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Libertad Digital, un grupo mediático al servicio del PP

La empresa de Jiménez Losantos creció al amparo de las licencias de los Gobiernos autonómicos

Rosario G. Gómez
El locutor Federico Jiménez Losantos.
El locutor Federico Jiménez Losantos.Claudio Álvarez

Nació como una página web y en pocos años Libertad Digital se convirtió en un grupo mediático que gestionaba decenas de emisoras de radio y canales de televisión. La empresa creada en 2000 por el economista Alberto Recarte y el periodista Federico Jiménez Losantos, cuando era todavía una estrella de la Cope, se desarrolló a toda velocidad al amparo del PP, que además de adjudicarle licencias le proporcionó financiación para sacar adelante el proyecto, como reconocen dirigentes del partido. Entre 2004 y 2005, el PP inyectó en Libertad Digital a través de la caja b de Génova 446.000 euros, según las investigaciones judiciales. Altos cargos del PP, entre ellos el exministro Ángel Acebes, recibieron peticiones de Recarte, entonces presidente de Libertad Digital, para que el partido ayudara en la obtención de fondos para una ampliación de capital.

Junto al respaldo económico, Libertad Digital recibió el incondicional apoyo el PP en forma de licencias. Las comunidades autónomas en las que gobernaban los populares repartieron emisoras locales de televisión y frecuencias de radio entre grupos afines. Uno de los más beneficiados fue el conglomerado liderado por Losantos. El Ejecutivo de Esperanza Aguirre fue especialmente generoso: en 2005 le concedió cuatro emisoras de televisión en las principales demarcaciones de la comunidad (Madrid, Alcalá de Henares, Móstoles y Fuenlabrada). El mismo camino siguió en la Comunidad Valenciana Francisco Camps, que premió a Libertad Digital con otros cuatro canales comarcales. En ambos casos no faltaron denuncias por irregularidades en los procesos de adjudicación derivados especialmente de los criterios de valoración. Según una de esas denuncias, el aval —un millón de euros— de la oferta de Libertad Digital en Madrid procedía de Caja Madrid, uno de cuyos consejeros era precisamente Recarte, socio de Libertad Digital.

Otras comunidades gobernadas por el PP también actuaron a favor del grupo mediático. Jaume Matas, por ejemplo, impulsó la creación de la franquicia Libertad Balear, a través de la cual el Gobierno de las islas contribuía a financiar la empresa de Losantos. Ramón Luis Valcárcel le concedió tres emisoras locales de televisión en Murcia y el Ejecutivo gallego le otorgó cuatro frecuencias de radio.

Con la red de canales de TDT, en 2006 comenzó a operar Libertad Digital TV, que además de emitir a través de sus propias emisoras cedía programas a otras plataformas. Sus contenidos servían para alimentar a una asociación de emisoras impulsada por el PP que emitía en Andalucía con el objetivo de ser un contrapeso a la televisión pública autonómica Canal Sur, a la que los populares acusaban de estar al servicio del PSOE.

Losantos se alió con el ala más dura del PP. Defendió a ultranza a Esperanza Aguirre y atacó sin descanso, con injurias incluidas, al entonces alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, al que desde la Cope calificaba de “farsante redomado” y “lacayo” y le acusaba de “tapar” en 11-M para que no se investigara el origen del atentado terrorista. Ruiz-Gallardón llevó al juicio al locutor, que había citado como testigos a Aguirre, Acebes, Eduardo Zaplana e Ignacio González. Para estupor de Losantos, todos negaron que el alcalde fuera un traidor. Mariano Rajoy —al que llamaba “maricomplejines” desde las ondas de radio— fue otra de sus dianas. En 2009, Losantos abandonó la Cope, una salida en la que algunos vieron presiones de Rajoy.

Poco ante de dejar la cadena de los obispos, Losantos se alió con el diario El Mundo para optar a una licencia de radio en la Comunidad de Madrid. El Gobierno del PP, de nuevo, le adjudicó una emisora en la capital que se ha convertido en el motor de esRadio, una cadena generalista que comenzó a emitir en 2009 a través de una red que agrupa unas setenta frecuencias repartidas por casi todas las comunidades.

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El grupo Libertad Digital, que hace dos años se presentaba como un medio “de información de calidad y opinión independiente”, decía contar con más de mil accionistas y financiarse “a partir de fondos propios, lo que le garantiza una buena posición de liquidez”. Pero la realidad ha demostrado lo contrario. La crisis económica obligó en 2013 a vender las licencias de Madrid a la televisión cristiana de Estados Unidos Trinity Broadcasting Network (TNB). A partir de entonces Libertad Digital ha redirigido sus inversiones hacia esRadio que, según los datos del EGM, alcanza una audiencia de 320.000 oyentes.

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