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La protesta de París altera la agenda de Margallo en Oriente Próximo

El responsable de Exteriores no ha podido reunirse con el rey Abdulah de Jordania ni el presidente palestino Mahmud Abbas

Miguel González
José Manuel García-Margallo, en su reunión con el presidente egipcio Abdel Fattah al- Sisi.
José Manuel García-Margallo, en su reunión con el presidente egipcio Abdel Fattah al- Sisi.

La asistencia de los principales líderes árabes a la manifestación convocada hoy en Paris en repulsa por el ataque contra el semanario satírico Charlie Hebdo ha obligado a alterar la agenda de la visita del jefe de la diplomacia española, José Manuel García-Margallo, a Oriente Próximo. Tanto el rey Abdulah de Jordania, como su ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Judeh, y el presidente palestino, Mahmud Abbas, con los que tenía previsto reunirse hoy en Amán, han viajado a Francia, por lo que Margallo solo ha podido reunirse con el primer ministro jordano, Abdullah Ensur. La diplomacia española está gestionando trasladar a mañana los encuentros previstos para hoy en Amán, antes de que el ministro parta hacia Israel y los territorios palestinos, donde tiene previsto permanecer hasta el jueves.

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El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha estrenado la nueva condición de España como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU con una gira por Oriente Próximo. Tras haber pasado el fin de año en Egipto, Margallo se desplazará a los territorios palestinos e Israel, entrevistándose con los principales actores políticos de la región, del rey Abdalá al presidente palestino Mahmud Abbas, pasando por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, con la voluntad de "escucharles" para fijar su propia posición.

El jefe de la diplomacia española sondeará a palestinos y jordanos sobre la anunciada presentación de una nueva iniciativa ante el Consejo de Seguridad, después de que el 30 de diciembre fuera rechazada, al no obtener los nueve votos necesarios, una propuesta para poner fin en 2017 a la ocupación israelí de Cisjordania. "España está dispuesta a hacer todo lo posible para que haya una resolución que tenga visos de prosperar y que no sea vetada por nadie", indicaron fuentes diplomáticas. Es decir, que sea aceptable para EEUU y, por tanto, también para Israel. Lo cual parece la cuadratura del círculo dada la actual escalada de tensión, Israel ha retenido la entrega de más de 100 millones de euros en impuestos a la Autoridad Palestina en represalia por su adhesión a la Corte Penal Internacional, e inviable en todo caso hasta que, no antes de mayo, se forme el Gobierno salido de las elecciones israelíes de marzo.

La principal novedad del viaje es la visita que hará a Gaza, a donde no acude un ministro español desde 2005. Margallo se reunirá con el Comisionado de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Pierre Krahenbull, y tendrá ocasión de conocer in situ los estragos causados por la guerra del pasado verano, ya que recorrerá uno de los barrios más afectados por los 50 días de bombardeos y visitará un centro de desplazados. Margallo firmará el nuevo Marco de Asociación España-Palestina, que compromete 33 millones de euros en ayuda española para el periodo 2015-17, de los que el 50% se destinará a la reconstrucción de Gaza, según se anunció en octubre pasado en la conferencia de El Cairo (Egipto).

Además, el canciller español se reunirá en la franja de Gaza con cinco miembros del Gobierno de unidad palestino pactado entre Al Fatah y Hamás en junio pasado, aunque fuentes de Exteriores subrayan que se trata de tecnócratas y que ninguno de ellos pertenece al grupo islamista, que la UE sigue incluyendo en su lista de organizaciones terroristas.

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La escala más complicada de la gira será sin duda Israel, a juzgar por el respaldo que la cancillería israelí se apresuró a dar a las denuncias del centro Simon Wiesenthal sobre la supuesta financiación de foros acusados de antisemitismo por parte de la agencia española de cooperación (AECID), lo que fue negado tajantemente por Exteriores. Margallo tendrá que escuchar también las quejas de las autoridades israelíes por la resolución aprobada por el Congreso español en noviembre pasado, que instaba al reconocimiento del Estado palestino, y es seguro que tampoco les habrá gustado su idea de visitar Gaza. En una cuidada política de gestos, Margallo visitará a su salida de la franja el kibutz Nativ Haasara y, aunque aún no se ha cerrado, quiere entrevistarse también con al menos dos dirigentes de la oposición, el laborista Isaac Herzog y la centrista Tzipi Livni.

Tanto en Jordania como en Israel el ministro se reunirá con empresarios españoles, así como religiosos y cooperantes, y en Amán inaugurará la nueva sede de la Embajada española.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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