_
_
_
_
_

El PSOE fuerza voto secreto para la retirada de la ley del aborto

Los socialistas buscan fomentar la disidencia en el PP

La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría entrega su voto en un pleno de 2012.
La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría entrega su voto en un pleno de 2012.ULY MARTÍN

El PSOE quiere mantener la presión contra el Gobierno por el anteproyecto de ley del aborto y, además, forzar la aparición de disidentes al texto entre las filas populares. Para eso han buscado una maniobra parlamentaria que permite una votación en secreto y en urna, de una proposición no de ley que pide la retirada del anteproyecto que se encuentra en fase de informes y que debe aún ser estudiado en el Consejo de Ministros.

Sin embargo, la maniobra de los socialistas no parece tener mucho futuro, porque algunos de los diputados del PP que se oponen pública y claramente al texto del Gobierno también expresaron este jueves a EL PAÍS su oposición a la iniciativa del PSOE. Celia Villalobos, que no oculta su intención de romper la disciplina de voto cuando se tramite el proyecto de ley si sigue teniendo el mismo contenido, expresó su malestar con la iniciativa del PSOE. Explica que su rechazo a la reforma es público y así lo expresará en su momento y no vergonzante y anónimo en una papeleta y sobre una proposición no de ley.

Recuerda que los socialistas cometieron el mismo error en 2003 cuando forzaron una votación secreta sobre la guerra de Irak para detectar disidencias en el PP y fracasaron porque no se produjo ninguna.

El texto del PSOE asegura que “el Congreso de los Diputados insta al Gobierno a retirar inmediatamente y no continuar la tramitación del anteproyecto de la ley orgánica por el que pretende revisar la legislación vigente en España sobre salud sexual y reproductiva e interrupción voluntaria del embarazo”.

Los populares, incluso los reacios a la reforma anunciada por el Gobierno de Mariano Rajoy, consideran que no hay precedentes de proposiciones no de ley pidiendo la retirada de normas que aún no han llegado a las Cortes. Añaden que esa votación se producirá en su momento en el debate de totalidad sobre el texto concreto.

El artículo 85 del Reglamento del Congreso impide que sea secreta la votación de los proyectos de ley, es decir, el PSOE no tiene posibilidad de forzar el voto en urna sobre esa norma. Por eso, ha recurrido al subterfugio de la proposición no de ley que se debatirá el próximo martes y que se votará con el llamamiento uno a uno de los diputados.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El proyecto no llegará a las Cortes antes de junio, después de las elecciones europeas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_