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Interior eleva a “cuestión de Estado” la crisis migratoria de Ceuta y Melilla

El ministro vuelve a exigir su cooperación a la Unión Europea para evitar los saltos de la valla "La Guardia Civil no hizo nada mal mientras no se demuestre lo contrario", afirma sobre Tarajal

El ministro recorre el perímetro fronterizo de Melilla.Foto: atlas | Vídeo: JUAN MEDINA (REUTERS) / ATLAS

La escalada dialéctica que ha emprendido el titular de Interior, Jorge Fernández Díaz, sigue en progresión. Su recorrido por las ciudades españolas en el norte de África, que comenzó el miércoles en Ceuta y ha continuado este jueves en Melilla, se ha traducido en un uso medido del lenguaje para respaldar la labor de la Guardia Civil en los perímetros fronterizos tras la tragedia del Tarajal, el pasado 6 de febrero. Ese día, 15 subsaharianos perdieron la vida al intentar alcanzar a nado la playa ceutí. Y ahora, justo un mes después, el tono del ministro se ha elevado un poco más y ha calificado de "cuestión de Estado" la presión migratoria que soportan las dos ciudades autónomas en este momento.

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"En la actualidad tenemos una situación similar a la de 2005 y 2006, cuando fallecieron personas en Ceuta y en Melilla. Este problema debe tratarse como una política de Estado en cooperación con la Unión Europea", ha recalcado el miembro del Ejecutivo, que ha continuado su mensaje con ataques —como ya hizo el miércoles— a quienes critican a los agentes del instituto armado por la actuación del Tarajal. "Acusarlos es injusto, indigno e inmoral", ha sentenciado.

Y siguió en su defensa de la Benemérita. "La Guardia Civil no hizo nada mal mientras no se demuestre lo contrario", ha destacado. Unas palabras que hurgan en la herida abierta con Bruselas, después de que la comisaria de Interior, Cecilia Malmström, repitiera el lunes que "pudo haber relación entre los disparos de pelotas de goma y el pánico que provocó la tragedia". Pero es que, a su vez, las manifestaciones de Díaz también acentúan su enfrentamiento con los grupos de la oposición y las ONG, que han exigido dimisiones y responsabilidades por las muertes. "Algunas instituciones y personas deberían ser más respetuosas", ha subrayado el ministro.

Porque el viaje del titular de Interior a los dos municipios tenía un mensaje claro, que él mismo no ha querido esconder: mostrar su total apoyo a los Gobiernos locales, ambos del PP, y al instituto armado, que "combaten el problema" de la inmigración irregular. Por ello, en todo momento, el ministro ha ensalzado la labor de los agentes. Y, este jueves, incluso, ha dado un paso más en ese sentido. "Sin seguridad no podemos hablar de libertad, ni de ejercer derechos", ha señalado en una rueda de prensa tras reunirse con el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, y el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani.

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Fernández Díaz recorre las instalaciones del CETI de Melilla.Foto: atlas | Vídeo: ATLAS

Antes, Díaz ha calcado la agenda que ya siguió el miércoles en Ceuta. A un primer encuentro con las autoridades locales le ha seguido un recorrido por la valla, una cita con los mandos de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), y el saludo a los agentes marroquíes destinados en la frontera que separa España del país vecino.

Eso sí, en esta ocasión ha introducido en su itinerario una parada en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla. Y, a su llegada a esta saturada instalación —alberga a más de 1.300 personas, a pesar de que solo cuenta con 472 plazas— le esperaban gritos de protesta. En medio de un fuerte despliegue policial, con antidisturbios de la Guardia Civil y del CNP, un grupo de refugiados sirios ha exigido su traslado a la Península. Para hacerse oír, han desplegado pancartas donde se leía en castellano: "No CETI Melilla, sí Madrid".

El ministro visita el CITE de Melilla entre gritos de protesta de un grupo de refugiados sirios

Pero esta reivindicación no ha sido la única. En las puertas del centro también han esperado al ministro los familiares de dos jóvenes melillenses que murieron a manos de la marina marroquí en octubre de 2013. Con carteles y proclamas de Pisly y Misly no estáis solos, los padres de los fallecidos han exigido al responsable de Interior una explicación por el "brutal asesinato" —en palabras de Imbroda— que se produjo en aguas del país vecino.

Una protesta que no ha inquietado a Fernández Díaz, que ha proseguido con su visita. Para, después, dirigirse directamente a la rueda de prensa. Allí, ha repetido de nuevo el mensaje de los últimos días sobre la necesidad de "proteger" las fronteras. Primero, ha insistido en su defensa del uso de las concertinas en las vallas que cercan Ceuta y Melilla. "Se trata de un elemento disuasorio y no agresivo, que ha demostrado su eficacia", ha asegurado. Y ha anunciado también mejoras de las instalaciones en la frontera que ha visitado este jueves: en este caso, colocación de más mallas antitrepa y la construcción de tres torres de vigilancia con cámaras térmicas.

El Gobierno continúa con su apuesta de reforzar la frontera y anuncia la construcción de tres torres de vigía

Además, el ministro ha vuelto a insistir en que la Guardia Civil no practica devoluciones en caliente. "No existen. Ni de hecho, ni en la ley", ha dicho, a pesar de que las cámaras de vigilancia instaladas en la frontera de Ceuta captaron cómo los agentes devolvían a Marruecos a una veintena de inmigrantes que pisaban suelo español el día de las muertes junto al espigón de la playa de Tarajal.

Una tragedia que, este jueves, Imbroda ha querido valorar. El presidente de Melilla ha criticado que "en la balanza" se haya puesto "solamente el drama humano" de los subsaharianos y de la población de los países de los que proceden; y no se haya tenido en cuenta el impacto que, según afirmó, tendría su llegada a Melilla. "Hay que poner el acento en la gravísima situación que podría producirse si esta inmigración irregular, siempre ilegal, entrara en la ciudad", ha concluido.

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