El presidente del PP de Palma acusa a su alcalde de ocultar delitos del PSOE
José María Rodríguez sostiene que Isern actúa con "selectividad"
El Partido Popular de Baleares, que gobierna con hegemonía en casi todas las instituciones, protagoniza desde hoy una guerra de gran calado en su cúpula. Ha saltado una polémica pública, con acusaciones graves, entre dos altos cargos. El presidente del partido en Palma, José María Rodríguez, ha afirmado que el alcalde de su grupo, Mateo Isern, actúa con “selectividad en la persecución del delito, él sabe que hay cosas de la pasada legislatura (del PSOE-PSM-UM) que son delito y no ha sacado ninguna”.
Rodríguez que fue secretario general balear del PP, consejero de Interior con Jaume Matas y delegado del Gobierno, en una entrevista en la SER atacó a Isern —al que ha vetado como candidato— porque “se quiere hacer el mártir” y “la víctima” y “algo hay que ocultar”.
El Ayuntamiento del PP de Isern trasladó a la Fiscalía Anticorrupción los sobrecostes y posibles pagos irregulares del soterramiento de la recogida de basuras de Palma, una obra de la época en que Rodríguez era responsable de infraestructuras en el Ayuntamiento de Palma. "Nada es casual", dice Rodríguez.
El edil Isern asumió ante la prensa que sus intereses prioritarios son ciudadanos y no partidistas y que supo que la denuncia en Fiscalía conllevaba riesgos. El PP bloqueó la candidatura de Isern en 2015 cuando es el político de su formación que mejor imagen tiene y menor rechazo genera ante los electores.
Rodríguez dirige el PP de Palma pese a estar imputado por el juez José Castro a petición del fiscal Pedro Horrach, en el ‘caso Over Mc’ de supuesta corrupción en el Gobierno balear (2003-2007) y el PP por contratos publicitarios y gastos en dinero sucio de acciones de las campañas electorales de Jaume Matas.
El presidente del PP de Palma fue apartado de su cargo al frente de la delegación del Gobierno en Baleares tras una denuncia privada ante el fiscal jefe de Baleares de un oficial de la Guardia Civil que dijo sufrir supuestas interferencias en su trabajo por parte de Rodríguez. Un auto del juez Castro recoge el episodio porque la Guardia Civil de Baleares se apartó de este caso, por las presiones recibidas.
