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Los resultados de las europeas marcarán la política territorial del PP

Los comicios serán la primera brújula para los planes de Rajoy Están en juego el posible relevo de González y Botella y las reivindicaciones de varios barones

Francesco Manetto

Este viernes termina en Madrid no solo la campaña de las elecciones europeas. Mañana se cerrará también la primera etapa de todas las fuerzas políticas en la carrera hacia los comicios municipales y autonómicos de mayo de 2015. Las giras de Mariano Rajoy y del candidato del PP al Parlamento europeo, Miguel Arias Cañete, que han visitado 14 comunidades en las últimas dos semanas, han movilizado la maquinaria electoral de las direcciones autonómicas y han llevado a los barones territoriales a medirse sobre el terreno. “Tenemos buena parte del trabajo ya hecho para las municipales”, apuntaban el miércoles fuentes del PP regional en Valencia, donde se celebró el mitin más multitudinario y donde el partido se enfrenta a una posible pérdida de la mayoría absoluta, tanto en el Ayuntamiento como en la comunidad.

Igual que Alberto Fabra y Rita Barberá, todos los dirigentes autonómicos tienen a partir del lunes su calendario y sus metas. Y el líder de los populares, asesorado por su equipo, encabezado por Pedro Arriola, escudriñará los resultados de las europeas desglosados por comunidades para impulsar su política territorial en los próximos meses. A pesar de la elevadísima abstención, augurada en todas las encuestas, y al margen de los resultados nacionales, las elecciones del domingo serán el primer verdadero termómetro de la fidelización de los votantes desde las generales de noviembre de 2011. Y la brújula de Rajoy para tomar decisiones que afecten a los suyos

En Castilla-La Mancha, donde gobierna la número dos de la formación, la secretaria general, María Dolores de Cospedal, manejan encuestas que, según fuentes autonómicas, arrojan mejores resultados que la media nacional. En este contexto, el equipo de la presidenta, quien tuvo que hacer frente a un déficit desbocado y acometer durísimos recortes, sobre todo en la primera etapa de la legislatura, busca ya las fórmulas para vender las estadísticas del domingo como un aval a su hoja de ruta. El jefe del Ejecutivo lo proclamó el pasado domingo en Cuenca: “Quiero dar las gracias a María Dolores, como presidente del Gobierno, por tu labor al frente de Castilla-La Mancha, donde recibió la peor herencia que ningún gobernante de España en los últimos años”.

En la Comunidad Valenciana y en Castilla y León, Fabra y el veterano Juan Vicente Herrera, que está preparando su sucesión, buscarán legitimar sus reivindicaciones sobre la financiación con vistas a la reforma que prepara el Gobierno. En Cataluña está en juego la estrategia de Alicia Sánchez-Camacho, líder autonómica de los populares, para frenar el plan soberanista del presidente de la Generalitat, Artur Mas. Y Andalucía, el nuevo barón territorial, Juan Manuel Moreno, se enfrenta a su primera cita con las urnas. Frente al optimismo del propio Rajoy, que el domingo mantuvo en una conversación informal con periodistas que esperan resultados muy positivos, el PP andaluz es consciente, en cambio, de que la estrategia para contrarrestar el efecto Susana Díaz se juega a largo plazo.

Madrid es un caso aparte, tal vez el más delicado. El domingo los votantes lanzarán a Rajoy el primer mensaje sobre un posible relevo de Ignacio González y Ana Botella, respectivamente, al frente de la Comunidad y del Ayuntamiento. El temor a perder la mayoría en Madrid y en Valencia, graneros inmensos del voto popular desde hace 20 años, está instalado en el PP desde hace meses. Pero todos se preguntan si Rajoy sustituirá finalmente a los candidatos. “Lo tendrá que decidir el partido en su momento, pero, desde luego, a mí me gustaría ser el candidato”, aseguró recientemente el presidente de la Comunidad que, al igual que la regidora de Madrid, no fue elegido para ese cargo sino que lo heredó tras la renuncia de Esperanza Aguirre a mitad de mandato. La alcaldesa Ana Botella nunca lo ha expresado con tanta claridad. De alguna forma, a la esposa de José María Aznar le gustaría que se dieran las condiciones para poder repetir. Pero la cuestión es, en realidad, si Rajoy puede permitirse ese cambio, corriendo el riesgo de alentar un nuevo conflicto con el expresidente del Gobierno y del partido. El lunes, en el PP ya pensarán en ello.

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Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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