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Teresa Romero experimenta “una leve mejoría clínica” dentro de la gravedad

Las posibilidades de supervivencia para un paciente de ébola aumenta tras 15 días La OMS advierte de que para diciembre podría haber hasta 10.000 casos a la semana

El marido de Teresa Romero, Javier Limón, ayer en el hospital Carlos III
El marido de Teresa Romero, Javier Limón, ayer en el hospital Carlos IIISERGIO PEREZ (Reuters)

La auxiliar de enfermería contagiada por ébola, Teresa Romero, ha experimentado una "leve mejoría clínica" y "se encuentra estable dentro de la gravedad", ha revelado este martes el director del Instituto de Salud Carlos III y uno de los portavoces del comité científico, Antonio Andreu. "Día pasado es día ganado", ha añadido Andreu antes de mostrar su agradecimiento a todos los profesionales que están tratando a la paciente y reiterar que "hay que ser muy prudente".

"Esa leve mejoría debe convencernos a todos para continuar con seriedad y profesional" en el tratamiento de Teresa Romero, ha continuado Andreu. Sobre el resto de personas en observación ha indicado que sigue sin haber signos de enfermedad. Por este motivo, el portavoz del comité ha destacado que la situación de la primera y única infectada hasta la fecha por el peligroso virus "da esperanzas al equipo clínico que esta intensificando todos los esfuerzos para mejorar su salud".

Este martes, precisamente, se cumplen ya 15 días desde que la auxiliar de enfermería empezó a notar los primeros síntomas de la enfermedad. Y a partir de las dos semanas, las posibilidades de supervivencia para un paciente de ébola aumentan, según los datos científicos disponibles hasta ahora. Así lo ha explicado horas antes de la comparecencia del portavoz uno de los mérdicos que atiende a Teresa Romero, Fernando de la Calle, responsable de la Unidad de Medicina Tropical del hospital Carlos III de Madrid y uno de los facultativos que está tratando a la auxiliar de enfermería. Tras salir de su guardia nocturna, De la Calle ha asegurado esta mañana a varios medios de comunicación: "Es verdad que estadísticamente pasados ciertos días de la enfermedad, superada cierta barrera, los que han sobrevivido tienen más probabilidades de salir adelante".

Alude a esa frontera de los 15 días que según los casos investigados desde que apareció el virus del ébola, en 1976, viene determinando las posibilidades de curación; por eso las próximas horas serán muy importantes para la paciente.

A este respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado este martes de que las muertes por ébola ascienden ya a 4.447, entre ellas la del tercer infectado en Alemania, un trabajador de la ONU de nacionalidad senegalesa y que estaba hospitalizado en Leizpig. La OMS también ha revelado que el número de casos confirmados es de 8.914, al tiempo que ha advertido que se superarán los 9.000 esta semana. La epidemia de ébola sigue propagándose en Guinea, Sierra Leona y Liberia y el número de casos en Africa Occidental superará los 9.000 esta semana, ha subrayado este martes la Organización Mundial para la Salud (OMS), que ha prevenido de que para diciembre podría haber hasta 10.000 nuevos casos a la semana.

Tratamiento de Romero

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En Madrid, De la Calle ha precisado los tratamientos experimentales que el equipo médico ha solicitado para la auxiliar de enfermería ingresada en el centro desde el lunes. En primer lugar se le administró suero hiperinmune de pacientes que han superado la enfermedad; también se le ha aplicado un antiviral que, tal y como explicaron los facultativos hace unos días, ha tenido buenos resultados en ratones.

Este especialista del Carlos III ha querido insistir en el  mensaje tranquilizador que repiten las autoridades sanitarias y ha  recordado que "nadie que no tenga síntomas se puede contagiar" el virus en España. La única persona que puede hacerlo es Teresa y lleva una semana ingresada en una habitación del Carlos III, ha subrayado. Por eso el personal que lo trata extrema las medidas de seguridad "en ese momento crítico" que supone el cambio del equipo con el que se protegen y que genera "cierta inquietud" en médicos y enfermeras.

De la Calle ha insistido en que los trajes de protección que utilizan no han cambiado desde que empezaron a trabajar con pacientes de ébola y que siempre han sido seguros y adaptados a los criterios que marca el Centro de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos. "Con los trajes estamos trabajando bien y tranquilos, si no yo soy el primero que, si el traje que me pongo no es el adecuado, no me voy a exponer a un ébola", afirmó tras admitir que es duro trabajar con ese equipo porque da mucho calor, no transpira y dificulta los movimientos.

"Si detectamos que alguien está nervioso o que no se siente capacitado para entrar, no entra, porque son unas condiciones de trabajo complicadas y nadie se puede poner nervioso ni marear", aseguró De la Calle, quien recordó que el personal sanitario ha aprendido "muchas cosas" tras atender a los religiosos repatriados Miguel Pajares y Manuel García Viejo. Acerca del equipo de protección individual (EPI) añadió que el protocolo no indica que haya que quitárselo con ayuda física de otra persona y que, de hecho, no debe hacerse así porque "lo único que puedes conseguir es contaminar una persona a la otra". "Lo que hemos estado haciendo desde el principio es que alguien vigile el proceso, una ayuda externa. La esclusa tiene una venta de ojo de buey y siempre ha estado alguien fuera para ver a quien está dentro. Estar dos en una esclusa no tiene sentido", ha añadido. "También tenemos puesto un espejo para ir retirando las piezas mientras te ves".

De la Calle ha asegurado que la paciente no permite que se den datos clínicos sobre su evolución. Sin embargo, sí ha querido destacar que está "consciente". En el centro también permanecen en cuarentena una quincena de personas que tuvieron contacto con la auxiliar de enfermería durante los seis días en que, estando enferma, hizo vida normal. El facultativo ha asegurado que no se les hace nada más que tomarles la temperatura tres veces al día. "Están sanos", ha repetido. "Si no hay síntomas, ni contagian ni dan positivo a la prueba, por más que pudieran estar incubando la enfermedad".

El médico ha reconocido que tratar a una compañera que se infectó cuidando de otras personas enfermas de ébola añade un componente emocional a su trabajo y ha recalcado la valentía de Teresa Romero "que participó en la innovación de atender primera vez a un paciente de ébola en Europa".

El comité de crisis informó además de que las 15 personas que se han sometido a una cuarentena voluntaria siguen asintomáticas, incluido el marido de Teresa Romero, Javier Limón. También permanencen recluidos cinco facultativos que tuvieron algún contacto con la paciente, tres peluqueras que le hicieron una depilación y varios celadores y enfermeros que la trasladaron.

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