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Los médicos de familia piden más ecógrafos en las consultas

Solo uno de cada cuatro centros de salud cuentan con esta herramienta diagnóstica que evita visitas a los hospitales

Elena G. Sevillano

Aún hay pocos ecógrafos en los centros de salud españoles, y están mal repartidos. Es una de las conclusiones de un estudio elaborado por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), que ha comprobado cómo casi dos tercios de estos equipos se concentran en seis comunidades autónomas: Madrid, Galicia, Cataluña, Extremadura, Andalucía y Castilla y León. La SEMG considera que este reparto tan desigual genera inequidad y pide un plan nacional.

Hace dos décadas que las sociedades de atención primaria vienen reclamando que en los centros de salud haya ecógrafos que permitan a los médicos diagnosticar en el primer nivel asistencial de forma más ágil. Si disponen de esta herramienta en sus consultas, los pacientes se ahorran visitas al hospital y, consecuentemente, se reduce el gasto sanitario, argumentan. También se reducen las listas de espera. Con los datos en la mano, la SEMG reclamó este viernes al Ministerio de Sanidad un Plan Nacional de Ecografía en Atención Primaria para que estos aparatos lleguen por igual a las consultas de todas las comunidades.

Por autonomías, Madrid es la que cuenta con más ecógrafos en primaria, con el 19% del total. Le sigue Galicia, con el 14,4%; Cataluña, con el 14%; Extremadura, con el 13%; Andalucía con el 12%, y Castilla y León con el 11%. La Rioja y Murcia no cuentan con ningún ecógrafo en atención primaria, según el estudio de la SEMG, que ha preguntado en el 66% de los más de 3.000 centros de salud españoles y ha comprobado que solo el 27% de ellos dispone de ecógrafo.

Fonendo del siglo XXI

 “Nos preocupa esta inequidad territorial, las diferencias entre comunidades. Buscamos aumentar la capacidad resolutiva de la atención primaria, y el ecógrafo, acompañado de la formación adecuada, es una buena herramienta para acercar las pruebas diagnósticas a nuestros pacientes”, explicó Benjamín Abarca, presidente de la SEMG. Calcula que hay algo más de 600 ecógrafos en atención primaria.

“Hay que pelear porque todos los centros los tengan. Son el fonendo del siglo XXI”, señaló, y añadió ejemplos en los que es muy útil para descartar o diagnosticar patologías: comprobar si tiene piedras en la vesícula un paciente que llega con un cólico, problemas musculares como una posible una rotura fibrilar, etc. Un ecógrafo cuesta entre 15.000 y 20.000 euros. “Sin la situación de crisis de los últimos años sin duda la dotación sería hoy mucho mayor”, señaló Abarca.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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