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REGENERACIÓN FORZADA

Podemos intenta conjurar el miedo

La fuerza política se verá obligada a suavizar muchas de las ideas avanzadas hasta ahora

Francesco Manetto
Clausura de la asamblea ciudadana de Podemos, el 15 de noviembre.
Clausura de la asamblea ciudadana de Podemos, el 15 de noviembre. Uly martín

El principal reto de Podemos tras su constitución como fuerza política organizada el pasado sábado es la elaboración de un programa económico viable en el que la formación de Pablo Iglesias se verá obligada a suavizar muchas de las ideas avanzadas hasta ahora. El partido, que ha encargado a los economistas Vicenç Navarro y Juan Torres el diseño de un “boceto de plan de choque contra la crisis”, ya ha comenzado a matizar algunas propuestas. El objetivo, reconocido por la dirección, es conjurar los temores que han despertado en algunos sectores. Mientras los fundadores multiplican sus guiños a las pymes y a las clases medias, preparan un proyecto económico todavía indefinido que, de momento, ha tenido estas líneas maestras.

Reestructuración ordenada de la deuda. La propuesta de reestructuración ordenada de la deuda es la única que por ahora Podemos asume oficialmente para su futuro plan macroeconómico. Esta idea sustituye la anterior, recogida en el programa de las elecciones europeas del 25 de mayo, que defendía un impago a secas de las partes consideradas “ilegítimas”, en referencia a la deuda financiera. Una resolución aprobada por la asamblea de la formación celebrada en octubre en Madrid considera la ordenación “condición sine qua non para la aplicación de cualquier programa económico que tenga como objetivo la recuperación de las condiciones económicas y de bienestar de la población”. Uno de los autores de ese texto, el profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga Alberto Montero, asegura que el objetivo de Podemos no es elaborar un programa “sectario”. “No me gustaría”, señala en conversación telefónica, “hacer un programa de gobierno orientado solo hacia nuestros votantes”. Y reconoce que se han planteado “propuestas radicales, que son respetables”, aunque difícilmente realizables. Bajo ningún concepto, afirma, elaborarán un programa que suponga la salida del euro.

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Renta básica. El programa colaborativo de Podemos para los comicios europeos recogía la necesidad del “derecho a una renta básica para todos y cada uno de los ciudadanos por el mero hecho de serlo”. Esta medida, defendida hasta después del verano por los principales portavoces de la formación, ha ido decayendo hasta la admisión de su inviabilidad, al menos en esos términos. Aun así, la formación no renuncia a la idea de una suerte de renta de inserción que, en palabras de Íñigo Errejón, responsable de la secretaría política y número dos del partido, supone “un dinero que se reincorpora al ciclo de la economía”. A falta de concreción, los líderes de Podemos tienen muy clara la teoría. “La renta básica es un mecanismo para evitar la exclusión social y la precariedad, pero también es un mecanismo de estímulo de la demanda. Un país en el que nadie cae fuera de la posibilidad de satisfacer sus necesidades de vida es un país que estimula la demanda”, señala Errejón.

¿Cuál es el modelo? La recién nombrada dirección de Podemos, que intenta superar pasados pronunciamientos sobre Venezuela, se emplea desde hace semanas en señalar algunos modelos de gestión pública: los países nórdicos, y en concreto, Dinamarca. En ellos aseguran inspirarse para el sistema de presión fiscal, la lucha contra la corrupción, los servicios sociales y la renta básica. “Es un mecanismo que hemos aprendido de los países nórdicos: las sociedades más equitativas son las sociedades más prósperas”, reza el argumentario de la cúpula de Podemos, que rechaza también el relato de que no haya dinero suficiente para aplicar políticas más sociales. “Claro que hay dinero en nuestro país, pero está concentrado en pocas manos”. Pero las declaraciones de intenciones aún no se han puntualizado en una lista de propuestas concretas. Sin fijar un horizonte temporal, la formación asegura que llegará “pronto”.

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Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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