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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

A la fiesta le faltan figuras

"Ni la Infanta queda excusada por su enamoramiento ni Pujol por su entreguismo a la dominanta Marta Ferrusola"

A la fiesta de los toros le faltan figuras mientras sobreabundan figurantes y es en esa carencia donde reside la verdadera amenaza para su supervivencia, en absoluto erosionada con la supresión del espectáculo en Cataluña, de efectos irrelevantes. Cambiando de plano, de esa misma falta de figuras adolece también la política y ahí reside una de las causas básicas del desapego del público hacia una función tan básica. Sabemos que la dedicación política tiene una atracción venenosa para multitud de oportunistas que estiman muy ventajoso ese oficio para despegar en la rueda de la fortuna. Pero sólo con gente así es imposible confeccionar los carteles de las grandes ferias o de las grandes candidaturas electorales y llenar los tendidos o las urnas, es decir, devolver el interés y la pasión del público, que es lo que da sentido a la fiesta o a la política.

Que en el primer Comité Ejecutivo del PP después de vacaciones, con un calendario tan acuciante, nadie haya pedido la palabra después de la intervención de Mariano Rajoy indica que el líder o el comité están enfermos.

Elías Canetti escribió en La provincia del hombre, uno de sus maravillosos libros de aforismos: "Caballos que no necesitan pienso, se alimentan del ruido de su galope". Y es de esos caballos de los que parecen haberse acabado las existencias. La reducción a uno solo, el del dinero en metálico, de todos los circuitos del prestigio que articulan una sociedad bien estructurada resulta muy empobrecedora. Y descubrir que, por ejemplo, Jordi Pujol cristalizaba en ese sistema de insaciabilidad económica es descorazonador. Porque ni la Infanta queda excusada por su enamoramiento, ni el fundador de CDC por su entreguismo a la dominanta Marta Ferrusola. Ni tragamos con la herencia del taxista en el caso de Luis Roldán, director de la Guardia Civil; ni con la ferretería del suegro de Rafael Vera, secretario de Estado de Seguridad, para explicarnos su prosperidad sobrevenida.

Sostenía el gran Arturo Soria y Espinosa que en la secuencia temporal primero era el robo verbal y luego el robo en efectivo. Por eso la fonética de las grabaciones telefónicas y el texto de los mensajes de correo electrónico, materia prima en que los magistrados se basan para redactar los autos de procesamiento de comisionistas y prevaricadores varios, tienen una sonoridad mafiosa y una redacción zafia, inconfundible, de los gánsters que discuten en un garaje por el reparto del botín pero huyen juntos en el mismo coche al oír la sirena de la policía. El hecho es que ni en la escuela gallega de Rajoy ni en la catalana, ni en las restantes con actividad se atisban verdaderas figuras, y sin figuras tampoco hay afición ni rivalidad en el ruedo. Los tendidos languidecen y las cuadrillas se adormilan. Que en el primer Comité Ejecutivo del PP después de vacaciones, con un calendario tan acuciante, nadie haya pedido la palabra después de la intervención de Mariano Rajoy indica que el líder o el comité están enfermos.

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