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Elecciones andaluzas
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Por favor, arregle mi trozo del mundo

Andalucía ha decidido que el cambio puede esperar

Manuel Jabois
Susana Díaz, tras conocer el resultado electoral.
Susana Díaz, tras conocer el resultado electoral.Julio Muñoz (EFE)

Cuando entré en el cuarto del hotel leí de pasada los cartelitos que cuelgan del pomo. "Do not disturb" por un lado, que se ha traducido como si la fuesen a estrenar en los cines españoles: "el mundo puede esperar", y "please make my room", que en español ha resultado ser "por favor, arregle mi trozo del mundo". Era el resumen de la campaña andaluza distribuido entre el turismo. Ahí estaba la sequedad anglosajona, sin ningún aditivo, y el complejo emocional español, desbordado, como en la película de Camarón, cuando lo pusieron a cabalgar por la playa para contar sus problemas con las drogas. Por supuesto, ante semejante mensaje de que "el mundo puede esperar" la empleada de limpieza entró dando patadas en la puerta y la recibí aplaudiendo de pie en la cama, ya vestido y duchado, porque es verdad: el mundo no espera a nadie. El rodeo, la cursilería y el guiño cómplice al cliente para terminar en la ineficacia: todos los males de España colgados del pomo de una puerta.

Las elecciones le han caído a muchos en examen de conciencia

 A veces se agradece lo directo. Al colegio electoral de Dos Hermanas llegó a las once de la mañana un hombre engominado vestido de forma impecable, ligeramente relleno, con los zapatos brillantes y un traje a medida, que llevaba en la solapa una insignia de la Hermandad de la Esperanza Macarena y caminaba con prisa porque quería llegar con tiempo al discurso de Lutgardo García, el pregonero de Semana Santa. Le salió al paso un encuestador preguntándole a quién iba a votar; se lo quitó de en medio descubriéndose con las manos al grito de: "Pero hombre, ¿no me está viendo?".

Cerca, en el colegio Al Andalus, el apoderado de IU no quitó ojo al apoderado del PP, que se puso a merodear la mesa de las papeletas. El apoderado de IU creyó que el del PP estaba por allí de roneo, haciéndose el encontradizo, dando charla como un jubilado en la obra. La cosa se debió ir de madre porque el de IU no aguantó más y se lo echó en cara: le acusó, ante toda la mesa, de estar "acompañando" el voto, de dirigir la mirada, como Casillas los disparos, hacia la papeleta del PP. El apoderado popular respondió y los dos terminaron encarándose, formándose una pequeña revuelta popular en la que hasta empezó a salir gente de las cabinas: "¡No se puede ni votar!". Fue todo un poco violento porque en estos domingos se repite mucho la fiesta de la democracia y fotos de monjas, y suele tenerse un comportamiento correcto, en plan cuánto nos ha costado llegar hasta aquí y el pueblo está hablando, pero a veces el pueblo, como el apoderado del PP, habla bajito.

La grieta abierta por Podemos es importante porque es la primera
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El acto sagrado de votar lo ejemplificó mejor que nadie Teresa Rodríguez, que se fue derecha a la cabina a coger su papeleta. No es el respaldo con el que nadie sueña pero explica una cierta liturgia, que es la de quedarse a solas delante de las papeletas como un cura delante de las hostias. Andalucía se acerca a la Semana Santa, ayer dio un pregón de dos horas el médico Lutgardo García en el que dijo poesías tremendas, la basílica de la Macarena estaba hasta arriba para ver los pasos, la gente hacía cola para besar la mano de la virgen (a la que una mujer pasaba el paño tras cada beso), el sábado salió en procesión el Cristo Cautivo y hay un recogimiento particular muy propio de estos días. Las elecciones le han caído a muchos en examen de conciencia, revisando sus conceptos, que se han salvado en la mayoría de los casos al grito de "Pero hombre, ¿no me está viendo?". Me estoy acordando estos días de un cura muy modesto que decía, para explicar algo: "Dios, sin ir más lejos...".

Desde hace muchos años esa frase en Andalucía se refiere no a Dios, sino al PSOE, y en los momentos más terribles el partido ha seguido gobernando y atenuando su derrumbe en el resto de España. El PSOE es una especie de tradición, algo que se da como caído del cielo. Más que un partido político es un hecho del pasado, por tanto, inamovible. La grieta abierta por Podemos, un milagro levantado de la nada, es importante porque es la primera, pero el viejo dinosaurio ha eliminado psicológicamente al PP, le ha atribuido de forma santera los males del mundo y ahora observa el futuro en paz consigo mismo tras soportar todos los embates. De alguna forma Andalucía reclamó que se hiciese su habitación y se ha respondido a sí misma que el mundo puede esperar.

 

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Sobre la firma

Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario de Pontevedra. Ha trabajado en El Mundo y Onda Cero. Colabora a diario en la Cadena Ser. Su última novela es 'Mirafiori' (2023). En EL PAÍS firma reportajes, crónicas, entrevistas y columnas.

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