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Detenido por la muerte a puñaladas de sus dos hijos de 16 y 20 años

La investigación baraja una herencia de los jóvenes como móvil del parricidio

El supuesto parricida de Ubrique, poco después de su detención.
El supuesto parricida de Ubrique, poco después de su detención.

El cobro de una herencia puede ser el móvil de un parricidio en el que han fallecido apuñalados dos hermanos de 16 y 20 años en Ubrique (Cádiz). Es la principal hipótesis que maneja la Guardia Civil tras detener a Juan Pablo M. F. como presunto autor de la muerte de sus dos hijos. Los cuerpos de las víctimas han sido encontrados la pasada madrugada en su casa. El adolescente yacía en el salón y la joven en el hueco de la escalera, muy cerca de la puerta de salida del domicilio.

La agresión ocurrió a las cinco de la madrugada y en cuestión de minutos la Guardia Civil, ayudada de perros adiestrados y apoyada por helicópteros, empezó a peinar la zona en busca del supuesto agresor, un hombre cuya edad supera los 50 años, trabajador de una empresa marroquinera, cazador y antiguo guarda forestal. Su conocimiento de la serranía gaditana ha llevado a los agentes a centrar las tareas de búsqueda en el monte alto de Ubrique, donde le detuvieron a las 14.15. El presunto homicida presentaba heridas y hemorragias en las piernas y a sólo unos metros de él se ocultaba el arma blanca con el que supuestamente apuñaló a sus hijos, un cuchillo de cocina de grandes dimensiones.

Los hermanos vivían solos desde que su madre falleció víctima de un cáncer hace un año. Fuentes de la investigación apuntan a que el padre, que convivía con una joven extranjera en otra casa, acudió de madrugada al domicilio de sus hijos y los apuñaló hasta matarlos. Hubo un forcejeo, en el que Juan Pablo M. F. resultó herido, pero, aún así, pudo huir del bloque y adentrarse en las rocosas montañas de Ubrique.

Ambos hermanos subsistían con dificultades desde la muerte de su madre. La chica, de 20 años, trabajaba en un supermercado del pueblo. Su padre apenas les transfería dinero para cubrir los gastos y por eso los jóvenes trataban de hacerse con la parte de la herencia que ya le correspondía a la primogénita, al haber superado la mayoría de edad.

La investigación está abierta, pero tras localizar el arma homicida, la Guardia Civil parece tener bastante claro qué ocurrió en el lugar del crimen.

El ingreso en prisión del presunto parricida puede demorarse hasta este miércoles. Los agentes le localizaron en el denominado Callejón de las Mocitas, al inicio de una ruta forestal que discurre paralela a un arroyo, en una zona de olivares. Desde allí, ensangrentado, fue trasladado en una ambulancia al hospital más cercano, el centro sanitario de Villamartín. Tras recibir el alta médica, hizo una primera declaración en el cuartelillo de la Guardia Civil de Villamartín, donde confesó los hechos. Pasó la noche en la comandancia de la Guardia Civil en Cádiz, donde este martes vuelve a declarar. El magistrado del juzgado de instrucción de Arcos de la Frontera tiene que decidir si ordena su ingreso en prisión. Mientras, los cuerpos de los hermanos han sido trasladados este mediodía al centro anatómico forense de Cádiz. El magistrado ha decretado secreto sumarial. Por su parte, el alcalde, Manuel Toro, decretó dos días de luto oficial por el suceso que ha consternado a los vecinos.

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