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“La asociación 11-M paga camas calientes y llena la nevera de muchas víctimas”

Perdió a su hijo Daniel, de 20 años, en los atentados "Habríamos sufrido mucho menos si el 11-M lo hubiera cometido ETA", asegura

Natalia Junquera
Pilar Manjón, en la estación de El Pozo, donde murió su hijo Daniel.
Pilar Manjón, en la estación de El Pozo, donde murió su hijo Daniel.SAMUEL SÁNCHEZ

Como cada 11 de marzo, Pilar Manjón recibirá hoy un correo electrónico con fotos de los cadáveres destrozados en la matanza terrorista de 2004 en la que murieron 191 personas, entre ellas Daniel, su hijo, de 20 años. Manjón sigue recibiendo “amenazas, guarrerías, de todo” diez años después. Y no precisamente de terroristas. Hace no mucho llevó a juicio a un hombre de mediana edad que colapsó de barbaridades su correo: “Tu hijo está bien muerto, roja de mierda”, le decía. “El juez le preguntó si me conocía de algo", recuerda, "y el hombre, que no me miró a la cara en ningún momento, dijo que no, que me veía por la tele y que le caía mal. Que había sido un arrebato. Un arrebato que le duró 12 días”, precisa. En el ascensor del juzgado, Manjón se encontró de frente con la única juez que se prestó a las teorías de la conspiración del 11-M, Coro Cillán, ahora inhabilitada por un delito de prevaricación. No se dirigieron la palabra.

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En el dorso de la mano se ha tatuado la palabra más querida y más dolorosa: Daniel. "Tengo que ir a repasármelo. Se está borrando un poco"... Una gargantilla con su nombre envuelve su cuello. Diez años después, Manjón sigue vistiendo de negro. “Pero no es un luto, yo no creo en eso. Es una promesa”, aclara. “Le prometí a mi hijo que vestiría de negro hasta el día que muriera la última víctima de la guerra que le mató a él. O sea, que largo me lo he fiado”.

En estos diez años ha dedicado cientos de horas a hacer cursos, leer libros, estudiar sobre terrorismo yihadista. “Quería hablar con conocimiento de causa. Quería saber qué les mueve, quiénes son, cómo adoctrinan, dónde están los campos de entrenamiento... Quería conocer ese mundo que me ha destrozado la vida. Pero nunca les entenderé”.

Se convirtió en un referente para las víctimas el 15 de diciembre de 2004, cuando nueve meses después del atentado, la indignación le dio fuerzas para acudir a la comisión de investigación del 11-M en el Congreso y, con “la lucidez que da el dolor”, en nombre de su asociación, pronunciar un demoledor y emocionante rapapolvo de una hora y seis minutos a los políticos que tenía delante.

Pregunta. En aquella intervención acusó a los diputados de utilizar a las víctimas con fines partidistas, como “arma arrojadiza” y para “fotos de ocasión". También les rogó que dejaran la “política de patio de colegio” y que les escucharan. ¿Lo han hecho en estos diez años? ¿Aprendieron los políticos aquella lección?

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Respuesta. No, en absoluto. A las pruebas me remito. Los políticos siguen pensando igual. Ahora piensan: "Se me va una víctima por Vox, pero me quedo con otra por aquí..." Antes de que ocurrieran los atentados del 11-M, estoy convencida de que las víctimas del terrorismo eran un buen caladero de votos. Las víctimas están en el ojo del huracán político, cosa que nosotros huimos. A  nosotros ni se nos oye.

P. Su rapapolvo duró 66 minutos. Se emocionó especialmente cuando preguntó a los diputados de qué se habían estado riendo, que habían estado jaleando, en la comisión del 11-M. ¿Desde la tribuna pudo ver la reacción de los políticos? ¿Qué veía en sus caras?

Aclaración de Ángel Acebes

Con todo el respeto hacia Pilar Manjón y el cariño y el recuerdo hacia todas las víctimas del terrorismo y, comprendiendo que en estos momentos tan dolorosos los recuerdos se agolpan y se confunden, tengo que puntualizar las declaraciones de la señora Pilar Manjón a EL PAÍS.

Solo asistí a la Comisión de Investigación del 11-M el día que como ministro del Interior, en el momento de los atentados, tuve que comparecer ante dicha comisión. Como diputado no pertenecía a la comisión y no asistí a sus sesiones.

La señora Manjón no pudo ver si leía el periódico o no, porque no estuve durante su comparecencia.

Ángel Acebes

R. Yo solo quería que se acabaran los folios. Aquel no era mi sitio. Me preocupaba mucho llorar, no quería hacerlo, no quería dar pena. Se juntaban muchas emociones, pero como me sabía el texto de memoria no tenía que leerlo, así que podía permitirme el mirar a los diputados. Veía llorar a Labordeta, que luego me dijo que había tenido que salir de la sala para lavarse la cara. Y cuando dije aquello de "¿De qué se reían, señorías?, ¿Qué jaleaban?" miré a la bancada de las risas y los jaleos, la del PP, que estaba leyendo la prensa económica. Acebes y otros [Manjón se confunde. Acebes no estaba ese día en la comisión]. Eso hablaba de lo que vendría después. La soledad más absoluta.

P. ¿Cree que se han olvidado de las víctimas?

R. No, lo han intentado. Ojalá se hubieran olvidado de nosotros en determinados ámbitos. Y no hubiera tenido que levantarme cada mañana con la teoría de la conspiración. Nos acusaron del vuelco electoral del 14 de marzo.No lo entendemos. Los asesinados, evidentemente, no votaron. Los heridos estaban muy mal en los hospitales. Yo sí fui a votar, por mi hijo. Pero cada uno votó lo que le apetecía. Y lo que es absolutamente hiriente es que, por ejemplo, un senador por Melilla [Carlos Benet] diga que Zapatero entró en el Congreso en un tren de cercanías, [su frase completa fue: "Algunos recordamos que Pavía entró a caballo en el Congreso, Tejero con una pistola y el señor Zapatero con un tren de cercanías"], olvidándose de que en ese tren iba mi niño. Pero lo peor no es que él lo diga. Lo peor [se emociona] es que el partido al que representa le mantenga y que salga en las siguientes elecciones. Eso sí que es duro. En fin, hemos tenido que soportar tantas cosas tantos años... El fiscal general del Estado [Eduardo Torres-Dulce] nada más tomar posesión ordenó que se volvieran a investigar los restos de los trenes. También hemos escuchado al PSOE demasiadas veces decir: "No queremos que piensen que os utilizamos". Pero que no nos dejen. Utilícennos un poquito. Y el PP jamás se ha acercado a nosotros. No sabe lo violento que podía llegar a ser un 27 de junio, día de las víctimas, ver cómo nos bordeaban, dando vueltas para no saludarnos. Hasta que la última vez fuimos nosotros a saludar a Rajoy. 

P. ¿Cómo han afectado a las víctimas las teorías de la conspiración?

R.  Han hecho muchísimo daño. Si Txeroki, acusado de 191 asesinatos, hubiera dado una entrevista en Gara con cinco páginas y foto de portada, estaría cerrado en tres días. Pero aquí ha pasado con  [Emilio Suárez ] Trashorras [el exminero que le confesó a su padre: "Si El Mundo paga les cuento la Guerra Civil"], con Zougam... Otro ejemplo: los ataques a Rodolfo Ruiz [entonces comisario del distrito de Puente Vallecas (Madrid) al que El Mundo y la Cope acusaban de haber fabricado pruebas para orientar las investigaciones al terrorismo yihadista]. Provocaron que Magdalena, su mujer, se suicidara. Ella es otra víctima del 11 de marzo (se emociona). Iba a la panadería a comprar el pan y la insultaban por culpa de aquellas portadas. O los ataques a Sánchez Manzano....

P. ¿Qué cree que alimentaba las teorías de la conspiración?

R. El afán por vender más periódicos, por subir la audiencia de la radio.  A esos que me acusan de no querer saber la verdad les diría una cosa: Si había alguien interesado en saber la verdad era yo, que puse un muerto sobre la mesa, mi hijo, lo que más quería en mi vida. La verdad es que tenemos dos sentencias, ... y que mataron a 191 personas con explosivos robados en mina conchita por la trama asturiana y que más de 2.000 personas tienen la vida muy complicada desde aquel día.

P. ¿Cree que habrían sufrido menos si hubiera sido ETA?

R. Por supuesto, porque entonces seríamos víctimas de primera. ¿Ha oído alguna vez insultos contra la madre de Miguel Ángel Blanco? Pues yo he llevado ocho años escolta. Hace dos años que me los quitaron, de un viernes para lunes. Hace poco recibí una carta de las Nuevas Generaciones del PP aclarando que las declaraciones del que me llamó tipeja e insinuó que mi hijo no iba en los trenes del 11 de marzo [Luis Gutiérrez] no eran el ideario del partido. Muy lejos del ideario tampoco debe estar porque ese chico sigue ahí. Aunque es verdad que desde que el PP se bajó de la teoría de la conspiración se nota en las actitudes y en las declaraciones. Ahora con el cese del director que creó esta teoría, aunque lloren por él las plañideras, esperamos que baje el pistón.

P. ¿Cómo se encuentran las víctimas diez años después? ¿Están bien atendidas?

R. El 60% de las víctimas lo están pasando mal económicamente porque las secuelas del atentado les impiden trabajar.Yo pago muchas camas calientes de gente que tiene que salir a las ocho de la mañana de casa para dejar el piso a otro y lleno muchos frigoríficos. Entre las víctimas también tenemos muchos afectados por las preferentes, productos tóxicos bancarios. La indemnización por el atentado es un dinero doloroso que las víctimas no queremos ver, por eso lo escondemos, lo colocamos en un sitio a mucho tiempo y por eso han abusado. Las víctimas hemos capitalizado Bankia y Caixa Catalunya.  La Comunidad de Madrid nunca nos ha dado un duro y nos han quitado el 60% de las subvenciones de ayuda para alquiler de locales. Han pasado diez años, las heridas ya no están tan abiertas, ni las físicas, ni las psicológicas, pero no se han cerrado. Pasa algo como el accidente de Spanair y hay que poner de guardia al equipo de psicólogos porque son días de retroceso, de flashback. Tu mente hace crack y vuelves al 11 de marzo de 2004. Un petardo en nuestra plazoleta para nosotros suena como una bomba. Y hay muchos heridos del 11-M a los que no se les ha reconocido ninguna discapacidad, que hoy necesitan un análisis profesional de sus secuelas y un plan de formación específico para que tengan una salida laboral. Necesitamos una bolsa de trabajo. Es muy difícil explicarle a una víctima que cuando un terrorista sale a la calle, y de los nuestros el primero sale el día 16, sale con dos años de subsidio de paro.

P. No están contentos con la sentencia del juicio del 11-M. ¿Por qué?

R. Sigo estando convencida de que entre los inductores del atentado, que no autores intelectuales (esos escriben libros) estaba El Egipcio. Le aplicaron el principio de que no pueden juzgarte dos veces por la misma causa ya que había sido juzgado en Italia por pertenencia a banda terrorista, pero no era sentencia firme. Ese error para mí es muy importante. No es que fuera absuelto, es que no fue juzgado, le mandaron a Italia. El [próximo día] 16 sale de prisión [Rafa]  Zohuier, que es quien une todo, "los moros" como él los llama, con Trashorras y los explosivos....Espero que el día que salga haya un zeta [un coche policial] en la puerta para llevarlo hasta el ferry y de vuelta a su país.Si le aplican la ley de extranjería a buena gente que viene a España a trabajar, que saltan las cuchillas, que se arriesgan a ahogarse en el Estrecho, no nos vamos a quedar con alguien como Zohuier. Así mañana estaremos más seguros. 

P. ¿Cómo valora el papel de Javier Gómez Bermúdez?

R. Llevaba la voz cantante. Un día me dijo que cuando pasaran diez años escribiría un libro sobre el 11-M.  Durante el juicio, el trato fue bueno hasta el último día, que después de haber estado cuatro meses allí, nos mandaron a otra sala a escuchar la lectura de la sentencia. Debería haber controlado mejor eso. 

P. ¿Y el juez del Olmo?

R. Una buena persona contra la que se ha cargado demasiado. Hay que leerse los 200.000 folios de la instrucción para ver lo meticuloso que era. Solo le deseo que sea muy feliz en Murcia, en su juzgado. Yo tuve con él mis más y mis menos, creo que el secreto del sumario, por ejemplo, duró demasiado, pero es una buena persona. Cercana.

P. ¿Y la fiscal Olga Sánchez?

R. Un cielo. Siempre estuvo muy pendiente de nosotros. Era muy cercana, como Carmen Baladía, la jefe de forenses que me entregó el cajón con mi hijo. La recuerdo abrazándome, ocho días después del atentado y jurándome por sus hijos que el mío no había sufrido. Nunca lo olvidaré. 

P. ¿Cree que es posible que se repita un 11 de marzo? Y en ese caso, ¿cree que los políticos volverían a comportarse de la misma manera?

R. Creo que sí. No soy pitonisa, pero siguiendo las páginas yihadistas, se ve cómo el 11 de marzo para ellos es una bandera. Últimamente hablan mucho del 11 de marzo.  Imagino que la policía está al tanto porque si yo entro, ellos con mayor razón. Ahora hay una prevención que antes no había, porque cuando uno va a una guerra tiene que mirar por sus ciudadanos. Pero una célula dormida se activa en días. El 29 de febrero estaban robando en la mina Conchita, con una nevada impresionante, los explosivos.  Hay una grabación en la que se oye a Trashorras decir: 'No os olvidéis de los tornillos y las tuercas', que luego se convirtieron en metralla. Y el 11 de marzo estaba ya todo montado: las mochilas, los móviles, los explosivos....

-        P. ¿Y cree que los políticos se comportarían de la misma manera?

R. Voy a ser cruel. Me da igual. Solo espero que no me toque a mí. No quiero volver a tener que mirarlos de frente. No han aprendido nada en diez años. Nada.

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Sobre la firma

Natalia Junquera
Reportera de la sección de España desde 2006. Además de reportajes, realiza entrevistas y comenta las redes sociales en Anatomía de Twitter. Especialista en memoria histórica, ha escrito los libros 'Valientes' y 'Vidas Robadas', y la novela 'Recuérdame por qué te quiero'. También es coautora del libro 'Chapapote' sobre el hundimiento del Prestige.

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