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Prisión para siete de los ocho yihadistas detenidos el viernes

El juez Gómez Bermúdez cree que los arrestados captaban y adoctrinaban a combatientes para el Estado Islámico

Fernando J. Pérez
El detenido Mohamed El Amrani Jamai.
El detenido Mohamed El Amrani Jamai.GIANLUCA BATISTA

El juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez ha enviado este domingo a prisión a siete de los ocho supuestos yihadistas detenidos el pasado viernes por la Policía Nacional en distintos puntos de España. El magistrado considera que los arrestados formaban un grupo dedicado a captar y adoctrinar combatientes para la red terrorista del Estado Islámico (Daesh en su acrónimo árabe) y a instruir a sus adeptos para cometer atentados en Occidente. Todos ellos estaban siendo vigilados por la Comisaría General de Información y la Brigada Provincial de Información de Barcelona desde al menos junio de 2014.

Los siete detenidos salieron a primera hora de la tarde en furgones policiales camino de prisión. El magistrado titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 les imputa delitos de de integración en organización terrorista, enaltecimiento del terrorismo, difusión pública de consignas terroristas y/o captación, adoctrinamiento, adiestramiento y formación terrorista del artículo 576.3 del Código Penal. "Su lealtad a la organización terrorista les convierte en personas potencialmente muy peligrosas para la seguridad pública, cuya conducta futura es de todo punto imposible de predecir", señala el juez.

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En la resolución por la que envía a prisión a los siete imputados -el octavo detenido quedó en libertad- el juez explica que las redes terroristas islámicas han cambiado su estrategia ante la dificultad para cometer grandes atentados terroristas en Occidente. Las redes recurren ahora a jóvenes musulmanes afincados en países occidentales, e incluso nacidos y poseedores de la nacionalidad de estos Estados y se les instruye para cometer atentados de fácil realización "dada la escasa preparación que requieren y la forma de ejecución abierta y flexible donde incluso la huida o salvaguardar la propia vida son aspectos accesorios".También se les incita a viajar a países musulmanes donde Daesh se ha hecho fuerte, como Siria o Irak, para luego regresar a sus países de origen para perpetrar sus ataques.

Tras seleccionar a los candidatos a la yihad, algunos incluso menores de edad, el grupo les inbuía de su ideología radical. A las personas que llegaban al final del proceso se les ponía en contacto con un miembro del grupo que se encuentra en Turquía y que se encarga de facilitar el paso a Siria para aquellos que deciden colaborar con el grupo terrorista. Todos los miembros del grupo tienen en común su difícil situación económica, con trabajos precarios o desempleados. Esta circunstancia, según Bermúdez, "ha contribuido aún más a exacerbar su odio hacia la cultura y valores propios de nuestra sociedad".

La célula investigada estaba formada, según el auto de prisión, por al menos diez personas que constituyeron un entramado virtual con al menos 52 perfiles en redes sociales como Twitter, Facebook, Tuenti o Google +, y que se dedicaba, relata Gómez Bermúdez al "terror informativo". En estos perfiles, los detenidos difundían de manera habitual las noticias, imágenes y vídeos de propaganda del Daesh.

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El magistrado considera que la exhibición de vídeos con las atrocidades cometidas por los miembros de Daesh es una "táctica de guerra" recurrente en las organizaciones terroristas modernas "para sembrar el pánico" en las sociedades occidentales. "Su objetivo es aterrorizar al conjunto de nuestra sociedad como medio de desestabilización y neutralización de sus defensas, generando en la opinión pública la idea de que toda reacción frente a este tipo de terrorismo conducirá a no estar seguro en ninguna parte del mundo y la posibilidad de ser capturado y asesinado de la forma horrenda en que muestran las imágenes", señala el magistrado en su resolución.

El presunto líder de la célula elaboraba y editaba material audiovisual en apoyo del terrorismo yihadista. Llegó a colgar un vídeo en su página de internet donde grababa a su hijo pequeño de dos años respondiendo, a preguntas del padre, que de mayor quería ser "yihadista", al tiempo que identificaba en la pantalla del ordenador al líder del Estado Islámico, Abu Baker Al-Baghdadi, y le lanzaba besos, también a requerimiento de su padre. También se le ha incautado un video titulado Entrenamiento del Estado Islámico en España donde aparece realizando prácticas de artes marciales. Ha reconocido tener un texto con amenazas al Rey y su familia y está constatada una conversación telefónica donde reconoce trabajar para el líder del Daesh.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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