora, apenas quedaban astillas sobre las rocas.

Los tres náufragos que sobrevivieron, entre el gran oleaje, se lanzaron al agua para tomar los cabos (cuerdas) que les lanzaban las personas movilizadas, que se situaron en un arrecife. Entre los fallecidos están el patrón del yate y otros dos pasajeros. Los supervientes padecieron el choque traumático de ver perecer a sus allegados, sin fuerzas para intentar llegar a tierra y vencer al temporal a nado.

Según el relato de los testigos,los fallecidos quedaron sin fuerzas tras los minutos que permanecieron asidos al casco del barco. Desfallecieron, según los formenterenses Xicu Ferrer y Joan Torres, muy afectados por no haber podido auxiliar a las víctimas y haber visto morir ahogadas a tres personas. El mal estado de la mar y las corrientes del retorno del oleaje impedían una acción de rescate directo, a mano, en el mar.

Un equipo de Salvamento Marítimo acudió con una embarcación y un helicóptero que rescató los cadáveres, con grandes dificultades. Su portavoz y responsable en Baleares, Miguel Félix Chicón, relató a EL PAÍS la muy compleja y arriesgada tarea de rescate, en la que pilotos, marineros y técnicos pusieron en riesgo su integridad para localizar e izar los tres cuerpos sin vida.

El velero Be happy, gobernado por su propietario, uno de los náufragos, intentó guarecerse del temporal que se avecinaba y fondeó a mar abierto, cerca de la isla. El viento roló, cambió de dirección y la nave quedó a merced de temporal. No pudo alejarse del peligro en el litoral y navegar hacia al puerto de refugio seguro. El Consell de Formentera decretó tres días de duelo oficial.

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