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Prisión incondicional sin fianza para la policía que entregó el arma

Raquel Gago está acusada de homicidio, tenencia ilícita de armas y atentado contra la autoridad

Vehículo que traslada a Raquel Gago a los juzgados.
Vehículo que traslada a Raquel Gago a los juzgados.J. CASARES (EFE)

La investigación del crimen que acabó con la vida de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, incorpora un nuevo sospechoso, Raquel Gago, una policía local de 41 años. La juez que lleva la instrucción del caso decretó este viernes su prisión incondicional y sin fianza, acusada de los mismos cargos que las presuntas autoras del crimen: homicidio, tenencia ilícita de armas y atentado contra la autoridad.

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A juicio de los expertos, viene a significar que la magistrada considera que Raquel Gago puede haber sido cómplice o haber tenido algún grado de conocimiento de los planes urdidos para acabar con la vida de la presidenta de la Diputación de León. Gago estuvo prestando declaración este viernes durante casi cinco horas.

La agente municipal entró en escena la noche del martes, 30 horas después de producirse el homicidio, cuando se presentó en una comisaría de policía para entregar el arma con la que se cometió el delito, un revólver Taunus del calibre 38. Desde ese momento, aparecieron muchos interrogantes sobre su papel en los hechos.

Raquel Gago había declarado en primera instancia que encontró la pistola en el maletero de su coche, el cual —dijo— había prestado a su amiga Montserrat Triana Martínez, hija de la autora confesa de los disparos. Gago quedó imputada y fue citada para declarar este viernes.

La intervención de esta policía local, que presta servicio en los barrios y tiene un expediente laboral intachable, resultaba intrigante por varios motivos. El primero era su presencia cerca del lugar de los hechos y en una hora aproximada. Varios testigos, entre ellos un supervisor de los aparcamientos, reconocieron haberla visto por la zona e incluso entablar conversación con Montserrat Triana Martínez minutos después de haberse cometido el homicidio, a las 17.17 horas del pasado lunes 12.

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Era muy extraño que Raquel Gago, sabedora de lo que había sucedido, no se presentara como testigo horas después del crimen, a diferencia de lo que hicieron otros vecinos de León cuando ya se sabía que su amiga había sido detenida por los hechos. Tampoco se explica cómo es que Montserrat Triana Martínez acudiera al lugar en el coche de Raquel Gago y no lo utilizara para alejarse una vez cometido el delito. Y más extraño aún es que el vehículo lo terminara recogiendo Gago y descubriera al día siguiente que había una pistola en el maletero.

Por este motivo, el Ayuntamiento de León decidió el jueves abrir a la policía un expediente disciplinario y suspenderla durante dos meses de empleo y sueldo.

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