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Ruz acota el interrogatorio de Aguirre en el ‘caso Gürtel’

La expresidenta madrileña declarará por escrito el 17 de diciembre Lo hará en presencia de un secretario judicial y sin abogado

Fernando J. Pérez

El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha tenido que llenar con precauciones los vacíos de la ley para que la declaración como testigo de Esperanza Aguirre en el caso Gürtel se vea afectada lo menos posible por el hecho de que vaya a celebrarse por escrito en el despacho que fije la expresidenta de la Comunidad de Madrid. El magistrado citó este lunes a Aguirre para el martes 17 de diciembre a las 10 de la mañana para testificar, entre otros asuntos, sobre los contratos irregulares que las empresas de la trama de Francisco Correa recibieron por la organización de decenas de actos de propaganda de distintas consejerías del Gobierno regional madrileño entre 2004 y 2008. Estos contratos, en su mayoría inflados, sumaron no menos de 6,48 millones de euros.

Aguirre comunicó el pasado 4 de noviembre al juez Ruz que se acogía a su derecho a declarar por escrito en lugar de hacerlo de viva voz en el despacho del magistrado en la Audiencia Nacional. La Ley de Enjuiciamiento Criminal, de 1882, otorga este privilegio, entre otros altos cargos políticos, a los presidentes de las comunidades autónomas y a los expresidentes cuando deban testificar por hechos ocurridos durante su mandato.

Por escrito

El magistrado ha establecido unas reglas para que el interrogatorio se asemeje lo más posible a una testifical ordinaria. Al acto del interrogatorio, en un despacho “preferentemente profesional”, acudirá el secretario del juzgado, que entregará a Aguirre el pliego de preguntas elaborado por el juez Ruz y que se basa en las cuestiones planteadas por las distintas partes personadas en la causa.

La declaración por escrito se realizará, advierte Ruz, “en unidad de acto”, es decir de una sola vez y en presencia del secretario judicial. El magistrado permite también que una persona “ajena al ejercicio del derecho” asista al acto para transcribir las respuestas que Aguirre pueda dar a las preguntas que se le formulen. Es decir, como cualquier testigo, Esperanza Aguirre no estará asistida por un abogado durante el interrogatorio. La presidenta del PP madrileño no podrá comunicarse por teléfono durante el interrogatorio ni podrá consultar más documentos que algún apunte o memoria que contenga datos difíciles de recordar, algo permitido por la ley procesal penal.

Esperanza Aguirre ha sido la única dirigente del PP que ha optado por acogerse a su derecho de declarar por escrito y en su despacho como testigo en el caso Gürtel y en la pieza separada sobre los papeles de Bárcenas, la contabilidad secreta del PP. El pasado agosto, la actual secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, y sus antecesores en el cargo Javier Arenas y Francisco Álvarez-Cascos, renunciaron al privilegio y acudieron en persona a declarar ante el juez Ruz. El presidente del Senado, Pío García Escudero, también declaró en su despacho de la cámara alta como testigo en el caso de los papeles, sin embargo, lo hizo de viva voz.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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