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El Congreso se une para mejorar la vida de los españoles presos en el extranjero

La oposición recuerda al PP su celeridad en trasladar de Cuba a Ángel Carromero Solo un centenar de reclusos al año consiguen venir a España de los 350 que lo solicitan Llamazares consigue que la propuesta sea más completa

Anabel Díez

Con solemnidad y muchas llamadas a la razón humanitaria, el Congreso se ha comprometido a “representar” a los 2.184 españoles que están presos en cárceles extranjeras. El PP ha pedido prestar más atención a este colectivo y, pese a la debilidad de la iniciativa, todos los grupos parlamentarios se han sumado a la proposición no de ley del Grupo Popular para pedir al Gobierno una mayor atención a los condenados en cárceles extranjeras en el terreno económico, en la asistencia jurídica y, sobre todo, en acelerar sus traslados a las cárceles españolas. Anualmente 350 reclusos piden cumplir su pena en España, pero solo lo consigue un centenar. Cuando el PP quiere “los trámites se aceleran”, han resaltado Delia Blanco (PSOE) e Irene Lozano (UPyD), citando al joven dirigente del PP, Ángel Carromero, trasladado desde Cuba, tres meses después de haber empezado a cumplir su condena en ese país.

La naturaleza de la iniciativa, una proposición no de ley presentada por el PP, marca la dimensión de la misma. “Se insta al Gobierno a mejorar las políticas de asistencia a presos españoles en terceros países y agilizar su traslado a prisiones españoles”. Por tanto, ahora corresponde al Gobierno a tomar en consideración la propuesta aunque al ser promovida por el PP, sí hay más garantías de que algo se vaya a hacer. No obstante, la iniciativa ha quedado mucho más completa que como la ideó el PP gracias a que el diputado de Izquierda Plural Gaspar Llamazares ha conseguido que su enmienda sea aceptada por todos; también el PP. La oposición ha reconocido el talante cordial y abierto del portavoz constitución del Grupo Popular, Pedro Gómez de la Serna.

Se ha propuesto pedir al Gobierno que “amplíe el número de convenios bilaterales de traslado de presos para cumplimiento de condena, mediante nuevas negociaciones diplomáticas”. La cooperación de los Ministerios de Exteriores, Justicia e Interior se ha requerido para elaborar una base de datos con todos los presos en el extranjero para mejorar la atención a cada uno de ellos. Y, como otro punto relevante, se pide al Gobierno “incrementar los medios de la ayuda consular destinada a la asistencia jurídica”, médica y farmacológica. Ahora los servicios consulares, cuyo trabajo ha sido elogiado por toda la oposición, cuentan con 120 euros al mes para estas atenciones. “Muchas veces ese dinero le sirve al preso para conseguir una cama o cuidarse de los matones”, ha ilustrado el diputado del PNV, Emilio Olabarría.

El dinero es otra de las objeciones que ha puesto la oposición ya que en el texto el PP ha incluido una coletilla inquietante: “….. Todo ello cuando la disponibilidad presupuestaria lo permita”. La mano de Hacienda llega a todas partes, han destacado los portavoces Feliu Guillaumes de CiU; Ana Oramas de Coalición Canaria – que se ha interesado por el español David Mendoza, preso en Cuba; y Rafael Larreina de Amaiur. “Somos representantes de esos españoles; también somos sus diputados”, ha recordado el popular Gómez de la Serna. Este ha reconocido que a su grupo la especial sensibilización le vino por la serie de programas elaborados por La Sexta con el título “Encarcelados”. El mérito al trabajo periodístico ha sido reconocido, pero a la diputada de UPyD Irene Lozano le hubiera gustado que la iniciativa hubiera tenido como base documentación oficial.

A pesar de las carencias el voto ha sido unánime por la imperiosa necesidad de prestar ayuda a los presos españoles. “Esta es una iniciativa sin ideología, con finalidad social, no hay partidismo y solo hemos pensado en los dramas humanos de muchos españoles”, ha glosado el portavoz popular Gómez de la Serna. La dignidad del Estado obliga a “hacer llegar sus garantías legales a los españoles que cumplen condena fuera de España”, ha concluido de la Serna. Sí, porque ellos no pueden. La portavoz socialista Delia Blanco, lo ha explicado con una cita del mandatario sudafricano Nelson Mandela, mito para la humanidad, cuando estaba encarcelado. “Solo los hombres libres pueden negociar, yo no puedo, los presos no podemos”. Y Blanco, ha concluido: “Nosotros, lo podemos hacer”

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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