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Mas y Rajoy se rechazan desde lejos

El presidente exige “la integridad de los Estados” ante sus socios del PPE El líder de CiU: “Hablar con Rajoy sin tratar la consulta sería de zombis”

Mariano Rajoy, flaqueado (de izquierda a derecha) por Barberá, Cospedal y González Pons, posa en Dublín con los eurodiputados del PP.Foto: reuters_live | Vídeo: J. MARTÍN (EFE) / ELPAÍS-LIVE!
CARLOS E. CUÉ | ENVIADO ESPECIAL

El mundo político tiene muy claro que hay pocas posibilidades de acercamiento entre Mariano Rajoy y Artur Mas en este momento. Pero con unas elecciones importantes como las europeas por delante, esas opciones se reducen aún más. Ayer ambos dirigentes, uno desde Dublín y otro en Barcelona, dejaron claro que la distancia entre ambos, lejos de reducirse, no para de crecer.

Rajoy llevó la crisis independentista catalana hasta el congreso del Partido Popular Europeo. Le escuchaban todos los grandes líderes, incluida Angela Merkel, y aprovechó la tribuna para lanzar un mensaje de política nacional. Como es habitual en él, sin referirse expresamente a nada; pero con la intención de que después sea interpretado por la prensa. “De estas elecciones depende el futuro de la Unión Europea. Elegimos entre seguir construyendo el proyecto o deshacerlo como pretenden los antieuropeos. Nos jugamos mucho. El objetivo del PPE es defender la paz, la libertad, la convivencia, los derechos humanos y la integridad de los Estados nacionales, que es lo que queremos aquí y en todo el mundo”.

Esto último, la integridad de los Estados, es un mensaje claro a Cataluña, aunque también puede entenderse como un rechazo a la separación de Crimea de Ucrania. Es el estilo de Rajoy, que suele lanzar en estas reuniones algún mensaje indirecto sobre los nacionalismos o sobre Cataluña, aunque nunca la cite.

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En cualquier caso, Rajoy y su equipo ya han trabajado para atraerse el apoyo de los dirigentes europeos en su batalla política contra los independentistas catalanes. No solo tiene una plena sintonía con David Cameron, que se enfrenta como él a una crisis independentista, en Escocia. También ha recibido apoyo expreso de la Comisión Europea, que ha dicho por todos canales posibles que si una parte de un Estado miembro se separase quedaría fuera de la UE y tendría que pedir el reingreso, con derecho de veto de los 27 miembros.

Y mientras, desde Barcelona, Mas explicó en una entrevista en Rac-1 que hace “unos cuantos meses” que no habla con Rajoy ni por teléfono ni en persona. Y ello porque, según Mas, el presidente no ha respondido a sus demandas: “Le he hecho llegar algunos mensajes a través de determinadas personas para decirle que estoy disponible para ir a verlo. Y todas las respuestas que he recibido son que no hace falta”.

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Rajoy se queja de que Mas anunció la fecha y la pregunta de la consulta sin avisarle, que se enteró por la televisión. Y desde entonces la relación está rota. El presidente se ha mostrado siempre abierto al diálogo, pero circunscrito a una condición: el rechazo a la consulta es innegociable. “Hablar con Rajoy sin tratar la consulta sería una reunión entre zombis, nos correrían a gorrazos”, ha expresado Mas.

El rechazo internacional al referéndum de autodeterminación en Crimea perjudica la estrategia de Mas. Por ello se esforzó en buscar diferencias entre Crimea y Cataluña: “El Gobierno de Crimea no está legitimado en las urnas, y, por lo que se ve en las imágenes, hay coacción, con militares paseando por las calles. Ahí no hay un escenario claro de democracia y libertad, y en Cataluña sí”.

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