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La policía quiere a los periodistas lejos de la Infanta en la entrada del juzgado

La policía aduce motivos de seguridad para distanciar a fotógrafos y cámaras

Urdangarin, en febrero de 2012, a su llegada al juzgado de Palma.
Urdangarin, en febrero de 2012, a su llegada al juzgado de Palma.ULY MARTÍN

Los reporteros –y la sociedad- se pueden quedar sin buenas imágenes de la infanta Cristina en el juzgado de Palma, en su histórica cita judicial el próximo sábado como imputada por supuesta corrupción. La policía aduce razones de seguridad en su pretensión de distanciar a los periodistas de la que es ubicación habitual en el patio del edificio de los juzgados. Este alejamiento del escenario en la puerta de entrada al final de la rampa dificultará que los cámaras y fotógrafos puedan trabajar con perspectiva general, cercanía y encuadre ajustados.

La policía pretendió que la prensa no estuviera en el patio, que quedara en la calle, sin apenas posibilidades de captar imágenes directas. El juez decano, Francisco Martínez Espinosa, que tiene la autoridad plena de la gestión en la sede judicial, consideró un éxito el que no fuera vetada la presencia de la prensa en el patio, al anunciar los criterios generales del plan de seguridad diseñado por el Ministerio de Interior con la Casa del Rey para el acceso de la Infanta en coche hasta la puerta del edificio. El juez rechazó esa media extrema de expulsión de la prensa que contemplaron y solicitaron los mandos policiales.

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Unos 170 reporteros y camarógrafos (de los 300 informadores acreditados) accederán a la zona habilitada. Si el juez decano no marca su criterio y autoridad ante la policía en defensa de la ubicación de la prensa para el ejercicio de su trabajo peligra, pues, la ilustración de las crónicas de este momento histórico.

En un corralito aislado y alejado, sin una primera línea de vallas de 12 metros como es habitual, serán difíciles para la mayoría las buenas fotos al bajar del coche o las secuencias de varios segundos de la hija del Rey, a su llegada y salida. Las dos citas judiciales de su esposo, Iñaki Urdangarin, se desarrollaron sin dificultades para los periodistas. En la primera ocasión, el yerno del Rey se paró ante la valla tras las cuales se sitúan los cronistas y efectuó una breve declaración exculpatoria. Este extremo, en el caso de la Infanta, parece descartado.

Si esta decisión del Ministerio de Interior se mantiene, el punto base informativo quedará esquinado, sin vistas directas y cercanas a toda la célebre rampa de acceso.

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Los periodistas tendrán acceso controlado y por turno al patio y a las zonas habilitadas en las calles de las inmediaciones. En la puerta de los juzgados, a más de 150 metros del acceso trasero, se han convocado diferentes concentraciones y performances reivindicativas, republicanas y contra la corrupción.

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