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El coste de un diputado por autonomía

Un escaño puede representar entre 9.500 y 62.000 votos dependiendo de la comunidad

Alejandra Torres Reyes

Los estatutos y las leyes electorales de cada comunidad regulan las cámaras autónomas. Determinan tanto el porcentaje de votos que han de obtener los partidos para conseguir un representante, como la circunscripción (el montante de electores) sobre la que se calcula ese índice. El número de diputados también varía. Cada escaño puede representar entre 9.500 y más de 62.000 habitantes.

Las distintas normativas autonómicas sitúan entre el 3% y el 6% el mínimo de sufragios emitidos para lograr un representante en los Parlamentos autónomos. No sólo el límite de votos varía dependiendo de la comunidad. La circunscripción, o sea el montante de electores, sobre el que se calcula ese porcentaje también cambia de unas regiones a otras.

Más fluctuante es aún el número de habitantes al que representa cada uno de los diputados autonómicos. Son también los estatutos o leyes electorales los que fijan la horquilla o el número de parlamentarios de las cámaras por lo que la representatividad fluctúa entre los poco más de 9.500 y los más de 62.000 habitantes por cada escaño.

Castilla y León, Aragón, Baleares, Navarra y Asturias son las cinco comunidades en las que la obtención del 3% de los votos válidos emitidos son suficientes para que las coaliciones o partidos logren sentar a uno de sus representantes en un escaño. En el resto de autonomías que el 24-M elegirán a sus representantes más cercanos, el límite se sitúa en el 5%.

Ese porcentaje de votos es el que se ha de lograr en cada circunscripción electoral (determinada por las provincias), excepto en el caso de Castilla-La Mancha y Valencia donde los partidos han de conseguir el 5% de los votos de toda la comunidad, lo que hace elevar el número de votos necesarios para entrar en el Parlamento puesto que la base de cálculo es mucho mayor.

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Cuestión aparte es Canarias. Su normativa refleja tres condiciones para acceder a uno de los escaños en los que se compone la cámara. Los partidos han de cumplir, al menos, una de ellas: ser la lista más votada en la circunscripción (isla) en la que se presente; obtener el 30% de los votos emitidos en la circunscripción insular o aglutinar el 6% de los sufragios de todo el archipiélago.

Los extremos en la representatividad de los diputados se sitúan en La Rioja y Castilla-La Mancha. Ambas comunidades elegirán el próximo 24 de mayo a 33 parlamentarios. En el caso de La Rioja, cada uno de ellos representará a 9.517 riojanos, según datos de población del Instituto Nacional de Estadística de julio de 2014 (los últimos disponibles). Entre los castellanomanchegos, cada escaño supondrá la representación de 62.642 habitantes. Navarra, Cantabria y Aragón son las autonomías que, seguidas de La Rioja, más diputados per cápita tienen mientras que, en el lado opuesto y por debajo de Castilla-La Mancha, se encuentran Baleares, la Comunidad Valenciana y Madrid.

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Sobre la firma

Alejandra Torres Reyes
Redactora de la Mesa Digital de EL PAÍS. También ha trabajado en la sección de España y en la Edición de América. Antes fue reportera en el diario ‘El Universo’ y en Radio City, en Ecuador. Es licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil y máster en Periodismo de EL PAÍS.

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