_
_
_
_
_

“He pertenecido a ETA. Hoy mi arma es la palabra”

Una víctima de la banda, un expreso y la hermana de Lasa piden pasos al Gobierno hacia la paz

Natalia Junquera
El expreso etarra José Antonio Fernández Hernando, Asun Lasa (con gafas) y Rosa Rodero.
El expreso etarra José Antonio Fernández Hernando, Asun Lasa (con gafas) y Rosa Rodero.SAMUEL SÁNCHEZ

“Gracias por permitirme participar en este encuentro. He pertenecido a ETA. He pasado 22 años en la cárcel... Hoy en día mi arma es la palabra y sobre la palabra quiero construir la reconciliación y la paz. No queremos que haya más dolor”. A Josean Fernández Hernando se le quebró la voz y se le cayeron las lágrimas en cuanto dijeron su nombre este viernes en el primer encuentro celebrado en Madrid entre un expreso de la banda —él—, una víctima de ETA —Rosa Rodero, viuda del sargento de la Ertzaintza Joseba Goikoetxea, asesinado en 1993— y una víctima de los GAL —Axun Lasa, hermana de Joxe Antonio, torturado, asesinado y enterrado en cal viva por la Guardia Civil.

El encuentro, que se celebró en la parroquia de San Carlos Borromeo, apenas se anunció y los organizadores pidieron discreción a los periodistas porque temían que alguien torpedeara la cita, pero la sala se llenó de los habituales de la parroquia, incluida Lucía, nieta de Carrero Blanco, asesinado por ETA, que, al ser interpelada durante el coloquio, dijo, emocionada: “Son 42 años de no hablar de esto”. “A veces, por llamarte de una determinada manera, la gente cree que piensas de una determinada manera. Todos tenemos prejuicios... Me parece estupendo que existan iniciativas por la paz como esta, aunque hay cosas que no puedo compartir ni comprender y que siempre duelen”. El público la aplaudió con ganas.

“Queremos que lo que decimos en Euskadi se escuche aquí; que vean que es necesario dar pasos para la paz y la reconciliación. Yo lo hago por mi marido, por la lucha que él empezó y por la que dio la vida”, explicó Rodero. “No me cuesta nada sentarme con ellos. El dolor por perder a una persona que amas es el mismo”, añadió. Lasa también lo ve así: “Tanto ETA como el GAL provocaron mucho dolor. El de los GAL con dinero público. Nuestras lágrimas son las mismas y unidos desde ese dolor podemos dar pasos de gigante. Encontrarme con las otras víctimas es lo más importante que he hecho en mi vida”. ¿Y el del exetarra también es el mismo dolor? “Él ha pagado 22 años de cárcel por lo que hizo. Ha sufrido por su familia. Será una forma diferente de dolor, pero también lo es”, asegura Rodero.

La viuda de Goikoetxea quiere acelerar el final. “Esto no tiene marcha atrás, pero hay gente que puede hacer que se tuerza. Mientras los etarras dan pasos para que llegue la paz, el Gobierno no da ninguno. Por ejemplo, acercar presos para que sus familias dejen de sufrir, y estudiar caso a caso, para que mayores y enfermos puedan salir, dentro de la ley”.

El expreso etarra cuenta que la primera vez que coincidió con Rodero, en diciembre del año pasado, estaba asustado. “Estas personas [las víctimas de ETA] han sufrido mucho y se reconoce su dolor, pero también hay que reconocer el de otros, como el de Axun”. Él no cree en el arrepentimiento ni en el perdón. “¿Qué cambia si digo: ‘Me arrepiento’? Sería algo cínico porque cuando yo cometía el hecho [el asesinato de un comerciante], lo hacía conscientemente. No tuve dudas. Cuando estás en una organización como ETA, la violencia no es el fin, es una herramienta. Ahora ETA ha decidido que la única herramienta es la vía democrática”.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Natalia Junquera
Reportera de la sección de España desde 2006. Además de reportajes, realiza entrevistas y comenta las redes sociales en Anatomía de Twitter. Especialista en memoria histórica, ha escrito los libros 'Valientes' y 'Vidas Robadas', y la novela 'Recuérdame por qué te quiero'. También es coautora del libro 'Chapapote' sobre el hundimiento del Prestige.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_