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El obús israelí que mató al cabo Soria pudo causar una masacre

Los refugios de la ONU no aguantan el impacto de un proyectil de gran calibre

Miguel González
Torre donde impactó el obús que mató al cabo Soria.
Torre donde impactó el obús que mató al cabo Soria.m.zayyat (afp)

Un obús de artillería israelí de 155 milímetros causó la muerte del cabo Francisco Soria Toledo el pasado 28 de enero, cuando estaba en una torre de vigilancia del puesto 4-28 de la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (FINUL), según fuentes militares. La caída del obús pudo haber causado una masacre, agregan las mismas fuentes, pues los refugios de los destacamentos de la ONU a lo largo de la línea azul —que hace de frontera entre Israel y Líbano— no están preparados para soportar el impacto directo de proyectiles de tan grueso calibre.

En cualquier caso, cuando se produjo el ataque, los miembros del destacamento, unos 25 en total, aún no se habían refugiado en el búnker y el cabo Soria permanecía en la torre de vigilancia, que resultó dañada por la explosión. Unos 20 minutos antes del bombardeo, el Ejército israelí avisó al Cuartel General de la FINUL en Naqura (Líbano) de que actuaría en represalia contra la milicia chií Hezbolá. Pero aseguró que lo haría en las Granjas de Shebaa, donde un convoy del Ejército israelí cayó en una emboscada —con un balance de dos militares muertos y siete heridos— y no en la aldea de Ghayar (dividida entre Israel y Líbano y distante varios kilómetros) a cuyas afueras está el destacamento español.

El aviso de Israel sirvió para que la FINUL ordenase evacuar dos destacamentos de cascos azules indios en las Granjas de Shebaa y diese instrucciones a los restantes de que suspendieran todas las patrullas y se replegasen a sus puestos. Así lo hizo el capitán español del 4-28. Lo que no calculó es que la respuesta militar israelí no se limitaría a la zona de Shebba, sino que se extendió sin aviso previo a la vecina Ghayar después de que Hizbolá lanzara cohetes desde el cauce del río Wazzani. En total, unas 130 granadas y proyectiles de artillería israelíes barrieron toda la zona durante horas.

El presidente Mariano Rajoy y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acordaron el pasado día 30 investigar conjuntamente las circunstancias que rodearon la muerte del cabo Soria. El Mando de Operaciones designó a dos oficiales del Regimiento de Artillería de Campaña 11, con sede en Burgos, para que viajasen a Israel y se integrasen en la comisión de investigación de su ejército.

Netanyahu no ha negado en ningún momento que el proyectil que mató a Soria fuese israelí, pero en la conversación que mantuvo el pasado día 1 con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, culpó a Hezbolá por atacarle, a Irán por armar a la milicia chií y a la propia FINUL por no impedirlo.

El Gobierno libanés presentó el pasado día 3 una queja ante el Consejo de Seguridad de la ONU por el ataque israelí contra su territorio que provocó la muerte del casco azul español. Por su parte, España, que forma parte de dicho consejo, impulsó la aprobación de un comunicado de prensa que, además de condenar la muerte de Soria, pide una investigación inmediata y exhaustiva por parte de la ONU.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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