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La dimisión de un concejal devuelve la inestabilidad a Ponferrada

El PSOE regresará al Ayuntamiento tras la crisis por la moción de censura de 2013 El nuevo edil tendrá la llave de la gobernabilidad en un Consistorio partido en dos

La dimisión, por razones personales, de uno de los ocho concejales no adscritos del Ayuntamiento de Ponferrada —todos ellos expulsados del PSOE en 2013— amenaza con devolver la inestabilidad a este municipio leonés de 70.000 habitantes que hace un año vivió un terremoto político. El grupo socialista en pleno fue entonces expulsado del partido, tras arrebatar la alcaldía al PP con una moción de censura pactada con el partido de Ismael Álvarez, condenado años antes por acoso sexual en el caso Nevenka. Desde aquel día esos ocho exsocialistas gobiernan Ponferrada, pero acaban de perder a uno de ellos, y la farragosa situación creada tras la crisis de 2013 va a dejar el día a día del Ayuntamiento en manos de un nuevo edil del que, además, aún se desconoce el nombre.

La relación de fuerzas en Ponferrada es esta: 12 concejales del PP (en la oposición), ocho no adscritos (exsocialistas, en el Gobierno) y cinco del partido independiente del exalcalde Ismael Álvarez (que apoyan al Gobierno). Uno de los no adscritos, Luis Amigo, presentó ayer su dimisión, según una nota del Ayuntamiento recogida por la prensa local.

A Luis Amigo debe sustituirle el siguiente miembro de la lista electoral del PSOE de 2011, y ese nuevo edil ya no sería no adscrito, sino socialista. Por tanto, el PSOE volvería formalmente a tener representación municipal en Ponferrada y la relación de fuerzas quedaría así: 12 ediles del PP frente a 12 no adscritos e independientes; y, en medio, el PSOE, que sería bisagra y tendría la llave de la gobernabilidad.

“Moción de censura, no”

La clave es saber qué hará ese nuevo edil socialista: si continuará respaldando al alcalde Samuel Folgueral o no. La persona que seguía en la lista a Amigo es Paula Rodríguez, quien, según diversas fuentes, ha manifestado públicamente su intención de renunciar; si lo hace, el siguiente sería Ovidio Blanco, que aún no ha dicho qué haría. Si también él renunciase, tomaría posesión del escaño José López Durán, abiertamente crítico con la moción de censura de 2013 y con el Gobierno de su antaño compañero Folgueral.

Durán aseguró ayer a EL PAÍS que, en caso de ser nombrado, no impulsará una moción de censura con el PP para tumbar a Folgueral: “Lo descarto totalmente”, dijo. Pero tampoco apoyaría al alcalde: “En cada votación votaría según el ideario del PSOE; y desde luego habría muchas cosas, como ciertos contratos que se han hecho en este año, que, con mi voto, no se harían”.

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