_
_
_
_
_

Un etarra tilda de “acto político puro” el vídeo del desarme

En el documento dos verificadores comprueban la presunta neutralización de unas armas

Imagen de un vídeo difundido por la BBC en la que se muestra parte de las armas y la munición que ETA entregó a los verificadores internacionales de la Comisión Internacional de Verificación (CIV).
Imagen de un vídeo difundido por la BBC en la que se muestra parte de las armas y la munición que ETA entregó a los verificadores internacionales de la Comisión Internacional de Verificación (CIV).

El etarra Ibón Gogeaskoetxea ha defendido hoy en su juicio en París que el contenido del vídeo de enero pasado sobre el supuesto inicio del desarme de la banda fue “un acto político puro” que demostraba la “voluntad” de ETA de desarmarse. Las imágenes, que fueron grabadas en las proximidades de Toulouse (Francia), mostraban a varios etarras y a dos miembros de la llamada Comisión de Verificación que comprobaban la presunta neutralización de unas armas colocadas sobre una mesa.

Más información
ETA escenifica un amago de desarme ante los verificadores
ETA apuesta por el sellado de zulos y aplaza el desarme
La vigilancia policial retrasa el desarme de ETA, dice Currin
ETA y su entorno, enfrentados sobre cuándo debe ejecutarse el desarme

Ibón Gogeaskoetxea fue condenado a cinco años en el juicio en el que, además, la justicia francesa impuso 20 años de presidio a Mikel Carrera Sarobe, Ata, y 17 a Zígor Garro Pérez, Tonino, y Marina Bernadó Bonada, Doktoka, por una serie de robos con secuestro cometidos en el país vecino del norte entre 2005 y 2006. El Tribunal de lo Criminal de París impuso, por esos mismos hechos, 12 años de prisión para Borja Gutiérrez Elorduy; siete para Iurgi Mendinueta Mintegi y cuatro años para Oihan Barandalla Goñi, también implicados en esos atracos que sirvieron para el aprovisionamiento en material de la organización terrorista. Ata ya fue condenado en 2013 a cadena perpetua (con 22 años de cumplimiento como mínimo) por el asesinato a sangre fría en Capbreton, el 1 de diciembre de 2007, de los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero.

Una “afrenta”

Gogeaskoetxea ha dicho durante el juicio que el hecho de que se pudiera llevar a los dos verificadores —que, según ha dicho, “eran objeto de seguimiento policial”— hasta el piso adonde también se transportaron las armas, supuso “una afrenta” y “un desafío” para las fuerzas del orden galas. “Demostramos lo que todavía somos capaces de hacer”, ha desafiado. El etarra ha respondido así a Laurent Hury, comandante de la Subdirección Antiterrorista (SDAT) de Francia, quien el pasado día 4 declaró en el juicio que lo que se grabó en el vídeo fue “un simulacro de nada. No hubo en absoluto ninguna verificación, las armas ni se marcaron y desde entonces no ha habido ninguna entrega más de material militar”, dijo Hury.

En cuanto a la cuestión de si es una prueba de desarme, el etarra ha quitado importancia al hecho de si se han neutralizado o destruido las armas, porque, ha asegurado, “cada vez que el pueblo vasco ha querido armarse (...) siempre hemos tenido la capacidad” de hacerlo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_