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Cospedal intenta restañar las heridas en la renovación del PP vasco

La número dos ensalza a Oyarzábal y le pide ayuda en la dirección del PP nacional

Primero apoyó a Arantza Quiroga en su pulso con Alfonso Alonso, defendiendo que formara “el mejor equipo de su confianza”, pero este sábado María Dolores de Cospedal ha escenificado un respaldo sin matices al gran perjudicado de la renovación del PP vasco. La número dos de los populares ha pedido a Iñaki Oyarzábal, secretario general autonómico de la formación hasta hoy, su colaboración y ayuda en la dirección nacional del partido.

“Muchas gracias, Iñaki. Ya sabemos que se dicen muchas tonterías, pero sabemos lo importante que eres para nosotros en el PP de toda España. Muchas gracias”, ha enfatizado Cospedal antes de agregar en medio de una larga ovación del millar de compromisarios en el Kursaal de San Sebastián: “Yo quiero deciros que tenemos que un trabajo muy importante que hacer en el PP de toda España, y le he pedido que me ayude como secretario de Interior y Justicia, porque también necesitamos vascos de tanta valía como él, y porque sé que me vas a ayudar todavía más”.

La máxima responsable del partido después de Mariano Rajoy, que clausurará esta tarde el congreso del PP vasco, ha hilado en su discurso un largo homenaje a la formación de Quiroga. “Somos el partido más importante de España porque dentro del PP está el PP del País Vasco”, ha afirmado al reivindicar una “enorme herencia moral que llena de legitimidad”. La hoja de ruta de la futura dirección de los populares vascos, en la que Nerea Llanos sustituye a Oyarzábal como número dos, debe consistir en su opinión en “preservar y alimentar” esa herencia. “Se le tiene que rendir tributo constantemente y como se hace, diciendo alto y claro que es el Estado de derecho, es la ley, la que termina con la lacra de ETA”.

“Tenemos una deuda para siempre, y nosotros no olvidamos esa deuda. Creemos que hay que terminar con el terrorismo de ETA con la fuerza de la ley, sin olvidarnos de nadie, de ni una sola de las víctimas. Así es como hay que terminar con ETA, sin concesiones, sin descanso, sin mirar atrás y sin olvidarnos de ni una de las víctimas de ETA”, ha sentenciado antes de dirigirse a Quiroga. “Hoy estamos en este congreso para recordar que nuestro reto está más vivo que nunca. Y ser presidenta del PP vasco es mucho más que ser presidenta del PP de cualquier otro sitio”, ha considerado.

El entorno de la número dos del PP admite desde el principio de esta crisis que este pulso no era bueno para la imagen del partido aunque habitual los procesos precongresuales, por eso se ordenó a algunos mediadores de Génova, dirigentes veteranos, que intervinieran en el conflicto. Cospedal rechazó hablar abiertamente de “presiones” y negó que Quiroga se planteara seriamente dimitir. Se limitó a señalar desde Dublín que “el PP quiere la mejor dirección posible y Quiroga tiene que tener el mejor equipo de su confianza”. Y hoy la secretaria general ha tratado de zanjar, además, la polémica sobre las tensiones internas: “Ya sabemos que algunos le gusta hablar, pero al PP, los que estamos aquí, de lo que nos gusta hablar es de los derechos del País Vasco. Sabemos que Quiroga tiene un reto muy importante por delante. Y hoy, en un congreso, quiere revalidar esa confianza. Y le honra a ella y nos honra a todos”.

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