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RENOVACIÓN EN EL PSOE

Movimiento por un congreso abierto

Los dirigentes del PSOE aceptan el congreso, pero apuestan por dar voz a todos los afiliados Susana Díaz sostiene que Andalucía es su prioridad

Susana Díaz, este martes en la reunión de la ejecutiva regional.
Susana Díaz, este martes en la reunión de la ejecutiva regional.Julio Muñoz (EFE)

Después del primer impacto de la decisión de Alfredo Pérez Rubalcaba de convocar un congreso extraordinario el mes de julio para que él y toda su dirección sea sustituida, los pros empiezan a imponerse sobre los contras. Las propuestas empiezan a fluir aunque aún entrelazadas con algunas quejas de quienes hubieran querido la convocatoria de unas primarias abiertas para elegir al candidato electoral antes del congreso para votar al nuevo secretario general.

En medio ha empezado a fraguarse un movimiento transversal, sin carácter crítico, a favor de que el futuro secretario general del PSOE sea elegido por el sufragio de todos los militantes y no solo por los delegados. Así se ha hecho en el Partido Socialista de Galicia, PSdG-PSOE, y así lo hará en el mes de septiembre el cónclave convocado por el secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, para sustituirle tras anunciar ayer que sigue los pasos de Rubalcaba. Los dos casos citados lo pueden hacer con su ley en la mano ya que así lo recogen los estatutos del PSOE gallego y vasco, no así el federal. Pero se puede solucionar, si se quiere, señalan cuadros medios de distintas federaciones socialistas.

Desde Canarias, hasta Castilla y León, la propia Galicia, País Vasco, Extremadura y Castilla-La Mancha, alientan este debate. El secretario general de los socialistas castellano-manchegos, Emiliano García Page, señaló en la reunión de la ejecutiva del lunes, en la que Rubalcaba anunció su retirada y la convocatoria de un congreso, que lo relevante era que los militantes votaran. Desde la actual dirección, además, se recuerda que el secretario de Organización, Óscar López, es un defensor de esta votación universal para elegir a los líderes del partido aunque no figura en los estatutos.

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Un militante, un voto. Este procedimiento aliviaría la presión de quienes recelan de la decisión de Rubalcaba de no haber convocado primarias en vez de un congreso y debilitaría la crítica de que desde las cúpulas de las federaciones se puede influir en la elección de los delegados que luego votarán. No es lo mismo mil delegados que doscientos mil militantes, se arguye. Las fuentes consultadas no creen que la federación andaluza se oponga a esta propuesta que, en primer término tiene que calibrar el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba.

La relevancia del criterio de Andalucía es incuestionable. Había expectativa en lo que pudiera ocurrir en la reunión celebrada por su secretaria general, Susana Díaz, con los ocho secretarios provinciales de Andalucía. En la misma la presidenta andaluza negó ante los suyos que hubiera “influido” o “presionado” a Rubalcaba para que convocara el congreso. A ella la decisión se la comunicó Rubalcaba el lunes a primera hora de la mañana antes de comunicarlo a la ejecutiva. No obstante, para Rubalcaba no era ningún secreto que la opción de Díaz era un congreso y no unas primarias, según lo reconocen en la dirección federal y ayer lo corroboraron los interlocutores andaluces consultados. En esta reunión con los secretarios generales y, a continuación, otra con la ejecutiva en pleno, Díaz afirmó que su dedicación plena estaba en Andalucía. “Mi prioridad es Andalucía, ya lo saben”, señaló la presidenta a los periodistas al entrar en la sede regional de su partido. Al trasladar a dirigentes socialistas de la región la posibilidad de que su líder pudiera compatibilizar la secretaría general del PSOE con la presidencia de la Junta, la respuesta es que “no, al día de hoy”.

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En el PSOE andaluz hay dos posiciones diferentes. Por una parte, están los que creen que deben consolidar las expectativas electorales al alza que apuntan los resultados obtenidos el pasado domingo. Este objetivo lleva consigo que Díaz cumpla su palabra de presentarse a unas elecciones en su comunidad. En paralelo, están quienes consideran que “lo prioritario” es recomponer la marca PSOE con un liderazgo fuerte como el de Díaz y lo demás vendrá después.

No solo en Andalucía se hacen cábalas, también en los corrillos del Congreso. No hay otro modo de tomar posición y debatir sobre la decisión del secretario general porque no hay marco en el que expresar la opinión. Ante la falta de un foro para expresar la opinión, el grupo parlamentario socialista —diputados y senadores— se ha convertido en el ágora de debate. Ayer lo aprovecharon varios diputados para mostrar su opinión sobre la decisión de Rubalcaba; unos a favor, otros, partidarios de las primarias. En el primer grupo estuvo el expresidente del PSOE Manuel Chaves y el ex vicesecretario general José Blanco. Del otro lado la diputada canaria Patricia Rodríguez, la gallega Laura González Seara, la asturiana Mariví Monteserín y el vasco Odón Elorza. Todos ellos bien relacionados con Carme Chacón, aunque también con Eduardo Madina. Este último no tomó la palabra desde la mesa que presidía la reunión, en su calidad de secretario general. Sí salió a defender la opción de Rubalcaba la portavoz del grupo, Soraya Rodríguez. Los interlocutores consultados recalcan que los críticos con la celebración del congreso, antes que las primarias, sí elogiaron la decisión de Rubalcaba de asumir toda la responsabilidad de la derrota.

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