_
_
_
_
_

La estrategia del Gobierno se vuelca ahora en que solo se hable de economía

Los problemas con el aborto, el terrorismo y Cataluña, siguen marcando la agenda

Carlos E. Cué
Rajoy saluda al presidente de la Cámara de Comercio de EE UU.
Rajoy saluda al presidente de la Cámara de Comercio de EE UU.YURI GRIPAS (REUTERS)

El Gobierno está un tanto descolocado. Toda la estrategia estaba pensada para que este arranque del año estuviera dominado por las noticias económicas. Se había organizado una comparecencia, el martes, del ministro de Economía, Luis de Guindos, para anunciar que España creció una décima más de lo previsto. Y sobre todo se habían concentrado los esfuerzos de comunicación del Gobierno en la visita a la Casa Blanca, centrada en la economía. Al final de la semana además habrá una rueda de prensa conjunta de Rajoy en La Moncloa con el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, también centrada en la recuperación de España y el apoyo a su política económica. Todo, incluido un viaje del presidente al foro económico de Davos (Suiza), que al final se suspenderá, estaba diseñado para centrar el foco en la economía. Y la estrategia estaba funcionando, pero solo a medias, porque la política, los problemas con el aborto, el terrorismo y Cataluña, siguen marcando la agenda mucho más de lo que al Gobierno le gustaría.

La visita a EE UU es vista desde La Moncloa como un éxito completo. Y poco a poco, creen en el Ejecutivo, el debate sobre la economía se irá imponiendo. Sin embargo, tanto en el Gobierno como en el PP admiten que el año, políticamente, no está arrancando bien, o al menos no tan bien como estaba previsto. La Diputación Permanente de ayer es un ejemplo más del panorama político que espera al Ejecutivo en las próximas semanas, claves puesto que el PP ha entrado ya en modo de campaña electoral y prepara una convención nacional a partir del 30 de enero en Valladolid que pretende marcar el arranque político del largo camino hacia las elecciones europeas de mayo.

Más información
Urkullu se ofrece a La Moncloa como garante del fin de ETA
Obama advierte a Rajoy de que el “gran desafío” es reducir el paro
El aborto debilita el apoyo electoral al PP
El PP se opone a la petición unánime de frenar la reforma sobre el aborto

En el PP se ha instalado claramente la idea de que la ley del aborto, tal como ha salido del Consejo de Ministros, es un error sobre todo de oportunidad política. Pero nadie tiene muy claro cómo resolverlo porque la ley no se va a retirar. Los dirigentes y miembros del Ejecutivo son conscientes de que la oposición tiene un enorme flanco con esta norma y la pondrá en primer plano en cada ocasión posible, como se vio en la Diputación Permanente. Y habrá otras muchas ocasiones.

Cada informe, y hay previstos varios de diferentes organismos, cada trámite legislativo, cada debate, llevará al primer plano un asunto del que Rajoy quiere huir. Por eso el Ejecutivo se concentra ahora en utilizar todos los mecanismos a su disposición para centrar la agenda en la economía. Y eso incluye rechazar, pese a la petición casi unánime de la oposición, que comparezcan los ministros Gallardón o Ana Mato.

El otro gran problema ahora es el del País Vasco, amplificado por el error de Interior en la última operación anti-ETA. Al Gobierno no le interesa nada ahora, con su relación con la Generalitat en el peor momento posible, enfrentarse con el PNV. De hecho es una de las cuestiones que más reivindica el entorno de Rajoy: su buena relación con Íñigo Urkullu, el lehendakari, y las grandes diferencias entre él y Artur Mas. El Gobierno no tiene ningún interés en volver a la situación del final de la última legislatura de Aznar, cuando el choque con el PNV y CiU ofreció una imagen de aislamiento total del PP. Uno de los cambios estratégicos básicos de Rajoy fue recuperar la relación con los nacionalistas. Por eso lo que intentará es reconducir su contacto con el PNV, verse en unos días con Urkullu, y alejarlo de Bildu.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Al Gobierno le interesa una buena interlocución con CiU y sobre todo con el PNV, que le apoya en leyes importantes, no solo las económicas, como la de seguridad privada. Pero la presión del ala conservadora del PP es muy fuerte frente al nacionalismo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_