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Interior habilita otras dos comisarías para identificar a inmigrantes

Cruz Roja ha repartido en una semana 6.700 raciones de comida y 2.100 mantas en Tarifa

Imagen del traslado de varios inmigrantes desde la Comisaría de La Línea.
Imagen del traslado de varios inmigrantes desde la Comisaría de La Línea.marcos moreno

El Ministerio del Interior se ha visto obligado a habilitar dos nuevas oficinas en las comisarías de policía en Cádiz y San Fernando para hacer frente al atasco que viven los centros de internamiento de extranjeros y las ONG tras el aluvión de pateras de la semana pasada, en la que llegaron a las costas de Cádiz 1.219 subsaharianos en más de 130 barcas de juguete, cifra récord desde que existen registros oficiales. Pese a ello, cuando se cumple una semana de la primera oleada, 412 inmigrantes seguían anoche alojados en dos pabellones polideportivos de Tarifa (Cádiz) al cuidado de la Cruz Roja.

Desde el pasado lunes, las comisarías de Algeciras y La Línea de la Concepción tratan de identificar a los recién llegados en colaboración con una comisión judicial que decide cuál es su destino. Aunque el protocolo obligaría a enviarlos a centros de internamiento con vigilancia, la mayoría sale en libertad hacia centros de las ONG. Para colaborar en esa tarea burocrática, la Dirección General de la Policía ha decidido derivar inmigrantes también hacia las comisarías de Cádiz y San Fernando, para agilizar así los trámites de identificación.

Agentes que se ocupan del papeleo admiten a EL PAÍS que están desbordados y que, además, rara vez en estos días han podido acreditar la procedencia de los inmigrantes que llegan sin papeles y que en sus declaraciones aseguran ser originarios de países con los que España no tiene convenios de repatriación.

Las comisarías no solo están sirviendo para tomar declaración a los inmigrantes subsaharianos, sino que también se utilizan para alojarlos de forma provisional. De la de Algeciras salieron ayer 25 sin papeles, tras cumplir las 72 horas máximas de detención legal, hacia una ONG. Hoy está previsto que lleguen otros 25, que volverán a ser instalados en el patio del centro policial. Ninguna institución oficial ha facilitado datos sobre el destino de estos inmigrantes irregulares. Decenas de ellos han sido repartidos por centros de internamiento de toda España, pero muchos más quedan al cuidado de organizaciones no gubernamentales.

En el pabellón de Tarifa, la zona cero de esta crisis migratoria, 200 voluntarios llegados de varias provincias andaluzas se distribuyen en turnos de 50 para atender a los inmigrantes que siguen allí en espera de la decisión judicial. Hay desde enfermeras y médicos —que estos días han tratado heridas, han lavado ojos y han curado torceduras— hasta conductores, expertos en logística y socorristas. El objetivo ahora es cerrar el segundo pabellón para concentrar todos los esfuerzos en un único centro.

Desde que llegó la primera barca al espigón el pasado lunes, la Cruz Roja ha repartido 3.600 cenas, 3.100 comidas, 2.100 mantas y otros tantos paquetes de higiene. También entregó toallas a todos los inmigrantes. El alcalde de Tarifa, Juan Andrés Gil, del PP, lleva varios días reclamando “medidas excepcionales para paliar una situación excepciónal”.

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