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La oposición de Burgos exige la dimisión del alcalde de la ciudad

El pleno del Ayuntamiento ha rechazado con los catorce votos del PP la petición de renuncia Un grupo de 30 personas de la PAH y del barrio Gamonal se han concentrado fuera del edificio

Obras de restauración de la zanja del barrio de Gamonal.
Obras de restauración de la zanja del barrio de Gamonal. E. P. R.

El pleno del Ayuntamiento de Burgos ha rechazado este viernes la petición de dimisión del alcalde, Javier Lacalle, gracias a los 14 votos del Partido Popular. La solicitud fue planteado por el PSOE y respaldada por UPyD e Izquierda Unida, diez votos entre los últimos tres partidos.

La petición de que Lacalle deje de ser el alcalde burgalés, ha cobrado fuerza a raíz de las revueltas vecinales en el barrio de Gamonal en contra de la construcción de un bulevar en la calle de Vitoria, una de las arterias principales de la localidad. Los ciudadanos consideraban innecesaria esta obra, que iba a costar ocho millones de euros —más un aparcamiento privado con un coste de cinco millones—. Las manifestaciones estallaron el pasado 10 de enero y se extendieron durante una semana hasta que los gamonaleros consiguieron paralizar las obras.

Izquierda Unida ha asegurado que ellos vienen pidiendo la dimisión del alcalde desde que entró al poder. "No puede seguir este régimen corrupto. Ni puede ser alcalde un cacique que hace política para un grupo reducido y favorecido", ha denunciado Raúl Salinero, concejal de IU. Pero fue después de la guerra campal en la calle Vitoria que surgió un "despertar social", y entonces grupos políticos y ciudadanos se unieron a esta petición, ha explicado Salinero, y espera que "los burgaleses recuerden los muertos en el armario de Lacalle cuando reflexionen su voto en un año y medio".

Durante el pleno se ha mantenido una concentración de una treintena de personas, convocada por la Plataforma de Afectados de la Hipoteca y del barrio de Gamonal que han respaldado desde la calle, frente al edificio, la petición de dimisión del alcalde. Desde el departamento de prensa del Ayuntamiento han asegurado que estas "pequeñas manifestaciones son cosa habitual. Por una cosa o por otra y desde los últimos tres años, siempre algún pequeño colectivo protesta durante el pleno. La gente está muy cabreada", ha explicado Agustina Ureña, miembro del gabinete de comunicación del Ayuntamiento de Burgos.

La enorme zanja que existe en la calle Vitoria, fruto del inicio de las obras, ya se está cubriendo. Los gamonaleros ya no se manifiestan todos los días, ni estallan revueltas violentas, pero siguen realizando asambleas para que el colectivo vecinal que se formó durante las protestas, no se disuelva. Ahora tienen dos tareas: luchar para que no se presenten cargos contra los detenidos, y organizarse como vecinos, explica Manolo Alonso, un referente y líder para los burgaleses.

Los vecinos han ocupado, desde el pasado 24 de enero, un espacio que el Ayuntamiento había cedido a Caja Burgos, y que ahora se encontraba abandonado, en la calle de Pablo Casals. El objetivo es restaurarlo y transformarlo en un centro cultural. Este viernes presentaran una obra de teatro que tendrá un coste de tres euros, y el próximo sábado organizaran una fiesta con música y pinchos para los jóvenes. "La meta es permanecer todos juntos, para discutir y decidir las necesidades reales para nosotros y nuestro barrio", sentencia Alonso.

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