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El PP se aferra a la recuperación económica para salvar su campaña

Santamaría:“No hay más que salir a la calle para ver que hay más alegría” Valenciano: “¿Pero en qué país viven? Hay un 10% más de desahucios”

Carlos E. Cué

El Gobierno y el PP no tienen intención de modificar los planes de su campaña. El discurso está centrado en la economía y los datos de la recuperación, y el Ejecutivo está decidido a mantener el rumbo prefijado a pesar de que, según admiten en privado todos los dirigentes, la campaña ha quedado totalmente rota por las polémicas declaraciones sobre el machismo de Miguel Arias Cañete.

Mientras el PSOE mantiene e incluso aumenta la presión en los últimos días, diseña vídeos de campaña centrados en el machismo y el aborto y logra que varios dirigentes socialdemócratas europeos se sumen a una campaña contra Arias Cañete, el PP lo tiene muy claro. El mensaje directo lo lanzó Soraya Sáenz de Santamaría en Valladolid, su ciudad natal, en un acto de campaña ante 500 empresarios. La vicepresidenta aseguró que tras dos años y medio de reformas hay una sensación de “esperanza, de que se vive de otra manera. (...) No hay más que salir a la calle para ver que hay mucha más alegría que hace unos meses”, insistió la número dos del Gobierno.

Para consolidar “esa alegría”, defendió que el Ejecutivo debe seguir el mismo camino. El mensaje central del PP, y del propio Rajoy, consiste en convencer a los ciudadanos, sobre todo a su electorado natural, de que no se abstengan y vayan a votar a los populares para evitar que gane el PSOE y se “pare” la ola de reformas. Pase lo que pase el domingo, Rajoy seguirá en La Moncloa con una aplastante mayoría absoluta, pero el Ejecutivo busca el aval de las urnas a su línea política.

Este discurso de la vicepresidenta sigue la estrategia básica que la dirección de campaña ha fijado para todos los mítines: evitar entrar al asunto de Arias Cañete, seguir como si nada y hablar sobre todo de economía, con ataques al PSOE. Y sobre todo explotar los datos de empleo de abril. Esteban González Pons, número dos de la candidatura, en el debate a seis bandas en TVE del lunes, llegó a decir que se crean “casi 7.000 empleos al día”, un dato que provocó protestas de la oposición. El cálculo es el siguiente: hubo 133.000 nuevos afiliados a la Seguridad Social, que el PP divide entre los 20 días laborables de un mes y obtiene una media de 6.688 nuevos afiliados cada día laborable.

A este mensaje económico tan optimista contestó Elena Valenciano. “Acabamos de saber que 40.000 familias se quedaron sin casa el año pasado, desahuciadas, un 10% más que el año anterior. Y Sáenz de Santamaría se atreve a decir que se ve más alegría por las calles. ¿En qué país viven?”

Diario de campaña

El machismo "hurta" el debate. Las palabras del candidato del PP sobre las mujeres tras su duelo con Elena Valenciano siguen centrando la campaña, hasta el punto de que el resto de formaciones se quejan de que la polémica ha "hurtado" el debate europeo, como lamentó el cabeza de lista de UPyD, Francisco Sosa Wagner. El portavoz de IU en el Congreso, José Luis Centella, calificó de "truncada entre el PP y el PSOE" la campaña, porque, a su juicio, los dos grandes han "pactado dejar fuera determinados asuntos". Los socialistas siguieron desplegando su artillería contra Cañete, con vídeos y mensajes de apoyo en Twitter de dirigentes socialdemócratas europeos, y con una aliada inesperada, Esperanza Aguirre, que aseguró que la frase de Cañete era "de desafortunada a muy desafortunada", al tiempo que avanzaba que el candidato del PP va a "pedir disculpas inmediatamente". El PP trató mientras de dirigir el debate hacia la mejora de la economía. "No hay más que salir a la calle para ver que hay mucha más alegría que hace unos meses", proclamó la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.

Protestas en los mítines. Tres mujeres irrumpieron al grito de "machista" un mítin de Cañete en Lugo. La interrupción acabó con la expulsión de las tres manifestantes, mientras el candidato del PP excusó su silencio sobre la polémica: "Vengo a hablar de polícias europeas". En Madrid, una veintena de personas trató de boicotear el primer acto de Carme Chacón con gritos sobre los desahucios. "Carme Chacón, especulación", corearon, mientras los asistentes al acto contratacaban con cánticos de "ista, ista, ista, Europa socialista".

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Además de la economía, el PP está especialmente interesado en Cataluña, como se vio en el debate del lunes. Ayer Dolores de Cospedal, la secretaria general, acusó a CiU de crear odio: “Decir que el resto de España no ayuda a Cataluña es mentir. Y algo todavía peor e irresponsable: es crear odio, fractura, división. No hay nada peor que deba hacer un gobernante. Y el odio siempre se vuelve contra el que lo crea”. Josep Antoni Duran, portavoz de CiU, le contestó desde Twitter: “El único que ha creado odio es el PP contra Cataluña en la campaña contra el Estatut. Pedid perdón y volvamos a empezar, ¡si se puede!”.

Mientras, los socialistas siguen concentrados en explotar al máximo el error de Arias Cañete —como tal se reconoce incluso en su entorno— y tratan de movilizar a todos los socialdemócratas europeos. Ayer consiguieron que varios de ellos se pronunciaran en Twitter contra el “machismo de Cañete y Rajoy”.

La ministra de Sanidad y máxima responsable de la política de igualdad, Ana Mato, le defendió: “Arias Cañete ha demostrado a lo largo de toda su trayectoria política una defensa y un trabajo permanente al lado de las mujeres”, aseguró, aunque admitió que fue una “declaración poco afortunada que él mismo ha explicado”.

Arias Cañete, ajeno a todo, ayer protagonizó mítines en Asturias con la presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández, que también provocó polémica con un tuit la noche de debate: “La telefonista de Ferraz frente al abogado del Estado responsable de la gran negociación europea de la PAC. No hay color”. Sin embargo, por la tarde el candidato se enfrentó de nuevo al fantasma de sus declaraciones, porque tres mujeres interrumpieron su mitin en Castro de Rei (Lugo) al grito de “machista”, aunque él siguió como si nada mientras las expulsaban, informa Pepe Seijo.

Justo en ese momento, Arias Cañete defendía su trabajo con mujeres y contaba una anécdota de una negociación en Bruselas con la consejera gallega Rosa Quintana, a la que, relató, le llegó a decir: “Vamos a hacer una foto para que mi mujer se crea que estoy aquí, porque son las seis de la mañana…”

La campaña se acerca a su fin y no logra grandes movilizaciones. El PP, por ejemplo, no se ha atrevido, al contrario que en las europeas de 2009 —entonces con Francisco Camps en la Generalitat—, con la plaza de toros de Valencia, y llevará hoy a Rajoy al Ágora, con mucho menos aforo. El PP mirará con lupa el resultado en la Comunidad Valenciana y Madrid porque teme perderlas en las autonómicas de 2015 después de 20 años de hegemonía, lo que sería un desastre para esa formación.

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