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Doña Cristina, ante el juez

La Infanta llega en coche y sonriente a la puerta del juzgado

Doña Cristina ha preferido ahorrarse el 'paseíllo' para entrar serena a la sala de los tribunales

En coche. Diez minutos antes de la hora señalada. Con su abogado, Miquel Roca, y sus escoltas. Sin Urdangarin y sin ningún miembro de la Casa del Rey apoyándola. Así ha llegado hoy la infanta Cristina a su cita con la justicia imputada por los presuntos delitos de fraude fiscal y blanqueo. No ha hecho declaraciones, solo un escueto"buenos días" a la prensa, y no está previsto que las haga tampoco al salir.

Al contrario de lo que hizo su marido cuando vino a declarar como imputado en la misma causa, doña Cristina no ha querido renunciar al privilegio que le concedió, por seguridad, el juez decano, atendiendo a la recomendación de la policía de llegar en coche. Lo importante es lo que pase dentro, no fuera del juzgado. Llegar serena, le han repetido estos días sus abogados en las intensas jornadas de entrenamiento para el interrogatorio de hoy.

Pero inevitablemente, al bajar del coche, la infanta ha escuchado los pitidos de la manifestación antimonárquica convocada en una calle próxima.

Una vez dentro del juzgado, ha entregado su teléfono móvil -en la sala del interrogatorio están prohibidos- y ha pasado el arco de seguridad, donde la Infanta se ha convertido en Cristina, una ciudadana más ante la justicia. De frente, no obstante, tendrá el retrato de su padre, el Rey.

El propio juez Castro ya anticipaba en su auto de imputación del pasado 7 de enero muchas de las preguntas que le estará haciendo ahora, como cuál era la conexión entre una lujosa vajilla de 1.741 euros y la actividad profesional de Aizoon, que fue quien las abonó, o las clases de merengue y salsa a domicilio. "Se antoja harto difícil que pueda ser satisfactoriamente explicada", opinaba el magistrado, pero hay que darle a la Infanta "la posibilidad de hacerlo".

Doña Cristina alegará que era ajena a los tejemanejes de su marido y que nunca prestó atención a Aizoon. "Está muy tranquila", ha manifestado su abogado penalista, Jesús Silva, al entrar en el juzgado. "Esperemos que todo vaya bien", ha añadido. Por su parte, la abogada de la acusación Manos Limpias, ha criticado la "inédita" postura del fiscal y de la Agencia Tributaria y ha confiado en que finalmente, doña Cristina acceda a responder a sus preguntas.

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