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Prosiguen las tareas de limpieza en el domicilio de la enferma de ébola

Ya se han desinfectado las zonas comunes y los espacios donde se pasea a los perros

Personal de limpieza en el domicilio de Romero.Foto: atlas | Vídeo: Atlas / P. Armestre

Cuatro días después de que Teresa Romero, la primera persona infectada de ébola en Europa, ingresara en el hospital Carlos III de Madrid, los equipos de limpieza están desinfectando la vivienda de Alcorcón que la auxiliar de enfermería compartía con su marido, Javier Limón —ingresado por precaución, aunque de momento no presenta síntomas—, y su perro Excalibur.

Los equipos de desinfección llegaron ayer pasadas las diez de la noche al domicilio de la pareja y con una solución a base de lejía limpiaron todas las zonas comunes (portal, escaleras y ascensores), además de los espacios cercanos al edificio donde los vecinos pasean a sus perros y donde pudo haber estado Excalibur, que el miércoles tuvo que ser sacrificado "para evitar riesgos".

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Hoy se limpiará la vivienda —que hasta ahora ha permanecido tapiada con Pladur por precaución— y se volverán a repasar las zonas comunes (lo que se denomina "limpieza de choque"). Por su parte, el Servicio Madrileño de Salud proporciona desde ayer información y asesoramiento a los residentes del inmueble, como solicitó el alcalde del municipio.

Las tareas de limpieza corren a cargo de la empresa Ferroser, la misma que desinfectó las estancias donde estuvieron ingresados los misioneros Miguel Pajares y Manuel García Viejo, y los mismos que este miércoles limpiaron el box del hospital de Alcorcón, donde Romero pasó 16 horas antes de ser trasladada al Carlos III. Fue el propio centro de Alcorcón quien contrató a esta compañía, después de que su empresa de limpieza habitual (Samyl) se negara a entrar en la habitación por miedo al contagio.

Salvador Victoria, consejero de Presidencia de la Comunidad, afirmó ayer que "se han tomado las medidas profilácticas necesarias" por parte de las autoridades médicas para desinfectar la casa del virus, de manera que en cualquier lugar en que la paciente haya podido desarrollar su actividad "no haya ninguna actividad de riesgo".

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