_
_
_
_
_
funeral por los cinco menores muertos

Monterrubio despide entre aplausos a sus cinco futbolistas fallecidos

Más de 4.000 personas abarrotan el polideportivo en el funeral por las víctimas del accidente El equipo rival del de los fallecidos hace pasillo entre aplausos al paso de los féretros

Foto: atlas | Vídeo: ATLAS | CLAUDIO ÁLVAREZ
Manuel Planelles

Era imposible encontrar ayer a algún vecino de Monterrubio de la Serena que no tuviera los ojos enrojecidos por el llanto. A todos los que viven en este pueblo de Badajoz, de 2.500 habitantes, les ha tocado la tragedia. Y todos quisieron acompañar en el funeral a las familias de los cinco menores fallecidos el jueves en un accidente en una de las carreteras que llevan al municipio. Los chicos fueron enterrados ayer, todos en Monterrubio, salvo uno que vivía en la pedanía de La Nava.

Desde la terrible noche del jueves el dolor se concentró alrededor del polideportivo municipal. En todos los rincones había corrillos de chicos intentando consolar a amigos de los fallecidos.

Es una tragedia para todos, pero, sobre todo, para ellos”, comentaba uno de los vecinos del pueblo mientras bajaba la mirada hacia la silla de ruedas que empujaba. En ella estaba Adrián, su sobrino, uno de los compañeros de los cinco chicos, de entre 12 y 15, que fallecieron cuando volvían a casa después de jugar unos partidos en Herrera del Duque. En el minibús iban los equipos de las categorías infantil y cadete del Club Deportivo de Monterrubio. En total, 18 personas, contando a los adultos que los acompañaban. Pese a tener una costilla rota, Adrián es de los afortunados.

A pocos metros él, en el polideportivo, estaban los verdaderos perdedores: José Manuel, Bernardo, Juan Pedro, Javier e Ismael, que perecieron cuando habían empezado a saber de qué iba la vida. Una montaña de flores cubría sus féretros. No cabía nadie en el centro. Miles de personas, también de otros pueblos, asistieron al funeral. El batir de los abanicos se mezclaba con los llantos de las madres y la voz del arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García, que ofició la misa.

Uno de los niños heridos, acude al funeral.
Uno de los niños heridos, acude al funeral.CLAUDIO ÁLVAREZ (EL PAÍS)

El presidente extremeño, José Antonio Monago, y el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, asistieron al acto. “Es una jornada de dolor en Monterrubio, pero me atrevo a decir que para toda España”, dijo el ministro tras la misa. “Que el sacrificio de estos muchachos nos sirva para que algunos menos padezcan también las consecuencias de la carretera (...) si no lo hacemos por nosotros, por lo menos que lo hagamos por la seguridad de los demás”.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Fernández se refería así al único detenido que hay por el accidente, Fernando F. M., de 37 años, el conductor de la retroexcavadora que, presuntamente, provocó el accidente. Está en prisión sin fianza desde el viernes. Dio positivo en cocaína y cánnabis, aunque el laboratorio de toxicología de Santiago de Compostela tendrá que realizar un contraanálisis. Al detenido —quien, tras el accidente, condujo su retroexcavadora a la finca de su familia, ubicada a unas decenas de metros del lugar del siniestro, adonde regresó poco después— se le imputan siete delitos: cinco por homicidio imprudente, otro por lesiones y otro contra la seguridad del tráfico.

El ministro no quiso entrar ayer en detalles de la investigación. Los responsables de la Guardia Civil en Extremadura siguen manteniendo la hipótesis de que el autobús en el que viajaban los jóvenes intentó adelantar a la máquina, pero la retroexcavadora giró para salir de la carretera hacía un camino. Sin embargo, algunos de los heridos dicen que la máquina intentó cruzar la carretera secundaria por la que iba el minibús y que se saltó un stop. “El autobús chocó y volcó”, dijo Adrián desde la silla de ruedas.

Tras el funeral, los familiares cargaron a hombros con cuatro de los chicos hasta el cementerio. Al quinto se lo llevaron a La Nava. Una quincena de chavales formó un pasillo a las puertas del pabellón. Eran los integrantes de las categorías infantil y cadete del equipo de Herrera de Duque. Los menores fallecidos compitieron el jueves contra ellos. Fue pocas horas antes del accidente.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_