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¿Quién robó el iPhone del opositor kazajo Alexander Pavlov?

Tres magistradas acuerdan investigar la misteriosa desaparición del móvil en los calabozos de la Audiencia Nacional. Su jefe huído fue localizado poco después

José María Irujo

¿Quién robó al opositor kazajo Alexander Pavlov su iPhone negro durante su paso por los calabozos de la Audiencia Nacional?  Tres magistradas de la Audiencia Provincial de Madrid han aceptado el recurso de apelación presentado por los letrados de Pavlov para que se indague, destacan la gravedad de los hechos y piden que se investigue a la cadena de custodia de policías y guardias civiles que se ocupó de las pertenencias del detenido desde su entrada en la sede judicial y su traslado a la prisión de Soto del Real (Madrid).

Alexander Pavlov, de 37 años, es guardaespaldas de Ablyazov Muktar, el principal opositor político del dictador kazajo Nursultán Nazarbáyev, localizado y detenido en Francia semanas después del misterioso robo en la sede judicial. En su lista de contactos, Pavlov tenía el teléfono de su jefe con el que contactaba y su defensa sospecha que la sustracción tuvo como objeto su localización y captura. Kazajistán había solicitado la detención y extradición de ambos por una presunta estafa y un supuesto atentado que nunca llegó a perpetrarse. El kazajo, cuya extradición concedió el Gobierno español, se encuentra en libertad bajo fianza de 30.000 euros después de que la Sala de lo Contencioso de la Audiencia Nacional rechazara la negativa del ejecutivo a concederle asilo político por el riesgo a sufrir torturas en las cárceles de su país, una dictadura cuestionada por numerosas ONG internacionales.

El auto judicial relata como sucedieron los hechos el 1 de junio de 2013, día en el que se decretó el ingreso en prisión del Pavlov. Y aporta un oficio de la Comisaría Especial del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), la que se ocupa de la seguridad de la Audiencia Nacional, en el que se relata que a las 14:50 horas un funcionario de la Guardia Civil recibió las pertenencias de Pavlov entre las que se encontraba una bandolera negra con un iPhone 4 negro, según consta en la ficha de custodia del detenido. Todos sus efectos habían sido introducidos en su presencia en una bolsa destinada al afecto por funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía que prestan servicios en la sede judicial "quedando la bolsa debidamente precintada, excepción hecha, como es preceptivo, del efectivo que tenía consigo por importe de 4.785 euros que quedaron en su poder". "Ese mismo día a las 14:30 horas el servicio de conducciones de la Guardia Civil se hizo cargo del detenido y de la bolsa con sus pertenencias, firmando la recepción el agente del citado cuerpo". El oficio de la Policía que custodia la Audiencia Nacional añade que la bolsa que contenía los efectos de Pavlov es de un solo uso y una vez precintada solo puede abrise rompiéndola, "por lo que esta Comisaria puede afirmar con absoluta seguridad que el teléfono estaba en la bolsa cuando se procedió al traslado del detenido a la vista de la firma del mismo en la ficha de custodia".

Se investigará a los policías y guardias civiles que integraban la cadena de custodia

El auto de la Audiencia Provincial está firmado por las magistradas de la Sección Séptima María Teresa García Quesada, Ana del Molino y Caridad Hérnández. El Juzgado de instrucción número 22 de Madrid había desestimado la petición de que se investigara el robo del iPhone argumentado que la declaración de todos los funcionarios policiales que participaron en la cadena de custodia no iba a permitir esclarecer la autoría del delito ni identificar al autor.

La detención y el proceso de extradición de Pavlov ha estado rodeado de polémica y de hechos todavía no aclarados. EL PAÍS reveló que el magistrado de la Audiencia Nacional Alfonso Guevara intentó, sin ser competente, que el kazajo fuera conducido a un avión militar de Kazajistán. El fallido intento fue paralizado por la actitud firme de una funcionaria que informó a tiempo de los hechos. Horas más tarde la Sala de lo Contencioso de la Audiencia Nacional acordó una medida cautelarísima por la que prohibió que Pavlov saliera de España hasta que no se pronunciara sobre su recurso a la negativa de asilo.  Si Guevara hubiera logrado su objetivo, Pavlov habría sido entregado a Kazajistán y los jueces de la Sala de lo Contencioso se habrían encontrado con la sorpresa de que el kazajo ya volaba rumbo a Astaná, la capital de la rica república postsoviética con la que el Gobierno de Mariano Rajoy había firrmado meses antes un acuerdo de extradición después de visitar el país con una amplia delegación de empresarios. España es el único país de la UE que tiene convenio de extradición con Kazajistán, un territorio de dos millones y medio de kilómetros cuadrados y 17 millones de habitantes. El CGPJ abrió unas diligencias informativas al juez Guevara que posteriormente archivó. Guevara reconoció que se había interesado por el caso porque le había llamado el embajador kazajo en Madrid y que pretendía evitar que el avión militar aguardase en el aeropuerto.

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Siete de los diez magistrados del Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional que acordaron la extradición de Pavlov emitieron un voto particular en el que aseguran que "se trata de un caso de persecución política bajo la apariencia de una reclamación por delitos comunes" y alertaron de que puede sufrir malos tratos y torturas, algo habitual en las prisiones kazajas, según afirman informes de diferentes ONG. Durante el proceso de extradición varios jueces de la Audiencia Nacional que tenían que pronuniarse recibieron llamadas de diplomáticos kajazos interesándose por el caso y pidiendo entrevistas. Al menos, uno de ellos lo denunció al entonces presidente Ángel Juanes. Pavlov asegura que si es entregado su vida corre peligro.

investigacion@elpais.es

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Sobre la firma

José María Irujo
Es jefe de Investigación. Especialista en terrorismo de ETA y yihadista, trabajó en El Globo, Cambio 16 y Diario 16. Por sus investigaciones, especialmente el caso Roldán, ha recibido numerosos premios, entre ellos el Ortega y Gasset y el Premio Internacional Rey de España. Ha publicado cinco libros, el último "El Agujero", sobre el 11-M.

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